No hay mejor momento que este para estrenar este inteligentísimo espectáculo en Madrid. Coincidiendo con el Orgullo (cuyo pregón de este año 2021 reivindica a las drags, travestis y transformistas) llega a Madrid Paco España, de la gloria al olvido. José Ignacio Galán, aka Nacha La Macha, se consagra sobre el escenario del Marquina, uno de los más prestigiosos de la capital. Y nos lleva de regreso al mítico Gay Club.
Santiago Escalante (autor también del texto original) e Israel Reyes firman un espectáculo tan valiente como necesario. Recordar la vida de este grande del transformismo es recordar unos años decisivos para el movimiento LGTBI cuando esas siglas se resumían, simplemente, en ser maricón. Lejos de lo que podría pensarse, el show no es una sucesión de números de Paco España sin más, sino una obra muy bien armada en la que se ponen muchos puntos sobre muchas íes.
La vida de los ‘maricones’ de aquella época era una continua contradicción, que hoy se definiría como microhomofobia dentro del propio colectivo. Como también era una contradicción vivir en la clandestinidad y ser, a la vez, un referente en los escenarios españoles para ese público que estaba ansioso por descubrir el color y las lentejuelas, tras el blanco y negro de los años finales de la dictadura franquista.
Lo es, también, recordar cómo la prensa supuestamente afín al régimen reconocía en su momento que Lola Flores tenía celos de Paco España porque el artista canario «hacía de Lola Flores mejor que la mismísima Lola Flores» (en la obra se ve a través de un texto del periodista Antonio D. Olano al que se hace mención), mientras los medios supuestamente liberales de la Transición solo buscaban el morbo del titular de «mi marido es un maricón que se casó conmigo para tapar su homosexualidad».
Por eso es tan necesario este espectáculo en este momento. En pleno auge del fenómeno drag con la versión española de RuPaul Drag Race, en pleno resurgir de los shows de travestis tras la reapertura de los bares post-covid, todo el mundo debería ir al Marquina a recordar cómo Paco España triunfó en un local que en el tardofranquismo ya se llamaba Gay Club. Estaba en Atocha, en los bajos del Hotel Nacional, y por allí pasaron desde artistas y ‘gente de bien’ de esos años, hasta todos «los mariquitas» que tenían que vivir en la sombra su realidad, que hoy llamamos LGTBI.
José Ignacio Galán, Nacha La Macha, se consagra en esta función. Es una de las travestis (o drag o transformista, como se la quiera llamar) más conocidas de España que, con esta obra, da un paso de gigante en su carrera como actor. Triunfar en el escenario del Marquina es algo que recordará toda su vida. Lo hace tras estrenar la obra en Gran Canaria (tanto el Cabildo insular como el Gobierno autonómico se han implicado en el proyecto para poder sacarlo adelante), y no debería quedarse en solo cuatro días de representación. Paco España, de la gloria al olvido debería hacer temporada tras el verano. Es recordar cómo la lucha por las (cuestionadas) libertades de hoy se dejó muchas víctimas en el camino. Y esas víctimas tienen que tener su reconocimiento.
Nacha La Macha está acompañada en escena por los también magníficos José Vicente Martínez y José Carlos Campos. Estos tres grandes Josés suben a escena y dan vida a toda una serie de personajes en este espectáculo, tan sencillo como brillante, en el que Santiago Escalante e Israel Reyes repasan la España de unos años complicados y fascinantes.
En los años 70, un canario se enfundó una bata de cola y se puso a España por apellido y por montera. Una vez triunfó en los cabarés, dio el salto a los teatros. Se codeó de tú a tú con los grandes del espectáculo y llegó a eclipsar a la mismísima Lola Flores, que terminó denunciándolo tras el estreno en el Teatro Muñoz Seca de la obra Pecado mortal, del citado Antonio D.Olano. Ese canario, Paco España, sobrevivió al otro Paco, el de El Pardo, y conquistó a las musas de la Transición.
Pero no pudo disfrutar de los logros que hoy tenemos gracias a personas como él. No pudo hacerlo porque el submundo en el que tuvo que vivir tenía más fuerza que esa falsa realidad que mostraban los focos.
Los maricones de hoy debemos recordar a todos esos luchadores… que no sabían que lo eran. Nuestra comunidad LGTBI no existiría sin ellos. Nacha La Macha consigue que Paco España regrese al Gay Club. Los maricones de hoy debemos correr al Marquina, porque este espectáculo es obligado.