«Encontrar a un gay en nuestro país es como encontrar un McDonald’s que funcione», dice una voz en off en uno de los anuncios del programa. «Definitivamente existen, pero hay muy pocos, y no todos los conocen», añade.
El programa se basa en encerrar a ocho hombres en una casa para que traten de descubrir cuál de ellos es homosexual. Así, todos ellos se esforzarán por parecer lo más heterosexuales posibles forzando incluso la masculinidad más tóxica.
Entre las pruebas del programa se encuentran las visitas de strippers para tratar de pillar al gay del grupo. Así, habría que demostrar interés y excitación por la mujer que hace bailes eróticos con poca ropa y ninguno por el hombre.
«Espero que descubran rápidamente a los homosexuales», explica Milonov a los competidores al comienzo del espectáculo, haciendo un gesto de degüello. Al final del capítulo tendrán que votar quién creen que es el homosexual. Si alguno falla, se subraya que «ha matado a una persona inocente», como si ser homosexual significara ser culpable de algo.
El premio para el ganador asciende a dos millones de rublos, unos 27.000 euros. Y en caso de que el hombre gay de la casa no sea «descubierto», el dinero será para él.
Los dos primeros episodios, que se compartieron en YouTube antes de ser eliminados por violar su política sobre amenazas y acoso, acumularon más de un millón y 500.000 visitas, respectivamente.
A pesar de que la homosexualidad es legal en Rusia desde 1993, las personas LGBTIQ+ afrontan desafíos sociales continuos en el país. Desde el Gobierno de Putin se ha institucionalizado la homofobia catalogando como delito «promover un estilo de vida homosexual», y cualquier referencia al colectivo en cualquier ámbito está vetada.
El matrimonio entre personas del mismo sexo también está prohibido, y Putin ya ha dejado claro que seguirá siendo así: «Mientras yo sea presidente, seguirá habiendo papá y mamá», proclamó. Los delitos de odio basados en la orientación sexual y la identidad de género no están prohibidos por la ley, y no existe ningún tipo de protección contra la LGTBIfobia.
Un programa cuya finalidad es que un concursante esconda su homosexualidad y fuerce su masculinidad, ocultando su orientación sexual en vez de darle visibilidad, es un gesto poco ético hacia el colectivo.