La educación de los más pequeños en términos de tolerancia y diversidad resulta imprescindible para tener un futuro con menos prejuicios, sobre todo, de cara al genderless, la moda sin género. Megan Fox ha respondido a las críticas que ha recibido en redes su hijo de 8 años, Noah, y denuncia el bullying que sufre en el colegio por llevar vestidos.
Hace cuatro años, Fox tuvo que lidiar con comentarios de odio por permitir que su hijo se vistiera de Elsa, la protagonista de Frozen, uno de los personajes favoritos del pequeño. Pero ella no iba a permitir que el género tradicionalmente asociado a la ropa, a los juguetes o a los colores afectase a su hijo. “Estoy enseñándole a tener confianza en sí mismo sin importar lo que digan los demás, a pesar de que dejó de usar vestidos durante un tiempo”.
Pero después de haber compartido una foto en la que aparece Noah con vestido han vuelto a aparecer las críticas, y no solo por adultos sino también por sus compañeros de clase. “Hay gente mala, horrible y cruel. Y los niños no deberían leer esas mierdas. En el colegio le dicen a mi hijo que los niños no usan vestidos o que el rosa es solo para niñas”, ha asegurado la actriz en la entrevista para InStyle.
Fox siempre ha defendido el amor que siente su hijo por la moda y la creatividad, motivo por el que lo apuntó en un colegio hippie y liberal de California que, finalmente, ha resultado ser igual de dañino para Noah que los demás. “Noah diseña y dibuja sus propios outfits. Es un niño con mucho talento y le gusta la moda. Él es quién elige su ropa, y le gusta llevar vestidos a veces”.
En un grito por silenciar las bocas que hieren la sensibilidad de su hijo, denuncia que los niños deben ser ellos mismos, libres y vivir sin prejuicios que, la mayoría de las veces, son inculcados por los adultos. El padre de Noah, Brian Austin Green, también defendió a su hijo ante los medios: “Si quiere usar vestido, lo usa. No le hace daño a nadie”. Y Megan recordó una frase que le dijo Noah al volver un día de clase que demuestra la fortaleza del pequeño a pesar de su corta edad: “Cuando entré en el colegio, todos los niños se rieron de mí. Pero no me importa. A mí me encantan los vestidos”.
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