Gordo es un grande, y sin intención de juego de palabras. El productor y DJ, nacido en 1991 en Washington DC pero criado en Guatemala, se ha convertido en uno de los supernombres a nivel mundial de la escena de baile, y sin duda, es uno de los principales representantes latinos que juegan en la liga preferente de la electrónica mainstream en la actualidad.
Con su último EP, No hay verano sin Gordo –publicado este reciente invierno– ha generado hits como Wet, junto a Bad Gyal, y Olvidarte, con Emilia. Vive entre Miami y Hawaii, y llega a nuestra cita serio y cansado, aunque con ganas de hablar, porque se suelta a los escasos minutos de charlar. Sin quitarse las gafas de sol y luciendo una manicura impecable, con brillo en las uñas. Frente a la imagen que suele dar.
Diamanté Anthony Blackmon habla, lógicamente, un español perfecto, aunque de vez en cuando se le escapen expresiones en spanglish. El viernes 21 de marzo pincha en Madrid, en Ifema, donde ofrecerá uno de sus legendarios sets, de muchas más horas de lo habitual, porque Gordo es fans de las sesiones a la antigua usanza, en las que un DJ llevaba durante toda una noche al público en un viaje.
Con su fusión de latin house, trap y hip-hop disfruta dominando la cabina durante todo el tiempo posible. «Ahora, una sesión de tres horas se me hace corta«, asegura. «Según me fui enamorando de la fiesta, me di cuenta de que cuanto más pueda hacer bailar a la gente, mejor». Y ha llegado a Madrid con muchas ganas de reencontrarse con sus fans, a los que no ve desde hace dos años. «El público español es el mejor del mundo, y vengo con ganas de que me explote la cabeza«.
¿Qué hay detrás de la estrella que viaja sin parar y disfruta continuamente de un lado a otro del mundo de éxitos virales? Hemos intentado conocer un poco más a la persona tras el superstar DJ.
SHANGAY ⇒ ¿Estás disfrutando tu enorme éxito actual?
GORDO ⇒ Siempre que estoy trabajando estoy contento y feliz. Prefiero no parar, siempre estoy hambriento de seguir haciendo cosas nuevas. Aunque esa hambre no solo da felicidad, a veces también preocupación, porque no quisiera perder lo que he conseguido. Tengo espíritu de ganador y siempre quiero más.
«Por mi imagen, no te imaginarías lo que disfruto con las personas LGTBIQ+ que me rodean»
SHANGAY ⇒ Siempre te has mostrado muy comprometido a la hora de celebrar tu orgullo por representar a la comunidad latina y a personas de minorías por las que te preocupas, y cómo te has hecho a ti mismo desde abajo…
GORDO ⇒ Tienes que saber cuáles son tus armas cuando te metes en una guerra y vas a batallar. Mis armas son mi color de piel, mi manera de hablar y mi música. Y cuando pasé de llamarme Carnage a Gordo decidí coger una carretera secundaria en vez de la principal. Decidí dejar de lado la música que estaba más de moda, y apostar por la electrónica. Me di cuenta de que en ese momento no había apenas productores DJ latinos en la escena, y yo quería convertirme en el más grande. Cuando mis canciones se empezaron a hacer virales, vi que iba por el buen camino. Porque la música siempre será lo más importante para mí, el marketing va en segundo lugar.
SHANGAY ⇒ Has declarado en muchas ocasiones lo mucho que valoras las raíces queer del house, el estilo que te atrapó al pasar a llamarte Gordo… ¿Cómo es tu relación con la comunidad?
GORDO ⇒ Tan cercana como que casi todos mis primos son LGTBIQ+ [por fin sonríe]. Hace poco lo hablaba con mi abuelita que, con 91 años, me preguntó curiosa: «¿cómo es esto?». Literal que tengo tres primas lesbianas, un primo mayor gay y una tía trans. Claro, crecí viendo a hombres gais en casa bailando vogue y haciendo chistes continuamente sobre cosas del colectivo. ¡Me sé todos los chistes gais que te puedas imaginar! Eso me ayudó mucho y me hizo sentirme desde entonces más cómodo alrededor de personas de la comunidad, son como familia. Piensas en la imagen de Gordo y siempre aparezco rodeado de mujeres guapísimas y todo eso… A lo mejor no te imaginarías lo que disfruto con las personas LGTBIQ+ que me rodean, pero es así.
SHANGAY ⇒ Así que te familiarizaste con el house casi sin ser consciente…
GORDO ⇒ Así es. Porque hasta los 9 años estuve en Guatemala, viviendo con un tío militar muy estricto, y no escuchaba nada de música. Fue regresar a Estados Unidos y ya escuchar continuamente de mi habitación a mi tía y sus amigos gais, que volvían a casa borrachísimos de una fiesta donde a lo mejor había pinchado Danny Tenaglia, o de una rave, y se ponían a hacer voguing y tal. It was crazy, ahora que me paro a pensarlo… No fui consciente realmente de mi atracción por la cultura electrónica hasta que tuve unos 19 años, durante mi adolescencia solo escuchaba conscientemente hip-hop y r’n’b.
SHANGAY ⇒ Obviamente, el público queer también ha celebrado tus recientes colaboraciones con Bad Gyal y Emilia…
GORDO ⇒ Lo sé. Cuando saqué Wet, empecé a ver un montón de vídeos en redes de hombres bailándola en tacones, lo más. Me gustan las artistas que defienden la diferencia. Obviamente, Emilia es cool, es popular, y tiene mucho talento, ¿qué más se puede pedir? Bad Gyal es como una hermana. La única artista que he conocido en mi vida que viene a mis fiestas y se queda las seis horas de sesión, bebiendo, fumando y bailando. Y que cuando acabo me dice «¿qué vamos a hacer ahora?». Yo me quiero ir a dormir, porque estoy cansado, y ella siempre quiere más.
«Me gusta Bad Gyal por todo lo que representa: fuerza, cultura, queerness«
SHANGAY ⇒ ¿Cómo os conocisteis?
GORDO ⇒ Una vez vio en redes que había utilizado en un set un remix que había hecho utilizando un a capela suyo. Nos seguimos y me escribió «quiero ir a una de tus fiestas». Cuando le dije mi siguiente fecha en Ibiza, se organizó literalmente las vacaciones en torno a eso para venir. Esa noche salimos, y a partir de allí ya empezamos a hablar todo el rato. Y cuando le propuse que grabáramos juntos fue facilísimo.
SHANGAY ⇒ ¿También la consideras cool?
GORDO ⇒ ¡Por supuesto! De hecho, el apellido de Bad Gyal debería ser Cool. Me gusta por todo lo que representa: fuerza, cultura, queerness…, no se puede pedir más.
