Afioco Gnecco, junto a Carolina Yuste, comparte su transición en 'Ciao bambina': "Los hombres trans reclamamos nuestro espacio"

Temas: Cine, Entrevista, Trans, Visibilidad LGTBIQ+

Ciao bambina es un cortometraje muy especial, resultado de la valentía del director Afioco Gnecco y de su amistad con Carolina Yuste. Cuando Afioco comenzó su transición, consciente de la escasa visibilidad de hombres trans en nuestro día a día, como experimentado director que es, dio un paso más allá, decidido a convertirse en protagonista de la –su– historia.

Carolina Yuste, reconocida actriz, en esta ocasión no solo aparece ante la cámara –siendo ella misma, no un personaje–, también se puso tras ella como codirectora de Ciao bambina. Esta aventura está siendo muy especial para ambos, porque el viaje iniciático de Afioco (Rafa para sus más cercanos) ha servido también para reforzar su amistad. Y su proyecto conjunto, porque la transición de Rafa la seguirán mostrando en un largometraje documental en que están trabajando.

SHANGAY ⇒ ¿Cómo surge Ciao bambina?
AFIOCO GNECCO ⇒ En el momento que decido ser un hombre [risas]. Soy cineasta, me paso la vida con una cámara y lo grabo todo, soy una persona muy pesada. Siempre estoy grabando a Carolina, tengo horas y horas de ella haciendo cosas. El verano pasado nos íbamos de vacaciones a El Hierro, y poco después empezaba con la testo. De repente, pensé que estaría bien grabarlo, y Carolina cogió directamente el móvil, y empezó a hacerlo.
CAROLINA YUSTE ⇒ La primera idea era grabarnos nosotros dos, mostrar su proceso de transición, tanto su experiencia física como emocional. Poco a poco fue uniéndose gente: productores, equipo… Se ha ido haciendo una bola mucho más grande.

«Es necesario ver a hombres trans con una vida normal e intentando ser felices, no pedimos tanto» (Afioco)

SHANGAY ⇒ ¿Te dio miedo enfrentarte al proyecto?
AFIOCO ⇒ Sí. Al principio, cuando como estábamos Carolina yo solos, era como «bueno, me graba y ya», me daba igual todo. De repente, de un corto se planteó una peli, nos fuimos todo el equipo (aunque reducido) a rodar a Portugal… Allí ya lo pasé fatal, aunque venía muy preparado, porque tengo una terapeuta maravillosa que me ha acompañado todo el tiempo, tuve que abrirme en canal… En algunos momentos me daban ataquitos de ansiedad, incluso vomitaba. Porque el pacto que hicimos fue que, pasase lo que pasase, lo que se sucediera delante de la cámara tenía que ser de verdad.
CAROLINA ⇒ Lo que he hecho yo todo el tiempo ha sido acompañarle, encargarme de la parte de protección emocional. Somos colegas y nos amamos; le decía que esto era un proceso para él, que además había decidido mostrar. No necesitábamos un resultado «de cine», sino contar honestamente por lo que estaba pasando. Para que la gente que esté viviendo lo mismo pueda pueda entenderlo y sentirse aliviada en ese sentido.

SHANGAY ⇒ ¿Qué ha sido lo más bonito y lo más duro de grabar el corto?
CAROLINA ⇒ Para mí, lo más bonito es lo más duro: haber llegado a lugares muy dolorosos. Él ha sido muy generoso al coger su herida y transformarla en amor para los demás.
AFIOCO ⇒ Para mí lo más valioso ha sido el acompañamiento de Carolina y del equipo. Hemos hecho una familia que no solo están en el corto y mi proceso, sino todo el rato. Lo más duro ha sido tocar hueso. Siempre he sido una persona muy introvertida, y he tardado cuarenta años en ser yo mismo. Pues dije «vamos a arremangarnos, a lo doloroso y a sanar». He estado en la mierda absoluta en algunos momentos, pero si hago balance de todo este año en que estoy en hormonas, me siento mucho mejor, empiezo a ver la luz y a ser feliz. Carolina siempre dice que no estoy haciendo una película, sino terapia, y es verdad [risas].

