Es uno de los pesos pesados del PSOE andaluz: “¡Pero si no llego ni a los 70 kilos”, bromea Felipe Sicilia cuando le preguntamos por ello. Su foto con la camiseta de Gaysper en el Congreso de los Diputados saltó a todos los periódicos. Por eso es el color verde de la bandera LGTBI del Anuario de Shangay 2020 que acaba de salir a la calle. Hablamos con él de todo: desde la polémica por la ley trans, a la visibilidad de los políticos LGTBI, pasando por la gestación subrogada.
Él asegura que su carrera política no será muy larga. Es policía nacional, y tiene claro que volverá: “La política es temporal y circunstancial, con fecha de caducidad. Voy a volver al cuerpo. Creo que la mejor manera de servir es estar un tiempo, el que tu partido y los ciudadanos quieran, pero es bueno que otras personas puedan ocupar tu puesto después”.
[Vídeo: Pablo Carrasco de Juanas]
Le recordamos su foto con Gaysper: “Era una oportunidad. Somos muy respetuosos con lo que representamos en el hemiciclo, con lo que tenemos que hacer allí, que son leyes. Pero ese día era necesario, porque no podíamos tomar la palabra más allá de jurar o prometer el cargo. Con ese gesto quise decir que la extrema derecha entraba en el Congreso, pero que los derechos de nuestro colectivo no iban a salir de allí. La política está para cambiar a mejor la vida de la gente. Lo que tenemos que hacer son leyes, tomar medidas que ayuden a una vida mejor de las personas gais, lesbianas, bisexuales o transexuales. Por ejemplo, haciendo posible una mejor formación de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado para que, cuando llegue una persona a denunciar una agresión, no solo denuncie una agresión sino también un delito de odio. Porque a esa persona la están agrediendo por su condición sexual, por su orientación o por su identidad».
«La política está para cambiar a mejor la vida de la gente. Lo que tenemos que hacer son leyes, tomar medidas que ayuden a una vida mejor de las personas gais, lesbianas, bisexuales o transexuales»
Y prosigue: «Las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado juegan un papel fundamental, como vemos con la estupenda labor de la asociación LGTBIpol. También hay que lanzar un mensaje hacia afuera: tienen que dar toda la confianza del mundo a quien pueda sufrir una agresión. Para que la víctima sepa que una comisaría, o una casa cuartel, es el mejor lugar en el que puede estar”.
Si las cuentas no fallan, de trescientos cincuenta diputados solo hay seis que sean abiertamente LGTBI. “Igual hay algún otro diputado o diputada que lo sea públicamente y yo lo desconozco… Creo que es importante que se visibilice. Respeto lo que cada cual quiera hacer y expresar. Forma parte del ámbito personal, que no del privado. La política no es privada. Cuando uno está en política asume una serie de responsabilidades. Y siendo en este caso una persona que pertenece a un colectivo que durante mucho tiempo ha sufrido, y sigue sufriendo, discriminación, nuestro papel es decirle a la sociedad que entre sus representantes hay morenos y rubios, altos y bajos, heterosexuales, bisexuales, transexuales, homosexuales… Sí que tenemos una cierta responsabilidad a la hora de mostrarnos como somos para que se vea que hay una sociedad plural, diversa, en la que creemos y a la que defendemos», nos dice.
Felipe Sicilia, es uno de los seis personajes que forman parte de la bandera LGTBI del Anuario Shangay. [Fotos: Salva Musté]
«Eso puede ayudar a mucha gente. A muchos chavales y chavalas que ahora mismo se estén planteando su orientación, que estén descubriendo su sexualidad… Y a los que ciertos estigmas podrían causarles miedos o complejos. Que vean que hay jueces que son homosexuales, que hay parlamentarias en la Asamblea de Madrid que son transexuales, que hay actrices lesbianas y que hay políticos y diputados que somos gais”.
En el seno del Gobierno de su partido hay estos días polémica por la denominada ‘ley trans’, un tema que abordamos con él: “Por lo pronto no hay ley, pero sí un compromiso del Gobierno de coalición de que tenemos que legislar para proteger de manera muy concreta los derechos de las personas trans. Dentro del colectivo LGTBI siempre han sido las últimas, las que han sufrido el mayor rechazo. Cerca del noventa por ciento de las personas trans no tienen un empleo, y sabemos que muchas de ellas se ven abocadas a ejercer la prostitución. A día de hoy, se está hablando de esta ley de una forma muy polarizada, cuando ni siquiera hay aún un borrador. Necesitamos un debate sosegado, calmado. Ese trabajo se está haciendo ahora desde el Ministerio de Igualdad”.
La gestación subrogada es otro tema que también plantea debate. “El Partido Socialista nunca la ha defendido, no la defiende. Entendemos que en nuestro país no hay cabida para la gestación subrogada. Es una manera de explotación sexual en la que terminamos convirtiendo a la mujer en un objeto. Es convertir la sexualidad y el hecho reproductivo de la mujer en algo que se puede mercantilizar. La capacidad reproductiva que tiene una mujer forma parte de lo más íntimo, y de la propia esencia de una persona, y eso no se puede mercantilizar. No todo tiene un precio. Desde el Partido Socialista no estamos de acuerdo y creemos que en nuestro país no tiene cabida la gestación subrogada, los vientres de alquiler, en este caso. No”, asegura tajante.