Amaral: “La libertad ha sido siempre un motor para nosotros, a nivel profesional y personal"

Por fin llega 'Dolce Vita', noveno disco de Amaral, que se ha hecho de rogar. Eva y Juan nos hablan de este proyecto tan especial para ellos y de su trayectoria.

Amaral apuesta por la 'Dolce Vita' en su nuevo disco.
Amaral apuesta por la 'Dolce Vita' en su nuevo disco.
Agustín Gómez Cascales

Agustín Gómez Cascales

He viajado en limusina con Mariah, he tomado el té con Beyoncé, he salido de fiesta con J.Lo y he pinchado con RuPaul. ¿Qué será lo próximo?

5 febrero, 2025
Se lee en 6 minutos

Temas: , ,

Eva Amaral y Juan Aguirre confiesan que en Dolce Vita, el noveno álbum de Amaral, han construido “un lugar soñado, un paraíso donde empezar de cero, nuestro jardín del edén”. Un trabajo compuesto por quince canciones en el que todo oyente se sentirá bienvenido y aceptado. Así son ellos de majos y abiertos. Aunque también hacen a veces sufrir a sus fans. Porque Salto al color vio la luz en 2019. “Hubo una pandemia de por medio”, dice Eva. Juan añade: “Y la gira de ese disco terminó siendo larguísima”.

Amaral para Shangay

Algo que les llenó, “porque los dos disfrutamos mucho sintiendo la energía del público. Pero si estás tocando durante muchísimo tiempo, después necesitas un poco de calma”. De nuevo aparece Eva: “De hecho, uno de los leitmotivs de Dolce Vita es vivir la vida”, dice riendo, “y aprovechar tu tiempo para ti misma. Al final, es importante ese periodo en que nos hemos dedicado a construir el álbum». Porque esa vida es la que se ha terminado plasmando en el nuevo disco de Amaral.

En Dolce Vita, Amaral aboga por la necesidad de crear espacios de libertad, en donde cada cual pueda vivir a su manera sin que nadie le juzgue. “Hablamos incluso de relaciones distópicas, tanto con los demás como uno mismo”, apunta Juan, “y de la necesidad de una responsabilidad afectiva que no resulte tóxica. Ese tipo de reflexiones está muy bien hacerlas desde un plano de libertad absoluta”. Aunque enseguida caen en la cuenta de que ese concepto pertenece a la utopía.

Como siempre, Eva continúa la reflexión de su compañero. “La libertad ha sido siempre un motor para nosotros. De hecho, empezamos a hacer música por esa necesidad de vivir sin tener jefes. Entonces teníamos muy idealizado lo que suponía ser músico”. Soñaban con viajar con una guitarra y tocar donde surgiera, “pero ese plan inicial se nos fue complicando poco a poco”, dice de nuevo entre risas. “Desde luego, el concepto de libertad es fundamental para nosotros; no solo la artística, que por supuesto, también la que te permite sentir que puedes vivir de una manera libre”.

Amaral para Shangay

La suya es una trayectoria impecable, repleta de éxitos, reconocimiento y también de un cariño y un respeto del público que se han ganado por sí mismos. Eva verbaliza que ni en sus mejores sueños se podían haber imaginado en sus inicios que llegarían hasta aquí. Pero que no es el tipo de cosas en las que se paran a pensar. Juan, de repente, dice: “Igual sí deberíamos hablar a veces de las cosas buenas que nos han pasado y que hemos hecho. Pero es que somos más de buscar el fallo y, sobre todo, de pensar en lo siguiente. Quizá, a manera de terapia, deberíamos mirar hacia atrás y apreciar todo lo bueno que nos ha regalado la música”.

