Melody, desde Lisboa, sede del EuroPride: "A veces me pregunto "¿de verdad voy a Eurovisión?". Aún no me lo creo del todo"

Esa diva que nos representará en Eurovisión ha viajado a Lisboa con Shangay para disfrutar de la ciudad y anunciar su participación en el próximo EuroPride, que se celebrará en la capital lusa del 14 al 22 de junio.

Melody, nuestra representante en Eurovisión y en el EuroPride. Foto: Salva Musté
Melody, nuestra representante en Eurovisión y en el EuroPride. Foto: Salva Musté
Agustín Gómez Cascales

Agustín Gómez Cascales

He viajado en limusina con Mariah, he tomado el té con Beyoncé, he salido de fiesta con J.Lo y he pinchado con RuPaul. ¿Qué será lo próximo?

21 abril, 2025
Se lee en 14 minutos

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A estas alturas, pocas personas quedan en España que no sepan que Melody es nuestra representante de Eurovisión con Esa diva. Y en Europa es cada vez más popular también, obviamente. Porque el viaje hasta Basilea, donde se celebrará el 17 de mayo la gran final del eurofestival, implica un enorme trabajo de promoción, que ya está dando sus frutos. Son meses de continuos traslados y encuentros non stop con la prensa, nacional e internacional.

Melody en Lisboa para Shangay

En la Praça do Comércio estará situado el escenario principal del EuroPride, en donde actuará Melody el 19 de junio. Vestido CARLA RUIZ

Melody no dudó en aceptar nuestra invitación para encontrarnos en Lisboa, sede del EuroPride 2025 (se celebrará entre el 14 y el 22 de junio) y pasar unos días charlando, conociendo la ciudad –un poco más– y permitiéndonos descubrir más y mejor a la Melodía Ruiz Gutiérrez conocida popularmente como Melody. Tres días en la capital portuguesa dieron para mucho, y, por suerte, esa diva tan cercana logró encontrar muchos momentos para relajarse y desconectar –aunque no tanto, porque parece imposible– de sus compromisos como eurodiva.

La agenda de Melody hasta mediados de mayo es de infarto, pero una cosa dejaba clara a cada minuto: está feliz, y no se queja de nada. Gracias a su triunfo en el Benidorm Fest, la andaluza ha comenzado a conocer mejor Europa, porque el tour previo al concurso la llevó a ciudades como Ámsterdam y Londres –en ambas arrasó–, para potenciar su candidatura. “He viajado muchísimo, pero por Europa menos”, nos contaba, “Donde más he estado es en Latinoamérica. Hubo un momento de mi vida en que estaba más allí que en España. Hice conciertos a lo grande, algo que ahora retomaré”. Porque tiene claro que este impulso de popularidad que le ha llegado cuando está a punto de cumplir sus primeros veinticinco años de carrera tiene que exprimirlo al máximo.

«Una de mis visitas a Lisboa la hice con mi chico en moto desde Sevilla. ¡Qué de kilómetros!»

Vive un momento dulce, con ese enorme plus que ha supuesto para ella la maternidad, y ahora está enfocadísima en Eurovisión. Por eso se pasó el viaje mimando su garganta, con una inseparable bufanda tamaño XL de la que echaba mano en cuanto refrescaba, y evitando cantar, por más que se lo pidió por la calle todo el que la reconocía. Porque menuda se lió cuando un grupo de estudiantes de Málaga, de viaje con el instituto, la vio. Fotos, encantada, pero entonar Esa diva, no, que esto no era la alfombra roja de los Goya.

Melody fue recorriendo todos los rincones en donde iba a posar con los sentidos bien abiertos, pendiente de cada detalle –incluso, para divertido sofoco de su pareja, deteniéndose unos momentos ante el escaparate de una joyería de lujo (spoiler: no cayó ningún capricho)–. Podía dar la impresión de que era su primera visita a Lisboa, pero no. “He estado muchas veces de vacaciones”, explicó. “Pero es verdad que en este viaje he visto la ciudad de una manera diferente. Pasear por el centro me ha permitido descubrir muchos rincones que no conocía. Me encanta la ciudad, porque tiene mucha historia, es romántica, intensa, transmite calma, tiene también un rollo intelectual…”. Hechizada, vamos, que regresó a España.

