Cualquier disco nuevo de Kylie Minogue se convierte en un acontecimiento. ¿Por qué lo ha sido Tension II? Un poco más abajo verás por qué nos ha llamado especialmente la atención.
Con nuestra nueva Shangay recién editada en papel, también hemos incluido en nuestra sección de críticas las de dos discos deslumbrantes, de artistas que comparten raíces, ya que tanto Judeline como Caracazador son de Cádiz. No podíamos dejar de reivindicar los más recientes lanzamientos de otros dos artistas LGTBIQ+, de gran relevancia a nivel mundial, como son The Blessed Madonna y Tyler, The Creator.
Aquí tienes las valoraciones de estos 5 álbumes que están generando mucho ruido tanto en redes como en medios.
CARACAZADOR: “REPÚBLICA”
(G.O.Z.Z. RECORDS)
Cuando más que nunca desearía vivir en una república, al menos me puedo refugiar en la que propone Caracazador en su segundo álbum, primero que publica bajo el amparo de su mentora, Zahara. Como buen republicano, no ha necesitado que ninguna figura “superior” se haya entrometido en sus decisiones; este es un disco que el gaditano Pablo Pérez ha gestado de principio a fin –por cierto, con el de Judeline forma una dupla de lo más inspiradora–.
Caracazador tiene algo de ‘alma vieja’, queda claro, y con una sensibilidad desbordante propone un ejercicio de pop muy original, plagado de referencias sonoras y poéticas tradicionales, que trae con maestría a este 2024. Utilizando como hilo argumental una historia de amor –verídica– y sus correspondientes idas y venidas, República se convierte en un relato que, descubrimos, habla del autoconocimiento.
Tiene algo de folclórico Caracazador (escucha Falla), pero lo vibrante es que su manera de entender el folclore es desde el hoy, desde un pilar sonoro claramente electrónico y otro sentimental, influido por Lana del Rey –cuando lo descubra, caerá rendida ante él, no me cabe duda–. República es el disco nacional del otoño –y el tema que le da título, uno de los mejores del año–, y como tal hay que celebrarlo. Un refugio sonoro al que recurrir sin parar como orgulloso republicano.
⭐⭐⭐⭐
JUDELINE: “BODHIRIA”
(INTERSCOPE/UNIVERSAL)
En estos tiempos que corren, se agradecen propuestas que nos trasladen a mundos, o espacios mentales, que proporcionen paz. Eso lo que ha logrado la gaditana Judeline con su esperadísimo debut, que está a la altura de las expectativas generadas.
A través de su alter ego Angel-A, Lara nos traslada a un universo onírico en el que suceden historias donde amor, desamor y anhelo se entrecruzan. Una vez entras en Bodhiria estás atrapado. Resulta imposible no quedarse fascinado en este mundo en donde los sonidos urbanos actuales se fusionan con la tradición andalusí, y en el que a Judeline le basta con cantar a media voz para provocar continuos escalofríos.
Acompañada por sus habituales productores Mayo y Tuiste –a los que se suman como invitados amigos como Ralphie Choo y Rusowsky, y Rob Bisel–, Judeline da forma a un disco conceptual que embruja y que sienta definitivamente las bases creativas de una artista que parece tenerlo muy claro. Y se agradece.
⭐⭐⭐⭐
TYLER, THE CREATOR: “CHROMA-KOPIA”
(COLUMBIA/SONY MUSIC)
Está siendo todo un fenómeno a nivel de números, y hay que celebrarlo porque, en su quinto álbum como solista, Tyler, The Creator emociona por la sinceridad que destila y por las nulas concesiones en él. En estado de gracia, y con un arranque grandioso gracias a St. Chroma (junto a Daniel Caesar), el rapero ha dado forma a un álbum conceptual que atrapa desde el minuto uno y no te suelta hasta el final.
Un trabajo en el que reflexiona sobre la llegada de la madurez, la necesidad de quitarse o ponerse máscaras en función de la sinceridad que quieras transmitir –nunca dejó tantas pistas sobre su sexualidad como aquí– y la importancia de abrazar la propia vulnerabilidad.
⭐⭐⭐⭐
THE BLESSED MADONNA: “GODSPEED”
(MARGEVERSE LTD/WARNER)
Marea Stomper aka The Blessed Madonna es un nombre clave en las pistas de las últimas décadas. Su pasión por el eclecticismo hace de sus DJ sets una delicia –encima, nunca falla la tía–. En su primer álbum oficial bajo su nombre –aprovecho para reivindicar su remix album para Dua Lipa– ha querido también dejar claro su virtuosismo a la hora de adentrarse en distintos subgéneros de la música de baile.
Juega con distintas variantes del house, siempre presentes en sus sesiones, y también del techno, apostando por una accesibilidad que se agradece (su hit con Kylie es un sí). Aunque le habría venido bien un poco de tijera.
⭐⭐⭐
KYLIE MINOGUE: “TENSION II”
(DARENOTE/BMG)
Es un ejemplo claro que otorga verdad al dicho “segundas partes nunca fueron buenas”. Vale que Tension estaba bien, y le ha hecho mucho bien a Kylie a nivel comercial, pero una vez escuchada esta secuela te das cuenta de que era innecesaria. Se ve claro cuando, tras varias escuchas, sientes que Lights Camera Action, su soso primer single, es de lo mejorcito que incluye.
Es un álbum sin alma y con poca gracia, con una apuesta rotunda por el eurodance pero con canciones mayormente olvidables. Si hubiesen sido bonus tracks de una edición deluxe de Tension, habría tenido un pase, pero darle entidad de álbum a esta colección ha sido un gran error.
⭐⭐