A sus 21 años, la gaditana Judeline es una de las más firmes promesas de nuestro pop, con una proyección internacional cada vez mayor. Que seguirá creciendo gracias a Bodhiria, su esperadísimo álbum de debut, que ya ha visto la luz.
Mucho ha llovido desde que, en 2020, Lara Fernández publicara sus primeros singles, Solo quiero huir y De una manera, que llamó especialmente la atención por la historia de amor lésbico que contaba. Judeline demostró desde muy pronto tener una voz, una sensibilidad y un estilo únicos, que desafían cualquier etiqueta. Su manera de fusionar pop, flamenco y electrónica la ha ido refinando con el tiempo.
Tras telonear nada menos que a J Balvin en su última gira europea, Judeline tiene mucho que celebrar. Previo a aquella gira nos confesaba que tenía «muchas ganas de ver cómo reacciona el público a todo en lo que llevo mucho tiempo trabajando». Bodhiria es un álbum al que se le tenían muchas ganas, y si se ha hecho de de rogar es porque –asegura– tanto sus productores, Tuiste y Mayo, como ella son extremadamente perfeccionistas. «Nos hemos juntado tres pesados increíbles», dice con una sonrisa.
Afincada en Madrid desde los 17 («cada vez me atan menos cosas a Los Caños, porque por desgracia está invadido por un turismo de masas que no me atrae y me pone triste»), Judeline se ha convertido en ciudadana del mundo en tiempo récord, dada la cantidad de países que ya ha visitado gracias a su música, de Francia a México. Y los que se vienen.
SHANGAY ⇒ ¿Qué tiene de especial Mangata [hablamos con ella cuando lo acababa de lanzar] para ti?
JUDELINE ⇒ No sé explicarlo bien, pero me transmite algo que no había escuchado nunca antes. La siento como una joyita pequeña, porque tiene muy pocos elementos. Me transmite algo místico.
SHANGAY ⇒ ¿Y qué tienes tú de mística?
JUDELINE ⇒ Mucho, ¡si mis padres son hippies! [risas]. A ver, no lo son muchísimo, pero la espiritualidad siempre ha estado en mi casa. Siempre he sido muy sensorial y me he sentido conectada conmigo misma y con la vida, y creo que eso es lo que convierte a una persona en espiritual cuando crece.
«Siempre me he sentido muy conectada conmigo misma y con la vida»
SHANGAY ⇒ ¿Cómo cuidas ese misticismo en el loco mundo de la industria musical en donde te has metido?
JUDELINE ⇒ Buah, vaya movida con tanta energía que se mueve, ni lo sé… Pero lo consigo. Me dejo guiar por mi intuición, y me he rodeado de gente bastante pura. He ido poniendo barreras, porque al principio me abría mucho a todo el mundo, cogía confianza rápido. Poco a poco, me reservo más y pongo distancia para según qué cosas.
SHANGAY ⇒ ¿Es Mangata el principio de una historia que conoceremos cuando publiques el álbum?
JUDELINE ⇒ Sí. Será un disco muy conceptual, y a medida que vaya sacando singles se irán revelando partes de este cuentecito que voy a contar en él. Mangata surgió de una de las primeras ideas que tuve para el disco, y se me hace de las más especiales, por eso siento que es una buena carta de presentación.
SHANGAY ⇒ ¿Cuándo empezaste a sentir que tu música llegaba a lugares que ni podías imaginar en tus mejores sueños?
JUDELINE ⇒ Recientemente. Cuando me encuentro a gente que de manera inesperada habla de mi música, o mismamente cuando mi madre coge un BlaBlaCar y después me dice «Lara, en el coche te conocían» [risas]. O cuando el carnicero de mi pueblo le dijo a mi padre que a ver cuándo me pasaba para hacerme una foto con su hijo… Esas cosas me hacen gracia.
«De adolescente, Lady Gaga me marcó muchísimo»
SHANGAY ⇒ Ya has colaborado con gente importante…
JUDELINE ⇒ Eso es heavy también. Pero tiene sentido, porque los artistas estamos pendientes de nuestra movida y de lo que pasa en la industria. Me hizo muchísima ilusión trabajar con Cashmere Cat, Tainy o Benny Blanco, porque es gente a la que admiro mucho.
SHANGAY ⇒ ¿Qué se te pasa por la cabeza cuando llegan esas propuestas?
JUDELINE ⇒ Me pongo supernerviosa, no te voy a mentir. De hecho, en todos los viajes intercontinentales que he hecho me he puesto mala del propio nervio. Por lo demás, lo llevo bien, agradezco mucho las cosas tan fuertes que estoy viviendo.