Lo mejor fue una anécdota que nos contó de una de esas visitas con su chico: “¡Vinimos en moto! Nos pegamos una de kilómetros… [risas]. Salimos de Sevilla, que hay una buena distancia, y cuando llegamos y me quité el casco, ¡uf! Fue una chulada de viaje”. La Melody aventurera, de repente, se partía de risa recordando ese viaje. Bueno, en realidad se partía todo el rato, incluso cuando veía la reacción que provocaban en el equipo sus –continuas– bromas. Porque es una cachonda nata.

Melody en Lisboa para Shangay

La Praça Marquês de Pombal, situada entre la Avenida da Liberdade y el Parque Eduardo VII, se convertirá en un lugar privilegiado desde el que disfrutar la EuroPride Parade el 21 de junio. Conjunto KARL LAGERFELD Sandalias MAGRIT

Abierta a cualquier plan que se le proponga, se quedó algo inquieta cuando se le anunció que una de las noches se le tenía reservada una sorpresa. Tras una cena con el equipo organizador del EuroPride, montó en un coche dirección a Finalmente, un histórico club de travestismo que es parada obligada para cualquier fan del género, y que está a punto de cumplir cincuenta años de existencia, que se dice pronto. Una vez sentada allí, su sonrisa estaba algo helada. No sabía que le depararía la velada y no podía ocultar cierto nerviosismo. El resto, que sabíamos de sobra lo que iba a vivir, estábamos infinitamente más relajados.

«Con mi actuación en Eurovisión quiero dar un empujoncito a las personas que señalan con el dedo, somos divinas todas y todos»

Una vez arrancó el show, su semblante cambió. Estaba disfrutando como una enana. El primer plato fuerte llegó cuando la drag Irina Diamond interpretó Esa diva. No daba crédito y no dejó de grabar –y corear discreta, para no robarle la atención–. “Fue superbonito”, nos comentaría al día siguiente. “Me emocioné mucho, por supuesto. Como me pasó al ver a otra de las artistas hacer una copla; cómo le temblaba la mandíbula, cómo lo sentía”. Con lo que le gusta a ella una folclórica clásica. “Es que tenemos mucha suerte en España de tener un abanico musical tan amplio y una identidad tan fuerte. Las artistas tenemos esa marca que permite que nos reconozcan en cualquier lugar, y eso me gusta mucho. Porque me siento muy orgullosa de ser española”. Entre el público estaba también una cantante de fados que no dudó en arrancarse a cantar cuando la invitaron a subir al escenario. Algo que también le dejó mella. “¿Sabes algo de lo que me he dado cuenta en este viaje y que quiero investigar un poco más? Cómo se mantiene la raíz del folclore, que tiene mucha fuerza y forma parte de la historia de cada lugar. Se tiene mucho respeto por el fado, y eso me gusta mucho”.

Y Melody, ¿cómo no iba a subir al escenario? La veterana travesti Déborah Kristall le pidió por favor que saliese a saludar antes de terminar el show, tras haber obligado a su chico a hacerlo también, y bromear sobre lo estupendo que está. Fue la primera vez en que se verbalizó que Melody estará actuando en Lisboa durante el EuroPride –concretamente, el 19 de junio, en plena Praça do Comércio, donde se celebrará una jornada dedicada al talento español–, y la intérprete aprovechó el momento, en el más puro portuñol, para crear expectación: “Me siento muy honrada, y ya estoy pensando en el show que voy a ofrecer, va a ser único”, adelantó.

Melody en Lisboa para Shangay

Melody posa en el Bairro Alto de Lisboa, repleto de rincones pintorescos. Traje ALMA EN PENA Zapatos MARTINELLI x REDONDO BRAND

Como cabía esperar, no era la primera vez que veía un espectáculo travesti. “¡Claro que no! Y ya he visto por redes que Esa diva ha viajado un poquito…”, comentaba riendo. “Me encanta que me imiten, es un orgullo, porque son artistas que se merecen todo mi respeto. Las admiro un montón porque su trabajo es muy sacrificado, y es un sector que no está todo lo valorado que se merece”. Esa era su manera de dejar claro, sin decir nada más, que es muy consciente de las condiciones en que trabajan muchas drags, desgraciadamente. “Con la de horas que pasan haciéndose el vestuario, peinándose las pelucas… Y salen al escenario como si estuviesen en un estadio ante cincuenta mil personas. Eso tiene mucho mérito. Soy una persona muy sentimental para eso”.

