Quedamos con Xabier Anduaga en el casco viejo de San Sebastián justo un día después del estreno de La Fille du Régimen (en el que bisó el aria Ah, mes amis), una ópera que, en sus propias palabras, “es una sucesión de fuegos artificiales; desde que empieza hasta que termina, con las arias del tenor, las de la soprano, los tercetos…” nos dice sentado en una terraza frente a la catedral donostiarra.
También nos adelanta que está dejando un poco atrás una serie de obras, y que pronto lo veremos, entre otros papeles, como algunos roles del verismo “más pesado”. Sin desvelar fechas ni teatros, nos deja caer que Werther, protagonista de la obra homónima de Massenet, o el Duque de Mantua en el Rigoletto de Verdi son personajes que están a punto de caramelo.
En Donosti no es que se sienta en casa: es que está en su casa. Allí comenzó una hoy fulgurante carrera que le ha llevado del Orfeón Donostiarra a debutar en el Covent Garden londinense o, en breve, el Metropolitan de Nueva York. Todo ello tras pasar por ese trampolín mundial que el concurso Operalia de Plácido Domingo.
Elegido como Mejor Cantante Joven de Ópera del Mundo en los International Opera Awards [para muchos una especie de Oscar de la Ópera] Xabier Anduaga sigue teniendo los pies en el suelo. Quizá ayude el hecho de que su compañera de viaje en esta trepidante aventura internacional sea Elena Barbé, su pareja, profesora de canto, compañera en el Orfeón Donostiarra y también guipuzcoana de la Bella Easo. Juntos forman una pareja ‘de ópera’ que, si no se tuercen las cosas, tiene mucho por cantar. Y será en los mejores teatros del mundo.
A sus 27 años ha visto ya mucho. Pero nos asegura que este triunfo en su tierra le ha tocado especialmente. Son también esas cosas cercanas las que le hacen no perder la noción de la realidad. Tanto que hace unos meses, cuando no pudo ir a recoger un premio que le daba la asociación Ópera XXI en el Teatro de La Zarzuela nos pidió a Shangay que lo hiciésemos en su nombre. Pero también que lo hiciésemos con un discurso que visibilizase a la comunidad LGTBI+.
«Me hacía ilusión debutar en este rol aquí, cantar delante de mi familia, de mis amigos. Me gusta cantar en Donosti»
Así es Xabier Anduaga, el tenor español al que veremos en los próximos años encabezando los mejores elencos de los más importantes teatros de ópera en todo el planeta. Esto no es opinión ni son conjeturas: es estricta información, pura y dura, que damos porque sabemos que los contratos ya están firmados. Y son muchos.
SHANGAY ⇒ Esta primera pregunta es muy fácil, pero es que también es obligada, ¿cómo se despierta Tonio tras su primer bis en su tierra?
XABIER ANDUAGA ⇒ Contento. Muy emocionado. No me esperaba que el público estuviera tan contento, y yo estoy igual. Creo que pocas veces he estado tan contento después de una función.
SHANGAY ⇒ Me parece muy bonito que en este momento dulce de tu vida, teniendo, como tienes, a muchos de los mejores teatros del mundo disponibles para debutar en este papel, hayas elegido hacerlo en tu tierra, de grandísima tradición musical, pero no operística, como si la tiene sin embargo la vecina Bilbao.
XABIER ANDUAGA ⇒ La verdad es que, como te dije, no me esperaba que la gente estuviera tan contenta. Es un título que es emblemático para un tenor, pero que no es tan conocido. Para mí era muy importante debutar en él, porque lo voy a cantar en otros muchos teatros. Ya está firmado. Pero sí: me hacía ilusión cantarlo delante de mi familia, de mis amigos. Y ayer [recordemos que esta entrevista se hizo al día siguiente del estreno y un día antes de la segunda función, en la que también bisó] vi que la gente tenía ganas de escucharme, y que me han agradecido este debut en Donosti.