SHANGAY ⇒ Muchas personas del colectivo se sorprendieron gratamente cuando en uno de tus primeros singles, De una manera, contabas una historia lésbica, que se asoció al clásico Mujer contra mujer de Mecano…
JUDELINE ⇒ ¡Amo! Mujer contra mujer es una de mis canciones favoritas del mundo mundial. El otro día la iba escuchando en el tren y me puse a llorar… De vez en cuando me la pongo. Pero cuando compuse De una manera aún no la conocía. Sería un sueño colaborar con Mecano.
«Gran parte de la música que escucho proviene del colectivo, y eso me estimula»
SHANGAY ⇒ ¿Te sientes parte de la comunidad LGTBIQ+?
JUDELINE ⇒ Hace muchos años que no me he sentido atraída por una mujer, pero desde mi adolescencia me he sentido abiertamente bisexual. Por desgracia, solo me gustan los hombres últimamente [risas]. En mis años adolescentes tuve un romance con una chica que me gustaba, y me agarré a ese pensamiento como inspiración para De una manera. En aquel momento me consideraban «la bollera del pueblo» [Barbate], y me daba igual [risas]. Llevaba siempre ropa de mis hermanos mayores, y aunque apenas tuve una historia con una chica, era lo típico que la gente pensaba «algo raro tiene esta niña».
SHANGAY ⇒ Por lo que cuentas, sí tienes claro lo importante que puede ser tu visibilidad…
JUDELINE ⇒ Sí, claro, es algo muy necesario. Igual que el poner etiquetas para mucha gente, algo que no comparto. Está tan bien no ponerlas, es que ni sé hacerlo. Hablo también a nivel musical, está guay que cueste ponerle una a lo que hago; si quieres saber cómo es, escúchalo.
SHANGAY ⇒ ¿Cómo vives a día de hoy las reivindicaciones del colectivo?
JUDELINE ⇒ Siento que era mucho más activa en mi adolescencia. Estaba en organizaciones feministas que iban de la mano con el colectivo LGTBIQ+, iba al Orgullo de Cádiz todos los años. Desde que vivo en Madrid no soy tan activa, pero estoy mucho más rodeada de personas de la comunidad, en mi trabajo y en mi día a día. Igual que gran parte de la música que escucho proviene del colectivo, y eso me estimula mucho, me ayuda a seguir aprendiendo.
SHANGAY ⇒ ¿Has escrito poesía en algún momento?
JUDELINE ⇒ Sí. Siempre fui mala estudiante, así que probablemente lo haga mal, porque la poesía tiene normas en cuanto a métrica y tal. Hace poco, haciendo limpieza en casa, porque mis padres se van a mudar, me encontré con mis diarios de pequeña. Llenos de dibujos (porque siempre he dibujado) y frasecitas. Algunas de las que leí no estaban nada mal [risas].
SHANGAY ⇒ ¿Te has sentido artista desde pequeña?
JUDELINE ⇒ Sí. Era muy artistilla, y reclamaba mucho la atención de los demás. Tengo vídeos con cinco años poniendo a toda la familia en el salón para hacerles pases de modelos. Mi hermana mayor, que siempre me ha estimulado mucho en cuanto a moda, me vestía, me ponía turbantes en la cabeza… Veía los videoclips en MTV y sabía que quería formar parte de eso.
«Me encuentro con situaciones en la industria en las que no me siento escuchada por ser mujer»
SHANGAY ⇒ ¿Cuáles fueron los primeros artistas que te fascinaron?
JUDELINE ⇒ De muy pequeña, mis ídolas eran María Isabel y Hannah Montana. Ya de adolescente, Lady Gaga me marcó muchísimo, Katy Perry, Amy Winehouse…, las divas más accesibles, porque ya me contarás tú qué iba a llegar a Barbate. También me encantaba todo lo relacionado con Disney: Patito feo, Violetta…
SHANGAY ⇒ ¿Te gustaría llegar a ser considerada una diva pop?
JUDELINE ⇒ Siempre he dicho que sí, pero ahora que conozco un poco mejor la industria y lo que supone este trabajo, voy a dejar un poco a merced del mundo si llego a serlo [risas]. Me encantaría porque soy una persona ambiciosa, y me gustaría llegar a hacer cosas que marquen a otros artistas de futuras generaciones. Siempre anteponiendo mi salud mental a todo; si para ser una diva voy a petar, prefiero no serlo. No quisiera llegar a raparme la cabeza… Que estaría monísima, y a lo mejor algún día lo hago, pero que no sea por problemas de salud mental. Además, sigo encontrándome con muchas situaciones en la industria en las que no me siento escuchada por ser mujer. Veo a los cuatro tíos de turno hablando de cosas en conversaciones muy interesantes en las que me gustaría participar, y mi opinión se obvia.