«Admiro mucho a las travestis, artistas cuyo trabajo no está lo valorado que merece»

Ella es feliz de dar visibilidad a otras artistas, y más si le rinden homenaje, ahora es muy habitual ver en sus Stories a travestis que hacen playbacks de Esa diva. Aunque nos cuenta que no es algo nuevo en su perfil de Instagram, que viene de lejos. “A veces se me escapa alguna en la que me etiquetan, pero las comparto mucho, sí. Y de todos lados: España, Portugal, Latinoamérica…”. Se le iluminan los ojos. “Ya, cuando alguna va vestida como yo o habla como yo (porque las hay que saben hasta lo que digo en los conciertos), ni te cuento. La mayoría cogen mis canciones en versiones en directo, porque suenan con otra fuerza. Es que imitan hasta las patadas que doy, el ‘helicóptero’, la manera de mover las manos…, qué arte. Que hasta pienso: ‘hijaputa, cuando no me acuerde de lo que hago, te llamo a ti y ya está», y se echa a reír una vez más.

La artista confiesa sentirse ahora mismo “en una nube total”. Es más que evidente el entusiasmo con el que defiende su candidatura eurovisiva desde que ganó el Benidorm Fest, aunque no oculta que ha vivido momentos duros, “sobre todo al haberme tenido que enfrentar a cambios. Una vez gané, entró equipo nuevo y empezó una nueva etapa”. Es consciente de que la intención es “hacerlo lo mejor posible en todos los sentidos”, y lo ha asumido. “A mí me gusta poner el corazón en cada proyecto y darlo todo, y para eso necesitas involucrar a más gente, porque sola no se puede”. Siempre ha transmitido una enorme seguridad en sí misma, y ha procurado controlar cada detalle de su carrera, incluso en momentos complicados. Dice que la fortaleza la saca siempre del apoyo de su gente más cercana y de su público, “pero que salga segura al escenario no significa que no tenga mis incertidumbres… Lo que pasa es que no me queda otra, y quiero que se sepa”.

Afirma que tiene claro que en sus momentos de bajón no se puede venir abajo, porque hay que currar. “Ahí es cuando me digo: ‘Melody, ponte las pilas, porque o lo haces tú o nadie va a venir a ponértelas». No debió pasarlo bien cuando, en 2009, se presentó por primera vez al concurso en que se seleccionaría al representante español en Eurovisión y no lo logró vencer por los pelos –finalmente fue Soraya quien viajó a Moscú con La noche es para mí–. “No tengo tantos recuerdos de aquello, pero los que tengo son buenos”, dice. Siento que gané, porque ya son 24 años de carrera, haciendo lo que me gusta. Y Amante de la luna es de esas canciones que me piden allá donde voy. A veces, no hay mal que por bien no venga, y creo que lo que me pasó fue lo mejor. Mi canción funcionó, y siento que ese no era mi momento [para ir a Eurovisión]. Como artista, podía evolucionar mucho más”.

«Me emociona que mis compañeras estén conmigo cuando me toca a mí estar al frente»

Para ella, lo más destacable de Eurovisión es que es un gran formato que mueve masas y que le da la oportunidad de cantar en directo y presentar una propuesta de puesta en escena mimada, “aunque tres minutos no dan para mucho”, dice sonriendo. También le está haciendo muy feliz ver que artistas que ya han vivido la experiencia, como Chanel y Anabel Conde, han dicho maravillas de ella y se han declarado fans. “Es algo que me da mucha satisfacción, me emociona y me enorgullece un montón. Lo de Chanel fue una maravilla. Como lo de Pastora Soler, que la conozco de toda la vida. ¡Si tengo una foto en casa con ella cuando yo tenía diez años! Era súper chiquitísima, y me ha visto crecer”. Afirma que siempre ha sido compañera de sus compañeras, es algo de lo que se enorgullece y que solo le da alegrías. “Ahora me toca a mí estar al frente, y ellas están conmigo”, dice rotunda.

