Es un suma y sigue. El Orgullo de Madrid cumple sus primeros 40 años, y esto hay que celebrarlo. El Teatro Real quiere aportar su granito de arena. En este caso, un gran grano: el templo de la ópera se suma a las celebraciones de MADO 2018. Y nada menos que con un ‘operón’ de esos que crean leyenda (y hacen afición): Lucia di Lammermoor. Una de esas óperas que fascinan al público gay.
Estamos ante una de las obras cumbres del bel canto, y estos días se representa en el Real. Dos repartos de lujo, con Javier Camarena y Lisette Oropesa (en el primero) y Venera Gimadieva e Ismael Jordi (en el segundo), en una imponente producción de la English National Opera, dirigida por David Alden, de estética victoriana.
Pues el primer cast sale a la calle para celebrar el Orgullo de Madrid. La función del sábado 7 de julio se transmite en directo en pantalla gigante en la Plaza de Oriente, y se hace dentro de la programación cultural del MADO.
Javier Camarena es uno de los mejores tenores del mundo en su repertorio. Y, cosas de la ópera, lo es desde que la casualidad hizo que tuviera que sustituir en 2104 a Juan Diego Flórez en La Cenerentola del Metropolitan Opera House de Nueva York. El tenor mexicano era ya un cantante consagrado, pero aquella función le lanzó al estrellato más brillante de los divos de la ópera.
El éxito de su aria Si, ritrovarla io giuro hizo que el público le pidiera un bis (es decir, repetir el aria en ese mismo momento, algo que solo consiguen los grandes, y que está muy mal visto por los puristas y los directores de escena, pues rompe la acción dramática de la función). Pero no fue solo ese día, sino los tres siguientes.
Esto hizo que Florez ‘se pusiese las pilas’ para reincorporarse a las funciones que tantos titulares estaba copando en los periódicos de todo el mundo. Y entonces, el tenor peruano consiguió repetir la gesta de otros tres bises consecutivos. De nuevo titulares en todo el mundo: cosas de la ópera… y de los divos.
La ópera y el mundo LGTB tienen una muy estrecha relación. Joyce DiDonato nos contó en una charla informal que Shangay tuvo con ella en el Teatro Real que era porque es «un mundo que siempre ha sido un espacio de libertad. Sobre todo cuando las cosas eran más difíciles». Madrid (siempre, pero especialmente en los días del Orgullo) es el mejor ejemplo de libertad y tolerancia. Por ello, el Teatro Real, que dirige Joan Matabosch, ha querido sumarse a esta celebración.
Hace unas semanas, ese mismo teatro fue el espacio en el que la soprano estadounidense Patricia Racette, una mujer lesbiana y una gran activista LGTB, cantó junto a su mujer, Beth, que tocaba el piano.
La propia Racette, en una entrevista que dio a Shangay, manifestó: «Estoy fuera del armario y para mí es muy importante reivindicar nuestros derechos. Nunca canto en países en los que no se respeten. Nunca».
Y qué mejor manera de celebrar que estamos en el Orgullo que sacando la ópera, y nada más y nada menos que con uno de los mejores casts que puede haber en el mundo en este momento, a la calle.
Y, además, gratis. Bravisimo!!!