Ricky Merino y Gerard Mínguez: planes de Orgullo, trabajo (y de boda) en Ocean Drive Madrid

«El Orgullo siempre lo vivo con como unas vacaciones, sin ser vacaciones, pero con mucha alegría. Me suelo reservar no el mes entero, porque no puedo, pero sí la semanita en la que Madrid está efervescente y hay un montón de cosas para participar. Me parece que es nuestro momento. Siempre que puedo, trabajo, pero lo vivo de una manera alegre y lúdica, es decir, es un momento en el que nos divertimos, pero también es un momento en el que se nos tiene que oír, y hacemos ruido”, nos dice Ricky Merino. Por eso quedamos con él y con su novio, Gerard Mínguez, en el estupendo Ocean Drive Madrid, un hotelazo en pleno centro, frente al Teatro Real.

Su alucinante terraza, con un sky bar con vistas a todo el Madrid los Austrias y con esa maravillosa piscina, es lo más parecido a una playa urbana; un plan perfecto para los que vienen de fuera esos días del MADO, Madrid Orgullo, a la capital. “Es muy buen plan para la gente de fuera, pero para la gente de Madrid también. Tú imagínate, en el Orgullo, poder tomarte tu semanita de descanso y cogerte este hotel en el centro”, insiste Ricky. “Además, esta terraza que tienen, con la piscinita…”, apuntala Gerard.

Y tienen toda la razón. El hotel dispone de 72 modernas habitaciones –con detalles como un tocadiscos de vinilo o un dispensador de cerveza–, y algunas de ellas tienen terraza privada con vistas al Teatro Real. Es el lugar perfecto para sacarle todo el jugo a ese Madrid moderno y cosmopolita que, durante el Orgullo, vive sus días de apogeo. ¿Qué mejor que un lugar tan céntrico como este para los momentos de descanso del guerrero?

Ricky y Gerard están viviendo un momento espléndido. Tanto que, y esto es una primicia, se van a casar. Les preguntamos por ese rumor que nos llegó. “¿Pero esto qué es, por favor? O sea, vamos a ver…”, nos dice –entre risas– Gerard, al más puro Sara Montiel con el ya mítico “¿pero qué invento es este?”. “Los rumores son ciertos. ¡Yo me quiero casar contigo!”, zanja Ricky. “Yo también quiero casarme contigo, pero… ¡no ha habido pedida!”, apostilla Gerard. “Yo es que tengo una teoría: y es que me quiero casar con 41. Me quedan dos años. Porque creo que casarte antes de los 40… A los 40 quiero hacer un fiestón de cumple, y luego el evento del año siguiente, un evento por año. Calculando, es dentro de dos años, así que en dos años nos casamos. La pedida tendría que ser como un año antes para que tuviera sentido”, bromea Ricky.

Les recordamos que este junio de 2025 se cumple el vigésimo aniversario del matrimonio igualitario. También que el hotel Ocean Drive Madrid está muy implicado en dar visibilidad a los derechos del colectivo LGTBIQ+, por lo que no sería mal plan celebrar aquí la boda con todos sus invitados de fuera… y los de Madrid, pues esa es la filosofía de la cadena: hacer sentir a todos los clientes como si fueran del barrio, pues son lo que ellos denominan un ‘neighbormood hotel’. Su frase de cabecera es “hacemos vida de barrio, creamos barrios con vida”; es decir, huyen de la idea de barrios turísticos sin personalidad. Su vinculación a nuestro colectivo es tan grande que desde su inauguración es uno de los establecimientos que colaboran con MADO Madrid Orgullo, por lo que esos días te podrás encontrar, en sus habitaciones, en la piscina o desayunando, a muchos de los artistas que participan en los conciertos o en sus múltiples actos.

La filosofía de Ocean Drive Madrid, así como la de todos lo hoteles de la cadena, es la del lujo desenfadado, urbano, cómodo. Tanto por su ubicación como por su oferta de ocio y gastronómica, resulta el lugar perfecto para estos días. En pleno Madrid de los Austrias, al lado de Chueca, Malasaña, La Latina o Lavapiés.

Y también del Teatro Lara, donde Ricky acaba de estrenar la obra Atrapadas en la ofi: “Un musical off muy bonito, que se hace en un espacio muy pequeñito; estamos muy en contacto con la gente y está siendo una experiencia muy guay. Estoy muy contento de seguir en el teatro, pero no dejo en absoluto la música. Sigo con mi disco Dopamina, que salió hace unos meses y, ahora, justo en el mes del Orgullo voy a presentarlo en directo en un show por varias ciudades, tengo muchas ganas. Además, en verano saco una canción nueva que va fuera del disco, Problemático, y estoy a tope… Así que con la música y con el teatro”.

Teatro, siempre teatro. La pareja se conoció en el musical Ghost… y hasta hoy. Gerard también está lleno de planes laborales: “A mediados de julio me incorporo a los ensayos de Cabaret, que estrenaremos en el Albéniz [muy cerca de este hotel]. El teatro musical me permitió conocer al amor de mi vida. También es verdad que yo, cuando voy a trabajar, soy una persona que va a trabajar. O sea, que no suelo mezclar mucho mi vida personal con la profesional. Pero al final las cosas surgen cuando tienen que surgir, cuando tienen que darse… Y sucedió”.

Otro plus añadido del Ocean Drive Madrid: además de todo lo que hemos contado sobre Orgullo, está a dos pasos de todos los teatros donde se representan los musicales durante todo el año.