Fabrizio Orlandi –Fabri para los amigos– es un entrenador personal, crosstrainer y coach nutricional sobradamente preparado. Sin embargo, más allá de su currículum y de su experiencia profesional de más de ocho años, Fabri destaca por su personalidad empática y extrovertida. Ser un niño gay no normativo dentro de un ambiente poco LGTBIfriendly le transformó en todo un superviviente, con las herramientas necesarias para entender y saber cuidar mejor que nadie al colectivo LGTBI.
Seguro que a muchos os suena su historia…
De niño le gustaba hacer volteretas, caminar boca abajo, saltar y correr; pero era regordete y patoso. Tampoco le gustaba jugar al fútbol, prefería pasar tiempo con las chicas hablando y mirando cómo jugaban los demás. Por todo esto, el resto de niños le tacharon como el “mariquita” de la clase, y fue objeto de bullying; aunque en los años noventa el acoso escolar era simplemente “cosas de chiquillos”.
Aunque durante el colegio y el instituto no le quedó otra que aprender a convivir con la etiqueta de gordito-mariquita que le habían asignado, vio en el salto a la universidad una oportunidad de tomar las riendas de su personalidad. ¿Primer reto? Mejorar su aspecto físico para ganar en seguridad.
Como no destacaba en ningún deporte, se apuntó al gimnasio. Al principio se sintió perdido y, tras dos años de andar como pollo sin cabeza en la sala de pesas, se puso en las manos de un entrenador personal que le planificó entrenamientos y alimentación. Además, como su entrenador era LGTBI se sintió más comprendido y acompañado; con un poco de disciplina empezó a ver resultados.
Ahora, a sus 35 años, mantiene un cuerpo que le gusta y que disfruta. Fabri no cree en los cuerpos perfectos, pero sí en conseguir un cuerpo con el que sentirse y verse bien consigo mismo y frente a los demás. Es decir, no busca la perfección sino la felicidad.
El #RetoOrlandi como entrenador LGTBI
Como entrenador especializado en el colectivo LGTBI, Fabri quiere evitar que otros pasen por lo mismo que él. Por eso nos anima a que salgamos de nuestra zona de confort, desconectemos de la rutina y del intenso ritmo de la vida diaria y liberemos las tensiones acumuladas para recargarnos de energía positiva. Es un esfuerzo relativamente sencillo porque podemos hacerlo sin salir de casa, online.
A partir de ahora, además de en sus redes sociales, Fabri estará en shangay.com para echarnos una mano. Cada lunes a mediodía colgaremos uno de sus artículos, donde nos regalará rutinas, claves, consejos y retos que podemos hacer cómodamente desde casa. ¿El objetivo? Que volvamos a mirarnos en el espejo y a gustarnos. Es el momento de tomar el control de nosotros mismos a través de una vida sana y activa.
RECUERDA:
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