Piligrossa es un disco profundamente personal, y conceptual, en donde Lapili vuelca todas sus pasiones y deja clara su personalidad artística.
Una nueva muestra de cómo Lapili lucha por el empoderamiento de la mujer a través de su arte y las experiencias que comparte en su bailable música. Afincada en su Ciudad Real natal («me he reconciliado con ella, y desde allí viajo a todas partes»), la artista está feliz de que por fin vea la luz este disco en el que se abre en canal.
Muy ambiciosa en sus propuestas, Lapili se siente algo incomprendida aún aquí. «En España, en general, no se entiende lo que hago, ni cuales son mis referencias», afirma. «Pero si en el Orgullo de Barcelona pude llegar a tocar para 10.000 personas, en Ghana he llegado a tocar para 100.000″.
SHANGAY ⇒ ¿Cómo surge tu conexión con Ghana?
LAPILI ⇒ Toda la vida he estado muy conectada con la música de África occidental y la jamaicana. Y siempre he sido muy fan de Sister Deborah. Cuando me mudé a Madrid, fui a una fiesta en la que actuaban unos raperos de Ghana. Me vieron bailar una danza típica de allí, fliparon y nos hicimos amigos. Aún no hacía música en ese momento. Porque desde pequeña todo el mundo me decía que yo no podría cantar, de mi familia a mis profesores. Se lo decían a una niña que a los 4 años ya escuchaba a Sean Paul…
«Mi empoderamiento está conectado con mi alma, no lo vivo desde el ego»
SHANGAY ⇒ Suerte que no te rendiste…
LAPILI ⇒ Y ahora puedo presumir de haber trabajado con productores como GuiltyBeatz, que incluso ha colaborado con Beyoncé. Y el disco tengo un featuring con Busiswa, que ha compuesto para Rihanna. Todo conexiones que he hecho en Ghana, y que aquí me cuesta que se valoren. No quiero ir de profesora ni nada parecido, pero sí quiero introducir elementos de las culturas que tanto me fascinan de la mejor manera posible. Por eso también cree con amigas la fiesta Bompa, en las que contamos con auténticas dancehall queens.
SHANGAY ⇒ ¿Estás harta de que aquí se hable más de tu físico que de tu arte?
LAPILI ⇒ Claro. Y pronto sacaré un tema hablando de eso, precisamente. Mi empoderamiento me inspira siempre de una forma muy sana. Porque está conectado con mi alma, no lo vivo desde el ego. Por eso mi álbum, además de hablar de ello, está concebido como un cuento. Es como si con él viajara al pasado, cuando tenía 3 años, cuando me decían todo el rato que lo que amaba nunca podría hacerlo.
Es mi manera de decirle a mi niña interior que no se crea nada de eso, el disco entero es un regalo para ella. Por eso sale el día de mi cumpleaños. Me emociono solo de decirlo [ciertamente, sus ojos se ponen vidriosos]. Y en el disco también hablo de lo que supone perderse, encontrarse, de permitirse ser arropada por la amigas…
SHANGAY ⇒ ¿Por qué quisiste contar con las voces de Rossy de Palma y de Antonia San Juan para ese cuento que vehicula el álbum?
LAPILI ⇒ A Rossy la conozco desde antes de hacer música, cuando estudiaba en Granada [arte textil]. Vio en mi Instagram que era superartesana, que diseñaba joyería, e identificó también mis referencias, porque ella también conoce bien el África occidental. Por eso quise que interpretara el personaje de María Poderío [risas], tenía que estar en el disco.
SHANGAY ⇒ ¿Y Antonia?
LAPILI ⇒ Coincidimos grabando un piloto para televisión, y me encantó conocerla. Noté lo que supo ver en mí desde el primer momento. Agradezco esa intuición que noto en algunas personas, y por eso quise que ella la representara en el álbum.
SHANGAY ⇒ ¿Qué significa para ti ser parte visible de la comunidad LGTBIQ+?
LAPILI ⇒ Para mí es muy importante mostrarme públicamente como persona bisexual. En España me siento más tranquila al hacerlo, pero claro, piensa que cuando voy a Ghana todo es muy distinto. Mi comunidad más cercana allí es parte del colectivo, y allí hay que tener mucho cuidado en todo momento. Incluso con las conversaciones que tenemos fuera de casa.
