Thomas Jolly es un actor y director artístico queer francés, y el encargado de los preparativos para la ceremonia de apertura, que se celebrará hoy 26 de julio, y la de clausura de los Juegos Olímpicos de París 2024. Entre sus ambiciosos planes se incluye la utilización de doscientas barcas en el río Sena, aunque asegura que su intención es no entorpecer la vida acuática existente en él.
El actor, humorista y director de teatro, que ha explorado la temática LGTBI en sus trabajos escénicos, asegura rotundamente que en estas ceremonias “hay espacio para todos en París” y que, únicamente, la de apertura será un éxito si “todo el mundo se siente representado en ella”.
Jolly ha recordado que en el instituto fue víctima de bullying, que se metían con él por banalidades como llevar unas botas amarillas; y que gracias al teatro se dio cuenta de que “todo es posible”… y fue ahí donde se encontró a sí mismo.
El eslogan para estos Juegos Olímpicos y Paralímpicos es Games Wide Open (Juegos muy abiertos) ya que, según el Comité Organizador de los JJ OO, representa “el poder de abrir nuestros corazones y mentes, para dejar de ver las diferencias como obstáculos”. Un lema que refleja el compromiso de los organizadores con la inclusión y la diversidad, unos valores fundamentales para este evento.
El presidente del Comité y tres veces campeón olímpico de piragüismo en la modalidad de eslalon, Tony Estanguet, ha prometido unos “juegos creativos y atrevidos que se atreven a dar un paso fuera de lo común, a desafiar los modelos actuales, nuestra forma de ver las cosas, nuestros paradigmas, para darnos la oportunidad de unirnos, de sentirnos orgullosos, de experimentar juntos”.
Además, cada vez conocemos más nombres de deportistas que forman parte del colectivo LGTBIQ+, como el saltador británico Tom Daley, la velocista estadounidense Sha’Carri Richardson, la ciclista estadounidense de BMX Hannah Roberts y la futbolista española Alexia Putellas, entre otros.
Las expectativas y la emoción en torno a los Juegos Olímpicos y Paralímpicos de París 2024 continúan creciendo, con la promesa de ser un evento histórico que celebrará no solo el deporte, sino también la inclusión, la igualdad y el espíritu humano.