SHANGAY ⇒ Ya has contado alguna vez que llegaste a Madrid con 17 años, con las cosas muy claras y sin un plan B…
JUDELINE ⇒ Me ha salvado la vida sentirme estimulada por querer hacer música. Tuve una adolescencia de mierda, estaba muy perdida, y lo que me saca desde hace años de la cama es la motivación por ser cada mejor persona y mejor artista. Este trabajo me está dando cosas muy bonitas: viajar, conocer personas y cosas increíbles, sentirlo todo intensamente…
«Lo que me saca de la cama es la motivación por ser cada mejor persona y mejor artista»
SHANGAY ⇒ ¿Cómo lo vives cuando actúas en otro país en donde no se te conoce?
JUDELINE ⇒ Como una experiencia más, porque viene a verte gente que no tiene puestas expectativas de ningún tipo en ti. Es superimportante vivir situaciones distintas en un escenario y saber dar lo mejor de ti en todas; te griten, te abucheen o pase lo que pase, todo te ayuda a espabilarte.
SHANGAY ⇒ ¿Te han abucheado alguna vez?
JUDELINE ⇒ ¡No, hombre, no! Sí que he ido a algún festival muy a, principio de mi carrera, en que el ambiente era raro, con gente muy pasada, gritando y no sé qué…, y es una experiencia más. Noto mucho cuando un artista pasa a los grandes escenarios sin haber comido mierda antes, por eso creo que es tan necesario hacerlo.
SHANGAY ⇒ Han coincidido en el tiempo el lanzamiento del single y el anuncio de que telonearás a J Balvin en su inminente gira europea…
JUDELINE ⇒ Ha sido coincidencia total. Primero me dijeron que quizá teloneara a Balvin en su concierto de Berlín, y ya me parecía algo brutal. No solo porque esté a tope con su música, también porque sé el peso que tiene en Europa. Viví su boom durante los cinco meses que viví en Holanda, con 16 años. Era un despojo humano y me mandaron allí a ver si hacía algo con mi vida, básicamente, así que me fui a cuidar niños. En Holanda flipaban con J Balvin, y me encanta vivir ahora esta gira con él, porque sé lo querido que es en toda Europa.
«Hace muchos años que no me he sentido atraída por una mujer. Por desgracia, solo me gustan los hombres últimamente»
SHANGAY ⇒ ¿Te entran inseguridades ante un reto de este tipo?
JUDELINE ⇒ No. Me entra más nervio porque no quiero ponerme mala bajo ningún concepto. Va a ser mucha paliza, mucho viaje, y lo que más me preocupa es cuidarme, comer bien, dormir y no estar estresada, para dar lo mejor de mí.
SHANGAY ⇒ ¿Cómo vives el reconocimiento de tanto compañero de profesión que ya se ha posicionado públicamente a favor tuyo, de Zahara a Rosalía pasando por Ralphie Choo?
JUDELINE ⇒ Es muy guay. Dice mucho de ellos que den la mano a una artista joven que está empezando. Tenemos que retroalimentarnos, y yo haré lo mismo cuando lleve muchos años de carrera. Y me encanta ver cómo artistas que empezamos casi a la vez hemos ido evolucionando, de manera muy distinta pero a la vez de la mano. A Ralphie, por ejemplo, le conocí hace tres años recién llegada a Madrid. Tenía bigote y el pelo largo, imagínate [risas].
SHANGAY ⇒ ¿Cuáles son tus principales referentes a día de hoy?
JUDELINE ⇒ Caroline Polachek es una. Rosalía también, porque ha abierto un camino superinspirador para los artistas en España, y la manera en que ha ido presentando su proyecto al mundo es superguay. Me encanta Rusowsky. Y Dellafuente, claro, que junto con Gal Costa debe ser el artista al que más he escuchado en mi vida; me he puesto todas sus canciones quinientas mil veces. Cuando estoy saturada de música, a la que recurro siempre es a Gal Costa, mi artista de cabecera desde chiquitita. Aunque también debo decir que los cantantes que más escucho en mi día a día no son los que más admiro. Necesito ponerme cosas que me den un poco igual. Literalmente, en el Wrapped de Spotify en el número uno me salía una canción superestúpida. Porque esas son las que me pongo de fondo normalmente [risas].