Rob y su marido Patrick, ambos de Oxfordshire, viajaron a Birmingham para asistir a una fiesta el sábado pasado, pero a la salida del pub Missing del barrio gay de la ciudad fueron agredidos por un grupo de cuatro hombres que iban en una camioneta. La pareja junto a una amiga que salió en su ayuda recibieron puñetazos, patadas y golpes con una botella de vidrio por parte de los cuatro individuos en lo que parecía un “ataque premeditado”.
La agresión se produjo alrededor de las cuatro de la madrugada cuando los jóvenes salían del pub donde se encontraban. Un grupo de hombres se acercó en una camioneta hasta donde estaban los chicos y comenzaron a lanzarles insultos homófobos. Patrick sacó su teléfono para grabar los hechos pero uno de ellos salió de la camioneta, le robó el móvil y le empujó para que cayera al suelo. Antes de que la camioneta arrancara, una de las amigas de la pareja se acercó a la ventanilla bajada del copiloto para recuperar el móvil que fue arrastrada por la carretera mientras el vehículo iniciaba la marcha produciéndole lesiones en el pie.
Después, se marcharon pero la pareja no dudó en seguirles hasta el siguiente semáforo para recuperar el móvil. Cuando los agresores se dieron cuenta de que los estaban siguiendo se bajaron en el semáforo y le propinaron puñetazos y patadas. Incluso sacaron una botella de vidrio de la camioneta con la que le pegaron en la cabeza a Rob varias veces mientras le llamaba “fagot” (maricón). Los chicos y su amiga llamaron a la policía y a los servicios sanitarios, y fueron trasladados de inmediato al hospital con numerosas heridas. Rob recibió dieciséis puntos en la cabeza y seis más en la mano.
Actualmente, la policía de West Midlands ha abierto una investigación para dar con los agresores de este delito de odio, que se dieron a la fuga tras la paliza. “Han sufrido insultos homófobos antes de sufrir lesiones físicas. Estamos trabajando muy duro junto a las empresas de la zona y el BID de Southside para encontrar cuanto antes a los responsables de este terrible delito de odio”, ha asegurado la policía de West Midlands.
“Intenté ser amable e iniciar una conversación con ellos, pero fueron muy agresivos con nosotros desde el principio y creo que esa era su intención. No sé por qué demonios estos chicos piensan que es divertido ir al barrio gay de la ciudad a atacar a las personas queer”, ha asegurado Rob en una entrevista para Pink News donde deja claro que fue un “ataque premeditado”. Ahora, solo esperan que se haga justicia con sus agresores ante este brutal delito de odio.
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