Un momento de la producción de La Fille du Régiment que se acaba de estrenar en la Quincena Musical de San Sebastián.
SHANGAY ⇒ Encima lo hiciste en una producción con muchísimos guiños a tu tierra, con una gran parte del equipo creativo de aquí, como la soprano Elena Sancho-Pereg [Marie, la hija del regimiento], con parte de los diálogos traducidos al euskera. Es bonito que cuando te estás ‘comiendo el mundo’ quieras hacer algo así.
XABIER ANDUAGA ⇒ Era todo muy donostiarra, el coro, la orquesta, los compañeros… Incluso estaba ambientado en el País Vasco Francés, con sus guiños. Me he sentido muy cómodo y ha sido súper bonito. Muy especial.
SHANGAY ⇒ Es una ópera con una partitura muy complicada de cantar, pero podría parecer, a quien no esté muy metido en este mundo, que es un divertimento, una comedieta tonta, porque es muy cómica y divertida.
XABIER ANDUAGA ⇒ Yo creo que es un espectáculo desde que empieza hasta que termina. Hay muchas óperas de Donizetti o de Rossini que igual tienen partes que son, por decirlo de alguna manera, menos bonitas, con menos fuegos artificiales. Pero en esta con las arias del tenor, las de la soprano, los tercetos… todo son fuegos artificiales.
«Me resulta ridículo que alguien me diga ‘soy gay’. Para poder terminar con esto, los que tenemos visibilidad por nuestros trabajos tenemos que hacer que sea más normal»
SHANGAY ⇒ Desde nuestra última entrevista hasta ahora ha pasado relativamente poco tiempo, un año, cuando fuiste nuestra portada del mes de agosto del año pasado en el Teatro Real. Pero han pasado muchas cosas. Todo se ha ido cumpliendo según el guion previsto. ¿Hay algún imprevisto sobre lo hablado entonces que se pueda contar? Porque todo parece que sigue muy bien encarrilado…
XABIER ANDUAGA ⇒ Va muy bien y, además, lo que más me ilusión me hace, y esto no es nada que no se sepa, es que voy a volver a los teatros en los que he estado –y además he estado muy cómodo– como Madrid o como Londres. Están contentos conmigo, y yo me siento muy cómodo. Para mí es súper importante volver a los teatros en los que me siento querido y bien. Como el Teatro Real, donde voy a estar mucho, y donde me siento como en casa.
Xabier Anduga fue portada de Shangay en agosto del pasado verano junto con el tenor estadounidense Michael Fabiano. [Fotos Carlos Villarejo]
SHANGAY ⇒ No estamos hablando de teatritos pequeños, sino de salas históricas e importantísimas en la ópera a nivel mundial.
XABIER ANDUAGA ⇒ También este año debuto en el Liceo de Barcelona, que me hace mucha ilusión, y tengo previsto regresar mucho allí. Tengo que decir que me siento profeta en mi tierra. Me siento querido y apreciado en España y espero seguir así, porque para mí cantar en España es súper importante, porque es donde más cómodo me siento. Esa es la realidad.
SHANGAY ⇒ Repito una pregunta que te hice la última vez: ¿cómo a tu edad y habiendo conseguido lo que has conseguido, no te has vuelto un imbécil gilipollas?
XABIER ANDUAGA ⇒ Pues te respondo lo mismo [risas]. Porque yo creo que eso es de nacimiento. Si se es gilipollas, se es gilipollas desde que se empieza. A mí lo que me ocurre es que, cuantas más cosas hago, cuantos más logros –por decirlo así– consigo, pues estoy más satisfecho y contento por mi trabajo. Eso creo que es lo más importante: estar tranquilo, orgulloso, que es, por ejemplo, como se siento después de ayer. Satisfecho con lo que hago y con el trabajo de cada día.
