Boldizsár Nagy, editor del libro infantil de temática LGTB El país de las maravillas es para todos, ha huido de Hungría por las continuas amenazas que ha recibido desde la publicación del libro. Las autoridades húngaras han criticado ferozmente su novela infantil por no advertir a los lectores de que podían encontrar en sus páginas referencias de roles de género “no tradicionales”.
El autor ha denunciado públicamente la campaña contra su libro en una entrevista para el portal de noticias 24.hu, y ha asegurado que no ha podido permanecer más tiempo en su país natal tras la entrada en vigor de la ley antiLGTB el pasado mes de junio. Una ley que prohíbe la cultura LGTB a los menores de edad en los colegios, y cualquier referencia sobre la homosexualidad y la transexualidad.
Nagy reconstruye en su libro los populares cuentos de hadas, pero esta vez con personajes heroicos que surgen de las minorías en una apuesta por la inclusión y la diversidad. Entre ellos, define a niños que viven en la más absoluta pobreza, niños con discapacidades, otros con enfermedades, víctimas de violencia doméstica, homosexuales y transexuales. Con ellos quiere representar las diferentes realidades de la sociedad para que todos puedan sentirse identificados con su libro, en especial, los más pequeños.
El Gobierno de Hungría no dudó en posicionarse en contra. Cuando se publicó el libro, un diputado de la extrema derecha lo criticó y cuestionó severamente, y el primer ministro del país, Viktor Orbán, corroboró sus palabras en un discurso en el que igualaba la homosexualidad a la pedofilia: “Dejen a nuestros hijos en paz”, exigía.
Una ley que pone en peligro el bienestar y la salud mental de los jóvenes LGTB, y también a los autores, artistas e intelectuales como Boldizsár Nagy, por incluir en sus expresiones artísticas y culturales referencias hacia el colectivo LGTB. La Unión Europea ya ha tomado medidas contra esta ley y ha iniciado acciones legales contra Hungría por vulnerar los derechos fundamentales consagrados en el artículo 2 del Tratado de la Unión Europea. Ahora, se encuentran a la espera de recibir información sobre la resolución de esta ley, aunque Hungría no se lo va a poner fácil ya que ha convocado un referéndum, previsto para finales de este año, para que el pueblo decida si esta ley sigue o no vigente.
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