«El movimiento trans nos pertenece a todos. A mí me libera en muchas estructuras mentales» (Carolina)

SHANGAY ⇒ Afioco, hay una secuencia especialmente emotiva en la que lees una carta que has escrito a la persona que fuiste durante 40 años, con la intención de hacer las paces con ella…
AFIOCO ⇒ Es que las personas trans nos pasamos mucho tiempo odiándonos a nosotros mismos. Y la única manera de avanzar y quererte un poquito es dejando de odiar a esa persona que eras antes, que en realidad eres tú mismo. Ha sido un proceso muy largo, y me parece fundamental hacer ese ejercicio.
CAROLINA ⇒ Todo el rato llamaba a esa carta «el funeral», y yo me enfadaba y le decía «es la reconciliación». Al final, esa persona es la que hizo que él y yo nos conociéramos, y gracias a ella le amo. Ahora hay que dejar espacio a quien es, evidentemente.

SHANGAY ⇒ ¿Por qué sigue habiendo tan poca visibilidad de hombres trans?
AFIOCO ⇒ Intuyo que porque el ser activista y visible es muy cansado, y en ciertos momentos doloroso. Entiendo, además, que los chicos trans tenemos la suerte (o no) de que cuando llevas tiempo en hormonas tienes mucho cispassing, y te camuflas bien dentro de la sociedad. No sufres tanta violencia como las mujeres trans. Si hubiera visto más hombres trans en la ficción no habría tardado tanto en dar el paso. Al menos, que no estuvieran locos, o los violaran y los mataran, Porque recuerdo que el primer hombres trans que vi en cine fue el de Boys Don’t Cry. Hilary Swank estaba maravillosa, pero es una película dolorosísima. Y el otro hombre trans que recuerdo como referente era el de la serie The L World, que te hacía ver que si te hormonaba ibas a perder la cabeza y a las amigas… Es necesario ver a personas trans teniendo una vida normal e intentando ser felices, tampoco pedimos tanto. Es vital que empecemos a hacer un poquito de ruido, porque si no, no tenemos nuestro espacio. Yo he dado por culo toda la vida [risas]. Como bollera era activista, y ahora que estoy aquí, ¿qué hago? ¿Me escondo? Pues no.
CAROLINA ⇒ Para mí lo más importante es que es que mi amigo esté bien, y que en el fondo de sí mismo entienda que es un ser humano perfecto. Porque es así, chimpún. Me frustra mucho toda la opresión del sistema, y cómo el ser humano intenta todo el rato amoldarse a él para no ser violentado. Con toda esta experiencia estoy aprendido un montón, y me estoy liberando mucho. Siento que el movimiento trans es algo que nos pertenece a todos de alguna manera, porque a mí también me libera en muchas de mis estructuras mentales. Por eso siento que debe implicar a todas las personas, sean o no trans.

«Si hubiera visto más hombres trans en la ficción no habría tardado tanto en dar el paso» (Afioco)

SHANGAY ⇒ ¿Por qué decidisteis desarrollar el corto en un largometraje, en el que seguís trabajando?
AFIOCO ⇒ Porque con la excusa de mi transición, en él vamos a hablar de muchas más cosas: de la ley trans, del acompañamiento, de la familia elegida, van a salir más hombres trans, hablaremos con hombres cis… Es una road movie en la que Carolina y yo vamos por España buscando respuestas a preguntas como «¿qué significa ser un hombre?, «¿qué es la masculinidad?«. No deja de ser una performance, y puedes performarla en cualquier momento, con cualquier genitalidad y cualquier cuerpo. Cuando entendamos eso nos vamos a quitar mucho lastre de encima para ser quienes somos y dejarnos de tonterías.

CIAO BAMBINA_TRÁILER from FESTIVAL DE MÁLAGA on Vimeo.

SHANGAY ⇒ El recorrido por festivales de Ciao bambina no pudo empezar mejor: logró la Biznaga de plata al mejor cortometraje en el reciente Festival de Málaga. ¿Qué ha supuesto para vosotros ese reconocimiento?
CAROLINA ⇒ Ha sido como decirnos «vais bien». No pude ir a Málaga, porque estaba en Donosti rodando una peli, y mi obsesión era que la gente se emocionara al verlo. Porque la emoción genera cambio, es así. Pues llegó, tocó y emocionó.
AFIOCO ⇒ Iba con mucho miedo, porque era la primera vez que se veía con público y Carolina no estaba. Aunque vino todo el equipo técnico, varias amigas trans que viven en Málaga y hasta mi terapeuta [risas]. Plantar la bandera trans en el festival ya me hizo ilusión. Y mi sorpresa fue que cuando se encendieron las luces estaba medio cine llorando, y los más conmovidos eran señoros.
CAROLINA ⇒ ¡Esa es la gran victoria, me encanta! Que hombres cis meganormativos se estén emocionando con el corto es la hostia.