El título del primer álbum de Ptazeta, que asegura que le va «el chicharacheo», da una pista evidente de dónde prefiere celebrar sus fiestas. Y The Party en la casa es evidencia de la ambición de la artista, que tiene claro que quiere explorar todos los géneros posibles con su rap.
Con importantes hits virales ya en su repertorio, Ptazeta ha publicado un álbum, acompañada por su inseparable productor Juacko, que supone un paso adelante en una carrera que no ha hecho más que arrancar, y que la confirma como un talento a tener muy en cuenta. «Decidimos que año nuevo, vida nueva, y que lo tocaba ahora era sacar un álbum», explica.
Tras firmar hits como Mami, Trakatrá o su reciente colaboración con Bizarrap, Ptazeta decidió que era el momento de embarcarse en lo que denomina «un proyectazo». Porque no quería lanzar una colección de canciones ya conocidas. «Buscaba fusionar estilos, de reguetón pesado al comercial, y seguir probando cosas nuevas con sonidos electrónicos con Juacko, y que la gente se lo goce».
SHANGAY ⇒ ¿Cómo es tu relación con Juacko, tu inseparable productor?
PTAZETA ⇒ Nos conocimos hace dos años en una discoteca. Seguimos de fiesta después, hablamos mucho de música y nos caímos muy bien. Unos días después me dijo de quedar en su estudio, me puse delante de un micrófono y canté un poco. Me dijo que me veía con flow, pero que me faltaba saber cómo crear la estructura de una canción a la hora de escribir. A partir de ahí, pensaba en eso cuando componía en casa, y fui aprendiendo a base de buscar por Internet cómo hacerlo. Al cabo de un tiempo volvimos a quedar, y salió Mami… Muy fuerte.
«El éxito que tuve de primeras me dejó tocada, no entendía nada»
SHANGAY ⇒ ¿Te desbordó el éxito de este tema?
PTAZETA ⇒ Sí. No voy a ser hipócrita, no lo encajé nada bien, me dejó tocada. Estaba acostumbrada a una vida concreta, que era la de trabajar catorce o dieciséis horas de camarera en un restaurante, y me llevaba cincuenta euros al día. De repente, me recomendaron que dejara el curro y me fuera a la playa tranquila para empezar a componer más temas que fuesen igual de buenos. No entendía nada [risas].
Me cambió la vida de golpe. De repente, yo estaba sentada tan tranquila y mi trabajo se estaba moviendo sin darme cuenta, ya era la gente la que lo disfrutaba y lo compartía. Y me comparaban con Nathy Peluso o Lola Índigo, que tienen una carrera rodada, de años, y que saben desenvolverse en este mundo. Para mí fue un shock. Todo lo que pasa me sigue sorprendiendo, pero ya lo vivo de otra manera, supermotivada.
SHANGAY ⇒ ¿Qué referentes musicales tuviste creciendo?
PTAZETA ⇒ Foyone, Lorna, Ivy Queen, Nicki Minaj, Lil Wayne, Wiz Kalifa, Snoop Dogg… A día de hoy escucho de todo; me puedo pasar una mañana escuchando rap y por la tarde música africana, y no pasa nada.
«Gran parte de la culpa de que no haya más artistas LGTBI la tiene la industria»
SHANGAY ⇒ ¿Cómo empezaste a compartir lo que escribías?
PTAZETA ⇒ Cuando me metí en el rollo de las batallas de gallos, junto con mis amigos. Empezamos a rapear y a improvisar y me di cuenta de que podía utilizar la escritura, que siempre me había gustado, junto a la música.
SHANGAY ⇒ ¿Has sabido manejar bien las redes, tan importantes en tu desarrollo como artista, para que jueguen a tu favor?
PTAZETA ⇒ Siempre he ido a mi bola, tranquilita, y solo me mojo si es absolutamente necesario. No me meto en polémicas ni problemas, y eso lo ha visto la gente. Te puedo decir lo que pienso de cualquier tema relacionado conmigo si me preguntas, pero ya. Porque al principio estaba demasiado pendiente de cada comentario, de cada ‘me gusta’… Mi pareja en ese momento fue la que me hizo ver que no era sano que después de subir algo me pasase cuatro horas fuera del mundo real, viendo qué pasaba con ella.
Ya he acostumbrado a mis seguidores a que no digo mucho en redes, y las cosas las anuncio en el último minuto. No quiere perder esa onda chill, porque así soy yo. Ahora la presión me motiva, pero no me olvido de que he dado la campanada dos o tres veces, tengo derecho a equivocarme.