«Cuantas más cosas hago, y cuantos más logros –por decirlo así– consigo, pues estoy más satisfecho. Creo que es lo más importante: estar tranquilo, orgulloso»
SHANGAY ⇒ Las agendas de la ópera son secretas y a muchos años vista. Nadie las abre, y no voy a pretenderlo, pero algo se podrá adelantar. ¿Algún reto o especial interés confesable?
XABIER ANDUAGA ⇒ Confieso que, por ejemplo, he dejado atrás Rossini, que las óperas que vienen por delante van a ser más belcanto, digamos, un poco más ‘pesado’. Que me voy un poco hacia Lucia y que, poco a poco, voy a llegar a otros títulos que la gente quiere escuchar, pero la realidad es que mi voz, también poco a poco, se está desarrollando hacia ello. Y yo la dejo. Pronto, en breve, aunque no voy a decir cuándo [risas] llegará Rigoletto, Werther. Llegarán… en breve [risas].
SHANGAY ⇒ Esto suena un poco a Kraus…
XABIER ANDUAGA ⇒ [Más risas] Es que al final no está mal fijarse en quien lo ha hecho tan bien, ¿no? Considero que ese puede ser el camino más natural, en el que más cómodo me siento y hacia donde creo que va a ir mi voz.
SHANGAY ⇒ Dicho esto, lo de Kraus, sin pretender bendecir esa manía tan dada en este mundo del periodismo y la ópera de las comparaciones, de los relevos. Los grandes han sido grandes y nunca serán sustituidos, pero ello no impide que lleguen nuevos grandes, diferentes.
XABIER ANDUAGA ⇒No, ¡ni mucho menos! Yo no quiero sustituir a nadie, y mucho menos a Kraus, que para todos es quien es. Pero sí hay que fijarse en quien ha hecho bien las cosas y ver el porqué. Para mí es un referente, y ver que ha cantado el repertorio que necesitaba su voz en cada momento, y que ha hecho un desarrollo natural. Y creo que a mí me va a pasar lo mismo.
Xabier Anduaga y Elena Sancho-Pereg en La Fille du Régiment, obra con la que la ópera regresó a lo grande a la Quincena Musical de San Sebastián tras varios años sin poder montarse por las restricciones impuestas por la pandemia.
SHANGAY ⇒ Volvamos al glorioso debut en La Quincena Musical de San Sebastián con La Fille du Régiment. ¿Larga vida a la quincena?, ¿habrá cositas en tu tierra?
XABIER ANDUAGA ⇒Pues la realidad es que no lo sé. Me gustaría, porque me gusta cantar en Donosti, pero la realidad es que no hay ninguna propuesta.
SHANGAY ⇒ El discurso que quisiste transmitir a través de nuestra revista en los premios Ópera XXI por la visibilidad LGTBI, en un momento como el que estamos, gustó y sorprendió a partes iguales…
XABIER ANDUAGA ⇒ Da pena, mucha pena, el tener que dar visibilidad o tener que decir lo que quise decir. Pero es la realidad. O seguimos en el camino de dar a cada uno el sitio como hay que dárselo, o seguiremos como estamos. A mí me pasa con muchos amigos, el miedo que puedan sentir por decir lo que piensan o lo que sienten… El tener que seguir diciendo si eres o no eres ¿qué? Me resulta ridículo tener que escuchar que alguien me diga “soy gay”. Creo que para poder terminar con ese tipo de frases tenemos que hacer –quienes podemos tener visibilidad por nuestros trabajos– que sea más normal. Y que lleguemos a un punto en el que nadie tenga que decir nada de todo eso, que todo el mundo sienta y haga lo que le dé la gana con su cuerpo, con su vida, con su cabeza y con todo.
SHANGAY ⇒ Quizá es menos frecuente en un mundo como el de la ópera.
XABIER ANDUAGA ⇒Al final, igual es un sitio en el que el arte te la oportunidad de ser más libre para poder decir lo que piensa. Y poder cada uno ser como es y no tener que esconderse de nada. ¿Que ya es ridículo que nos tengamos que esconder a estas alturas!