La expectación es enorme. Lisette Oropesa viene a Valencia para cantar Manon, de Massenet. Ha sido un verano complicado, pues unos problemas de salud la obligaron a bajarse de La Traviata que iba a cantar en Nápoles. Para ella, como para todos los grandes cantantes, cancelar es un drama: «Somos humanos, queremos estar al más alto nivel posible, y cuando uno se siente un poco a mitad, subir al escenario y no estar al cien por cien es un poco… Desilusiona y decepciona un poco al público. Y no quiero decepcionar a nadie».
Ya todo está superado. Entrevistamos a la soprano –una de las más solicitadas por los principales teatros de ópera del mundo– en Viena, donde está precisamente interpretando a Violetta. Pero Lisette Oropesa ya tiene las maletas hechas para venirse al Palau de Les Arts. Es un proyecto que afronta con gran ilusión.
Debutó en el personaje de Manon en el Metropolitan de Nueva York, y lo hizo –como suele ocurrir con todas las grandes– por una sustitución. Fue antes de la pandemia, y no lo ha vuelto a cantar. Es un rol complicado, en una ópera compleja, que a ella le apasiona. Una mujer, la de la obra de Massenet, completamente diferente a la Violetta de Verdi. Dos formas muy diferentes de vivir una apasionada historia de amor desgraciado.
Símpatica, divertida, fresca y, sobre todo, muy cercana. Oropesa es una diva de hoy, y no hay nada más que ver su Instagram para darse cuenta de que es una mujer sin doblez. Hablamos con la diva hispano estadounidense de Manon, de sus planes inmediatos en el mundo de la ópera y de su amor por España. Pero también de los problemas de la lírica hoy día, del estrés al que están sometidos los cantantes, de su forma de afrontar cada papel, en concreto este de Manon, una mujer complicada y alejada de lo convencional.
SHANGAY ⇒ Afortunadamente, ya estás a pleno rendimiento tras el parón del verano, y ahora afrontas un otoño sin parar…LISETTE OROPESA ⇒ Sí, bueno… Todo el mundo ya sabe lo que me pasó. Pasé por un periodo de reflujo. Parece que lo tengo desde hace mucho, y no lo sabía, porque no me daba dolor. No tenía ningún síntoma; solo que perdí la voz. Estuve muchos días con dolor de garganta, y pensaba que me estaba enfermando. Fui a varios médicos, que me dijeron, entre otras cosas, que tenía que dejar de cenar tarde. Eso me ayudó muchísimo, cenar más temprano y dormir con una inclinación en la cama.
«Es un personaje difícil de interpretar, porque no es fácil sentir simpatía por ella. Yo, al menos, no la siento; es una mujer materialista que no quiere sacrificar la ‘dolce vita’ por amor»
SHANGAY ⇒ Llevas unos años vertiginosos, triunfo tras triunfo por todo el mundo. ¿Se puede aguantar ese ritmo mucho tiempo? Es que es un poco bestia…
LISETTE OROPESA ⇒ Es cierto. Creo que ahora los cantantes viajamos el doble que los grandes cantantes, de otras épocas, que todos conocemos. Ahora estamos en la época de fast fashion [risas]. Uno puede montar en un tren, un avión, un barco y una bicicleta en el mismo día para llegar a un concierto o a unas funciones [más risas]. Bueno, es algo que agradezco mucho, el poder viajar rápido; pero también es complicado, porque entonces hay que descansar mucho más. Eso ya no tiene ni que ver con el canto, sino con el cuerpo; claro que te afecta, a la voz, a la cabeza…, al estómago [carcajada].
SHANGAY ⇒ Normal, la voz es un instrumento muy delicado al que le afecta todo…
LISETTE OROPESA ⇒ Por eso me tuve que tomar un tiempito en julio, para recuperarme [piensa un rato]; y no solo para una recuperación, sino para buscar unas rutinas nuevas. Porque nosotros, cuando empezamos a cantar por tantos sitios, perdemos un poco las rutinas, las costumbres. El acostarse y levantarse a la misma hora, comer las mismas cosas… Es verdad que ese ritmo se pierde. Entonces tenemos que estar constantemente adaptándonos a lo nuevo. Creo que al cuerpo no le gusta mucho este tipo de de cambio, porque quiere rutina, unas costumbres. Eso hace que te sientas un poco segura con todo; eso de salir de la rutina provoca mucho estrés.
SHANGAY ⇒ A lo cual hay que añadirle el estrés del estreno, la responsabilidad de cantar bien…
LISETTE OROPESA ⇒ Exacto. Este es un trabajo que me encanta, que me da muchas alegrías, no quiero decir con esto que no me guste hacerlo. ¡Tengo más ganas que nunca! Y cuando estoy bien y me siento bien, tengo todas las fuerzas del mundo. Pero somos humanos, queremos estar al más alto nivel posible, y cuando uno se siente un poco a mitad, subir al escenario y no estar al cien por cien, es un poco… Desilusiona y decepciona un poco al público. Y no quiero decepcionar a nadie.
