Almácor es sinónimo de brillos platino… y uñas radiantes, porque las lleva impolutamente pintadas y, encima, reflectantes. No podía ser de otra manera cuando vive la cuenta atrás hasta el Benidorm Fest, en el que participará con la canción Brillos platino. «Me hizo la uñas una chica que me recomendó Angy«, cuenta. «Incluso nos planteamos que nos las vuelva a hacer a los dos para el festival». Se nota que hay buen rollo entre ellos, algo que este artista y compositor del universo urbano confiesa. «Es que no me tomo esto como una competición», asegura. «Si lo hiciera, sentiría que mancho la experiencia. No quiero ver a mis compañeros como rivales, porque quiero disfrutar con todos ellos. Obviamente, me gusta ganar, como a todo el mundo, pero sé que, pase lo que pase, vamos a llevar una representación increíble a Eurovisión».
Afincado en Madrid desde hace año y medio, Almácor, cuya familia vive en la Vega Baja alicantina («voy siempre que puedo»), lleva todo este tiempo sintiendo que su sueño se ha hecho por fin realidad, porque se dedica a la música en sus propios términos, con un importante equipo alrededor que cree en su talento y le está ayudando a desarrollarse como artista. «El cambio ha sido muy bestia en este tiempo. Voy dando pasos hacia adelante de una manera natural y orgánica, muy enfocado en el objetivo que me planteé cuando empecé en la música, que era vivir de ella y que la gente disfrute y conecte con lo que hago», cuenta.
El Benidorm Fest llevaba tiempo en su cabeza, pero no fue hasta este año que vio claro que era el momento de presentarse. «Antes no tenía ningún tema que me representase al cien por cien. Cuando mi equipo me animó a presentarme este año vi que era el momento, porque tenía la canción perfecta«. Con Brillos platino va a muerte, y lo transmite cada vez que habla de ella. «Voy a armar la de dios, la gente no está preparada para mi show, va a ser épico», avanza con una enorme sonrisa. Antes de llegar a Benidorm, siente que tiene que pisar un poco el freno para llegar en plena forma. «Es que no sabes el tute que me dio, tanto con las clases de canto como con el deporte. Hay días en que me acuesto reventado. Creo que debo aprovechar los días que pueda antes de irme en rebajar un poco y cuidarme«.
«Estoy en el mejor momento de mi vida»
Brillos platino es una de las canciones más escuchadas de todas las que participarán desde el día uno, y aunque Almácor es consciente de ello («no vivo en los mundos de Yupi»), relativiza este hecho. «No estoy muy metido en redes sociales», confiesa. «Ni pendiente de lo que se está comentando sobre mi canción o sobre posibles favoritos, y tampoco de las estadísticas. Quiero ser feliz y disfrutar lo máximo posible de esta experiencia y de todo lo que conlleva el camino. Lo que pase en Benidorm, ya se verá. Lo que no voy a negar es que estoy súper feliz. Creo que es el mejor momento de mi vida, tanto a nivel musical como personal».
Por el camino, con su desparpajo se ha ido ganando fans tan inesperadas como Lydia Lozano, que se apuntó sin dudar a un challenge que hizo viral. Sorprendentemente, Almácor no sabía quién era hace unos meses. «No veía Sálvame, fue mi novia quien me dijo de ver el reality [Sálvese quien pueda], y me transmitió mucha ternura. Cuando coincidimos en el programa Mañaneros se lo propuse, y me dijo que sí al momento».
«No quiero ver a mis compañeros como rivales, mancharía la experiencia»
El alicantino, que lleva con orgullo representar los sonidos urbanos en el Benidorm Fest, siente que lo importante no es el género de cada canción, sino lo que el intérprete y el tema transmitan. «Eso me pasó a mí cuando vi a Måneskin en Eurovisión, su energía y su actitud me flipó y conecté muchísimo con ellos». Siempre ha visto el festival en familia, con porra incluida –como debe ser– y coincide con st. Pedro en que la actuación de España que tiene grabada a fuego en la memoria –sin contar a Chanel, mucho más reciente– es «la de Rosa». El primer nombre internacional que le viene a la cabeza como icono eurovisivo no sorprenderá a nadie: «Loreen, claro».
Visualiza lo que se avecina, y asegura que es posible que la tila se convierta en su mejor aliada en los días previos a su semifinal. «¿Sabes qué pasa? Que independientemente de que el evento en que actúo sea más o menos grande, para mí los nervios son los mismos». Su ritual para controlarlos es siempre el mismo: «Antes de subir al escenario siempre me pongo un par de canciones, suelen ser las mismas: Gold Diggers, de Natos y Waor, y Rain II, de Trueno«. Consciente de que en Benidorm lo tendrá muy complicado, dado que tendrá que estar preparado en el escenario minutos antes de su actuación, tendrá que cambiar el ritual: «Las tendré que cantar por dentro, y así ya arrancar tranquilo».
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