SHANGAY ⇒ Pudo haber ocurrido si hubieses conseguido entrar en Gran Hermano, ¿no?
PTAZETA ⇒ Ya ves, menos mal que no me cogieron. Tenía 18 años, era fan del formato y estaba segura de que podía ganarlo. Y pensaba sacar mi música cuando pasara… Estaba muy equivocada, porque no se habrían juzgado igual mis canciones.
«Si solo me gustan las mujeres no me sale cantarle a un hombre»
SHANGAY ⇒ Desde Mami naturalizaste el hecho de que en tus canciones siempre ibas a hablar de relaciones con otras mujeres. ¿Te salió hacerlo así desde el primer momento?
PTAZETA ⇒ Sí, porque si solo me gustan las mujeres no me sale cantarle a un hombre, eso es así. Me tendría que poner en la piel de otra persona para componer, y estaría mintiéndole a la gente, porque esa no sería yo. A mí solo me valen las personas auténticas, por eso no lo dudé.
Al principio sí hubo quien me sugirió que intentara ser un poco más neutra en mis letras, pero ¿cómo iba yo a dejar de utilizar adjetivos como ‘guapa’? No entraba en mi cabeza [risas]. Y si cantándole a personas de mi género, que son las que me gustan, ayudo a otras a que se encuentren, me doy con un canto en los dientes.
SHANGAY ⇒ Seguís siendo pocas las mujeres lesbianas visibles en el género urbano…
PTAZETA ⇒ ¡Exacto! Y también hay artistas muy grandes que son bisexuales y no lo dicen, joder. Y si los de arriba no abren la puerta para que entre un poco de luz, nadie va a ver lo que hay. Ahora solo me falta conocer a un hombre dentro de la industria urbana que le cante a otro chico [le citamos a Yer y se lo apunta para chequearle después]. Gran parte de la culpa de todo la tiene la industria. Porque no me jodas, que Pablo Alborán tuviera que callarse tantos años para no romper cuatro corazones…
SHANGAY ⇒ ¿Te molesta si te dicen «artista lesbiana» para referirse a ti?
PTAZETA ⇒ A ver, cómo me va a molestar, si soy lesbiana de pura cepa [risas]. No soy de estar etiquetando todo el rato, pero me muevo en mi mundo del arcoíris, me rodeo de mis maricones. Y me gusta ver que puedes incluso romper esquemas si, como sucede con mis canciones, ves a chicos heteros perreando con ellas. Perfecto, porque la música no se hace para que la consuman personas de una orientación o un género determinado. Y me gusta que cada vez seamos más raperas en nuestra escena.
«Me muevo en mi mundo del arcoíris, rodeada de mis maricones»
SHANGAY ⇒ Dices que se viene alguna colaboración potente con alguna artista muy conocida que aún no puedes contar. No hace mucho que nos dejaste muertos con la de uno de los productores del momento, Bizarrap…
PTAZETA ⇒ Como lo que la gente lo que esperaba de mí en ese tema era un trap duro de los míos, no lo hice. Como siempre me dejo llevar por lo que me pide el cuerpo, porque ante todo me gusta ser libre, decidimos grabar un dembow electrónico. Y ya que un tema cantado por mí iba a tener un alcance global de inmediato, tuve claro que iba a cantárselo a una tía.
SHANGAY ⇒ ¿Te puso nerviosa trabajar con él?
PTAZETA ⇒ Sí, sí. Porque hasta ese momento solo había trabajado con Juacko. Hacerlo con otro y que fuese Bizarrap… Llegué y le dije «no te voy a mentir, estoy trabajando contigo y estoy nerviosa». Pero también le dije que el tema tenía que ser la polla. Y él me dijo «che, no te preocupés» [risas]. Pasamos dos días estupendos.
SHANGAY ⇒ ¿Te consideras ante todo rapera?
PTAZETA ⇒ Sí. Aunque te cante reguetón o lo que sea, lo que hago es rap.
SHANGAY ⇒ En este álbum demuestras que cada vez te abres a más estilos…
PTAZETA ⇒ Es que hay probar cosas diferentes. Porque nunca sabes si de pronto vas a ser la bomba en algo con lo que de repente te atreves. Estoy en ese punto de probarlo todo. Y ya se verá qué pasa.
FOTOS: MIGUEL ÁNGEL FERNÁNDEZ
VÍDEO: PABLO CARRASCO DE JUANAS