Haber sido seleccionada con Culpa como una de las catorce propuestas para el Benidorm Fest, del que saldrá la candidatura española para Eurovisión 2022, la descolocó tanto como le dio marcha. Porque ha forzado a Javiera Mena a ponerse las pilas e informarse todo lo posible, y a toda prisa, sobre el eurofestival, del que reconoce que sabía poco.
Ahora mismo se siente igual que una candidata política de un partido frente a unas elecciones, y está disfrutando enormemente con todos los prolegómenos que culminarán con su actuación en la segunda semifinal del Benidorm Fest, el 27 de enero, en el Palacio de Deportes L’Illa de Benidorm. «Recibí una llamada del comité de selección y me convocaron junto a otros muchos artistas. Mandé la canción sin ninguna expectativa«, asegura.
Reconoce que su cultura eurovisiva es muy limitada. En Chile, el festival de Viña del Mar, en el que ha participado, sí es un gran evento, pero cuenta que Eurovisión se conoce de oídas y poco más. «Mis amigos del espectáculo sí saben de Eurovisión, y ahora mismo flipan al ver lo que me ha pasado. Pero los chilenos no lo llevan en el corazón como los europeos. Yo ahora sí«.
Decidió proponer Culpa porque pensó que su mensaje es lo suficientemente poderoso como para que resonara entre los encargados de seleccionar las catorce finalistas. Tuvo buen ojo. «Habla de la liberación de la culpa, un símbolo muy fuerte en nuestra cultura, en nuestro ADN». Javiera aprendió muy pronto lo que era la culpa porque fue a un colegio de monjas en Santiago de Chile. «Sigue teniendo un lugar en mi corazón, aunque cada vez más pequeño», afirma. «Quise presentar una canción para que nos liberemos un ratito».
Seguro que Javiera combinará en su actuación en el Benidorm Fest futurismo y lesbianismo, dos de sus señas de identidad. «Yo nunca sentí culpa por ser lesbiana», confiesa. «Más bien al revés. Por eso lo empecé a decir por todas partes desde los inicios de mi carrera, para ver si así encontraba novia…», dice entre risas, con la sinceridad y espontaneidad que le caracterizan.
Culpa, con ese impactante órgano que abre el Eurovision Edit que acaba de estrenar –la versión con la que se presentará–, recuerda sin duda a It’s a Sin, el clásico de Pet Shop Boys. «No lo hice de forma consciente», asegura. «Pero tiene sentido, porque me encantan. Ahora que lo dices, la referencia, sobre todo a esa canción, es total».
SHANGAY ⇒ ¿Te muestras optimista de cara al Benidorm Fest?
JAVIERA MENA ⇒ Sí. Siento que la rivalidad es sana, y hay grandes canciones candidatas. Puede pasar perfectamente tanto que gane como que no. Voy a disfrutarlo pase lo que pase. Estar ahí ya es superpoderoso para mí.
«Siento que la rivalidad que tenemos los participantes es sana»
SHANGAY ⇒ ¿Pensaste al presentar Culpa que si te seleccionaban ibas a llegar a más público?
JAVIERA MENA ⇒ No lo pensé en ese momento, ahora ya me he dado cuenta de que está sucediendo. Veo que estoy llegando al público de Eurovisión, a gente de fuera de España que está pendiente de todas las preselecciones. Es un ambiente increíble, de muy buena onda; ya veo que son como las Olimpiadas de la música.
SHANGAY ⇒ ¿Cómo está siendo para ti descubrir el universo eurofán?
JAVIERA MENA ⇒ Muy positivo. Llegué recientemente a España y todavía lo voy asimilando. Es increíble ver que los eurofans están pendientes de cada guiño que hace una; tiene un punto filosófico y político detrás. Es un engranaje de ideas, conceptos, música y arte muy bonito. Es muy lindo lo que se genera en torno a Eurovisión.
SHANGAY ⇒ ¿Te quita el sueño tu actuación?
JAVIERA MENA ⇒ No, porque estoy en un buen momento para enfrentarme a ella. Ya llevo mis años y he estado en otros festivales televisados (que sé que son superfríos). Tengo muchas ganas, y encima no siento los nervios que sí tenía antes. Tengo una expertise en televisión. El 80% de la actuación está listo, y vamos mejorando sobre la marcha. Cuento con un gran equipo de gente a la que le gusta mucho mi proyecto, y eso es lo más importante, contar con un team comprometido conmigo.
SHANGAY ⇒ ¿Te inquietan las propuestas escénicas de algunos participantes en concreto?
JAVIERA MENA ⇒ No. Porque hay grandes artistas de los que quiero aprender. Suena a cliché, pero ya con el hecho de estar en el Benidorm Fest y poder presentar mi música me doy por pagada.
«Es muy lindo un engranaje de ideas, conceptos, música y arte que supone Eurovisión»
SHANGAY ⇒ ¿Con qué compañeres conectas más?
JAVIERA MENA ⇒ Con Luna Ki, porque ya la conocía. Y me sé temas suyos, como Septiembre, de memoria. También con Rigoberta Bandini. Tenemos un público similar, y podemos compartir cartel en festivales. Yo soy muy de hacer amigos, así que seguro que cuando estemos en Benidorm conectaré con más. Porque al final todos somos artistas y estamos en la misma, tenemos que apoyarnos. El arte es relativo; no es como el deporte, donde realmente puedes medir quién tiene más fuerza. Voy a hacerlo lo mejor posible, pero el resultado no depende de mí.
SHANGAY ⇒ ¿Cómo te sientes al ser una de las representantes LGTBI del certamen, y además de origen chileno?
JAVIERA MENA ⇒ Feliz, porque yo siempre estoy representando al colectivo, sobre todo a las bolleras, españolas y latinas. Porque con todo el tiempo que llevo viviendo aquí, me siento totalmente madrileña. Estoy muy comprometida con esa representación, y con una presión sana por dejar bien parada a toda la comunidad LGTBI y a la latina, que me apoya también desde aquí y desde el otro lado del charco.
https://twitter.com/javieramena/status/1481367302515965955?s=20
Tras la entrevista, acompañamos a Javiera Mena a un selecto encuentro con periodistas y eurofans, porque quería escuchar opiniones y propuestas que pudiesen contribuir a mejorar su propuesta en el Benidorm Fest, y tener otra perspectiva.
No solo tomó buena nota de todo lo que escuchó, pues se enteró por Shangay de que existe un grupo de WhatsApp en el que están muchos de los participantes, y ha logrado formar parte de él. Como fue Rayden quien nos lo contó, nos pusimos en contacto con él, y se mostró encantado de agregarla. Desde luego, con sus actos confirman que de momento se respira más buen rollo que rivalidad. Que dure.