«Es total que haya gente que debería escuchanr a Sabrina Carpenter o Chappel Roan y se pone nuestras canciones»

De repente, Eva sorprende: “¡Yo eso sí que lo hago, perdona! ¿Quién me iba a decir a mí siendo adolescente en Zaragoza que terminaría compartiendo cartel con los Pixies y los vería tocar desde el escenario, como nos ha pasado este verano? Lo que habría disfrutado esa Eva si hubiera sabido todo lo que iba a suceder”. Y enternece ver cómo les sigue sorprendiendo que su legión de incondicionales siga ahí, al pie del cañón, celebrando su música. Y que el amor que se les demuestra ha ido cada vez a más, por parte de un público muy diverso, y de distintas generaciones. Así que concluyen: “Es total pensar que haya gente que debería estar escuchando a Sabrina Carpenter o a Chappell Roan y se pone nuestras canciones”. Ambos se muestran de acuerdo: «Nosotros escuchamos música de todas las épocas». Juan añade: «Somos profundamente hedonistas en este sentido, y por eso también grabamos las canciones que necesitamos escuchar».

Ver cómo son de queridos y respetados les hace muy felices, obviamente, como dice Eva: «En los últimos tres años hemos notado de una manera más intensa que hay chavales y chavalas creando bandas que nos escriben mensajes de cariño o graban versiones de canciones nuestras. Hay una generación que nos trata como un referente, y encontrarnos con esa realidad nos emociona. Es un premio y un reconocimiento».

Amaral para Shangay

¿Les ha dado el éxito la libertad? «El éxito es un arma de doble filo», afirma Eva, «porque puedes caer en una trampa. Para nosotros lo es que nuestras canciones hayan llegado a mucha más gente de la que nunca hubiéramos soñado. Pero hemos podido seguir andando por la calle con tranquilidad, sin dejar de hacer que nos apetecían por miedo a que nos reconocieran por la calle. Eso es el éxito para mí». No lo que para otra mucha gente: «No hemos sido esclavos nunca de las zonas VIP», añade Juan entre risas. «Ese mundo es muy aburrido». Y Eva añade: «Siempre hemos dicho que no a las cosas que no nos aportaban. Siempre hemos sido raritos; a veces de más, y eso nos ha impedido disfrutar de ciertos salseos», confiesa riendo.

«Nos chocan las posiciones tan retrógradas respecto al colectivo LGTBIQ+»

Quizá esa ‘rareza’ tiene que ver con la conexión tan fuerte que tienen con la comunidad LGTBIQ+, que viene de lejos. «Recuerdo que la primera vez que actuamos en el Orgullo de Madrid ni habíamos grabado el primer disco«, dice Juan. «Tocamos con una caja de ritmos y una guitarra acústica en un escenario pequeñito que había en la calle Augusto Figueroa… A mí, en la adolescencia, las bandas que más me marcaron tenían frontmen que no es que fuesen ejemplo de una masculinidad heteronormativa, como The Smiths. Ni siquiera me planteaba cuestiones identitarias, me atraían porque había algo subversivo en ellos». Eva reflexiona también en ese sentido: «Analizándolo ahora, es que en la época de la universidad nos movíamos en ese ambiente de total libertad, muy enriquecedor, ¡éramos una pandilla de reinas!«. Y recuerdan una curiosidad: «En el 90 ó 91, fuimos los dos a un concierto de Fangoria sin conocernos aún». El momento que vivimos, tan revuelto, les preocupa: «Nos chocan las posiciones tan retrógradas respecto al colectivo».

Amaral para Shangay

Suerte que ellos, frente a esas injusticias que ven en el mundo que nos rodea, se pueden refugiar en ese paraíso soñado que han creado en su nuevo disco. «Es verdad que hemos encontrado ese universo en que somos felices», dice Eva, «aunque en él también suceden cosas que tienes que aprender a gestionar». No le dan la espalda a la realidad, nunca lo han hecho. «Siempre te van a pasar cosas que no entiendes, o que tienes que asumir. Y de eso habla también el disco. Porque no podemos obviar que la crueldad humana está ahí«.

EL ÁLBUM DOLCE VITA DE AMARAL SE PUBLICA EL VIERNES 7 DE FEBRERO

VÍDEO: PABLO CARRASCO DE JUANAS

Shangay Nº 571
Portada de la revista Anuario 2024
  • Febrero 2025
Shangay Voyager Nº 41
Portada de la revista Voyager 41
Anuario 2024
Portada de la revista Anuario 2024
  • Diciembre 2024