No ocurre, como es tradición, lo mismo con cierto grupo de eurofans que disfrutan criticando de manera sistemática las propuestas españolas para el festival. No se iba a librar Melody de las críticas feroces en redes, y asegura que no piensa perder su tiempo leyendo esas comentarios. “No tienen sentido, porque no buscan hacerte sentir bien, y la vida es muy corta para perder unos minutitos en ellos”, asegura. Las opiniones constructivas las acepta y respeta; al resto, ni caso. “Quienes las escriben se están destruyendo a sí mismos. Yo sigo con mi vida. No voy a cambiar por ese tipo de comentarios; si el artista pierde su esencia y su personalidad, lo pierde todo”.

Melody en Lisboa para Shangay

Melody posa frente al emblemático Puente 25 de abril. Vestido ARGGIDO Trench GUESS Botas MAGRIT

Su designación como representante española en Eurovisión se siente en parte como un reconocimiento a su perseverancia, y ella es consciente. “Este regalo llega en un momento muy bonito, tras todo lo que he vivido, luchado y trabajado”. Un reconocimiento que le ha hecho sentirse reforzada en sus decisiones, porque recuerda lo complicada que fue su transición de la niña que arrasó con El baile del gorila o De pata negra a una mujer adulta que ha seguido peleando por su carrera. Confiesa sentir que ese período generó muchas dudas sobre su continuidad tanto en los medios como el público. “Al final, la que ‘mejor’ lo llevó, a pesar de los malos momentos, fui yo”, dice irónica entre risas. Su paciencia ha obtenido una gran recompensa. “No todo llega cuando una quiere, ni muchísimo menos, y no hay tantas oportunidades en el mundo de la música, que ha cambiado mucho, y a veces tardan años en llegar”.

Esa diva, y su condición de tema eurovisivo, ha reforzado su vínculo con el público LGTBIQ+, el que mejor entiende que Melody está viviendo algo único. “Este momento lo vamos a recordar siempre”, asegura. “Porque la mía es una canción que reivindica el respeto y que cada sea como quiera ser. Le da su sitio a todos; no es la típica canción comercial que no dice nada pero te hace bailar. Que eso está bien, pero yo quería que la mía fuera más allá, con ese mensaje de que aunque estés pasando por un mal momento, puedes con eso y más, porque eres una diva”. Ella, más que nunca, se siente una, y vive ahora centrada en su proyecto, porque eso dice que no está aún pendiente de las candidaturas de sus rivales. “No porque no me interesen”, deja claro, “Es que si me pongo a mirar esas cosas pierdo el foco”. Un ejercicio mental que realiza a diario es el de hacer lo posible por vivir el día a día. “Si te soy sincera, de algunas cosas que estoy viviendo aún no soy consciente, porque va todo tan rápido. Algunas veces me pregunto ‘¿de verdad voy a Eurovisión?». Hasta que no esté en Basilea no me lo voy a creer del todo”.

Apenas un mes después, regresará a Lisboa, esta vez para representar a España en el EuroPride el 19 de junio, otro de los momentazos que le reserva este 2025 que nunca va a olvidar. Pero paso a paso, que como dice ella, lo primero es darlo todo en ese reto que le hará viajar a Suiza este mayo. Su mensaje final es tan rotundo como se muestra siempre ella: “Quiero que sepáis que en Basilea no voy a cantar solo por mí; lo hago por quienes estáis luchando por vuestro sueño y por ser vosotros mismos, critiquen o no. Con esa actuación pretendo dar un empujoncito a las personas que en muchos momentos nos sentimos vulnerables porque nos señalan con el dedo, porque somos divinas todas y todos”.

FOTOS: SALVA MUSTÉ
ESTILISMO: JOSÉ HERRERA
AYTE. ESTILISMO: CARLOS QUIRCE
MAQUILLAJE: JESÚS SÁEZ
PELUQUERÍA: JOSÉ PARRALEJO
VÍDEO: PABLO CARRASCO DE JUANAS
COORDINACIÓN: ALFONSO LLOPART
AGRADECIMIENTOS: TURISMO DE LISBOA / THE ONE PALÁCIO DA ANUNCIADA / VARIAÇOES – ASOCIACIÓN DE COMERCIO Y TURISMO LGTBI DE PORTUGAL / FINALMENTE CLUB
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