Mi mejor amiga allá, Sister Deborah, es todo un icono LGTBIQ+, y es muy consciente de que existe un movimiento para intentar crear una ley que permita que se te encarcele solo con que un vecino te señale y digas que eres de la comunidad. Ella forma parte del colectivo como aliada, nos da voz, y me contó que incluso se pretende que se pueda encarcelar a aliados como ella por hacerlo… Es algo que está ahí, imagínate.
SHANGAY ⇒ ¿Disfrutas compaginando tu faceta como cantante con la de diseñadora?
LAPILI ⇒ Sí. Solo que ahora diseño sobre todo para mí, trabajo con gente contada, porque no me da la vida [risas]. Ante todo, yo soy artesana artista textil, y lo demás fue llegando después. Nada me gusta más que hacer cosas con mis manos. Y si soy multidisciplinar es porque, como nunca tuve apoyos ni me sentía entendida, pues me tuve que poner manos a la obra. ¿Iba a una tienda a probarme unos pantalones y no me cabían? Pues aprendía a hacérmelos yo. Así con todo.
¿Por qué los haters quieren las personas gordas nos quedemos en casa llorando?
SHANGAY ⇒ ¿Estás harta de vivir experiencias así?
LAPILI ⇒ Lo que más cansada me tiene es ver que no se escucha a las personas que viven esas experiencias. Porque cuando yo he relatado cosas que he experimentado en ese sentido los comentarios en redes siempre son negativos: «Para ser bailarina hay que estar delgada», «que se acostumbre a que la rechacen para según qué trabajos»…
Vamos a ver, haters, que seguro que ni bailáis ni os habéis presentado a un casting en vuestra vida: ¿Podéis por favor empatizar y escuchar a quienes lo han vivido? ¿Que consideráis que las personas gordas tenemos que quedarnos en casa llorando debajo del edredón? Es vuestro problema. Sería mejor poder comunicarnos y aprender de las experiencias de otros.
SHANGAY ⇒ ¿Sigues viviendo experiencias de rechazo por tu físico?
LAPILI ⇒ Todo el rato. Aquí, todo el rato. Ahora que estoy viajando mucho a Estados Unidos, noto que allí no me pasa. Allí ser gorda no es un impedimento a la hora de lograr ciertos trabajos, y flipan cuando les cuento mis experiencias en España. Que pierdo trabajos por defender el cuerpo que tengo y luchar con él. Y si alguien me dice «pues adelgaza, cariño» es que no ha entendido por qué quiero estar aquí [risas]. Y es más, llevo trabajando desde los 14 años en todo tipo de sitios.
Si estoy tan empeñada en seguir en esto con mi cuerpo, siendo gorda, y mi mensaje, es porque quiero aportar algo positivo. Para ser un producto que ya existe, pasar por quirófano y maqui/pelu y ser una más, preferiría quedarme en mi taller tranquilita, que trabajo te aseguro que no me va a faltar.
SHANGAY ⇒ ¿Cómo recuerdas el momento viral de Cómeme el donut, que fue como te conocimos?
LAPILI ⇒ Con mucho agradecimiento. Aquello me dio el valor para empezar a hacer mi música. Y mira que ocurrió de una manera surrealista y azarosa [risas]. Recibí mensajes preciosos de gente que se sintió inspirada al verme allí. Otra cosa era la masa televisiva, que es algo horrible y en muchos momentos me generó ansiedad [ríe de nuevo].
SHANGAY ⇒ ¿Te sientes optimista?
LAPILI ⇒ Sí, miro hacia el futuro con mucho optimismo. Gracias a este álbum me he centrado, me he ubicado del todo. Me he dado cuenta de que la razón por la que hago música va mucho más allá del deseo de hacerme viral en TikTok con un tema, o de los números que consiga. Tengo la capacidad de sanarme a través de la música, y lo que deseo es que con la mía pueda ayudar a otros a hacer lo mismo.
VÍDEO: PABLO CARRASCO DE JUANAS
EL ÁLBUM PILIGROSSA ESTÁ DISPONIBLE EN TODAS LAS PLATAFORMAS