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SHANGAY ⇒ Haces mucho deporte, cuidas al máximo tu alimentación, vida sana y al aire libre; el día a día de un cantante de este nivel tuyo es como el de un deportista de élite.
LISETTE OROPESA ⇒ Sí, sí. Todos lo somos. ¿Y sabes una cosa? Después de que anuncié que estaba sufriendo esta… [se lo piensa] mierda, con perdón, del reflujo [risas], todo el mundo me ha escrito. He perdido la cuenta de los cantantes que me han mandado mensajes contándome que a ellos también les pasa o ha pasado, que sufren con esto. Y me dicen las medicinas que están tomando, lo que tienen que comer o dejar de hacer. Muchos han tenido cirugía, otros han pasado por muchas situaciones por el reflujo. Es una cosa súper común. Por eso mismo tenemos que cuidarnos como ‘templos’ [risas].
SHANGAY ⇒Eres americana –estadounidense de origen latino– pero tienes un pie puesto en este continente europeo, en especial en España. En ese tour mundial que es tu día a día, España tiene un lugar especial en ese corazón lírico.
LISETTE OROPESA ⇒ Graaaacias [dice alargando la a con acento cubano], sí, es cierto. En España me siento en mi hogar. Desde la primera vez que viví mi primer gran éxito, también mi primer bis… Todo eso fue en España. Con el público más lindo del mundo. Me siento muy, muy… no amada; ¡bueno sí, amada! El calor del público lo siento más que en otros sitios.
SHANGAY ⇒ Y así nos gusta que sea…
LISETTE OROPESA ⇒ Ay, gracias, de verdad. Igualmente.
SHANGAY ⇒ Ahora, en Valencia, te embarcas en Manon. Una ópera que han cantado muchas de las grandes divas de la historia, una ópera con la que debutaste en el MET en 2019 y que ahora afrontas por segunda vez, tu debut europeo en esta obra de Massenet.
LISETTE OROPESA ⇒ Sí, fue justo antes de la pandemia. Y fue una cosa imprevista, porque había cancelado una colega, y me llamaron desde el MET unos meses antes para pedirme si quería cantar el papel. No era algo que tuviera planteado. Yo les dije «déjenme estudiarlo un poco para ver», porque varias personas ya me habían dicho que tenía que cantar Manon, que es un papel que me iría muy bien. Me lo tuve que aprender corriendo en verano y lo hice. Y me encanta, creo que para cualquier cantante es uno de los mejores roles para poder mostrarse en plenitud. Muestra todo, tu amplitud vocal, tu capacidad de hacer coloratura, tu capacidad como actriz, el recitar en francés, el estilo de ese tipo de ópera, el de Massenet… requiere de todo. A mí es que me encanta Massenet, y me encanta ese papel. Y tengo muchísimas ganas de repetirlo.
«Manon es lo contrario a Violette de ‘La Traviata’, que quiere estar con Alfredo por amor: ella busca el placer y no quiere sacrificarse»
SHANGAY ⇒ Basado en un libro prohibido en 1731, Manon es un personaje complejo; una mujer libre, frívola y ambiciosa, pero enamorada. Una mujer acusada de prostituta, pero también un ser manipulado por los hombres que hacen y deshacen con ella lo que quieren. ¿Cómo la definirías?
LISETTE OROPESA ⇒ Bueno, mira…, yo creo que es un personaje que nos da… Es una mujer complicada. Es fácil decir que es una víctima de su sociedad, que no tenía otro remedio, que no tenía otra salida para escoger. Y es cierto, no tenía muchas posibilidades, porque la iban a mandar a un convento, y ella no quería. Des Grieux se la llevó a su casa a vivir con él, si no fuera por eso, pues igual se hubiera escapado con otro, o hubiera ido al convento y habría sido una mujer desgraciada. Pero creo que ella, y lo siento, descubre que verdaderamente no está enamorada de Des Grieux cuando se da cuenta de que si se enamora de él tiene que olvidar su sueño de ser rica. Es una mujer materialista, su fallo es que le encanta estar en el mundo del lujo, de los ricos. Le interesa más que el amor. No es como Violetta en La Traviata, que es justo lo contrario. A ella le interesa el amor, pero por su condición, está en la situación en la que está; pero Violetta quiere estar con Alfredo por amor. Manon, para mí, no; ella no quiere sacrificar la dolce vita, la vida de rica, popular, de tener muchos amigos, por un amor. No es suficiente ese amor, porque él no es tan rico. Quiere casarse, pero sabe que si lo hace, pierde dinero, porque el padre de él los abandonaría. Es un personaje difícil de interpretar, porque no es fácil sentir simpatía por ella. Yo, al menos, no la siento. No siento compasión. Cuando vuelve con él, lo primero que quiere hacer es ir al casino para ganar más dinero, porque ya están arruinados. Eso es lo que le interesa más que cualquier otra cosa, eso es lo triste del papel. Porque nosotros, y el público, lo que queremos es que ella esté realmente enamorada de él. Violetta siente la tristeza, la falta del amor, vive en la melancolía. Pero Manon no es una mujer pesimista. Ella siempre busca la sonrisa, el placer. No quiere sacrificarse. Y hasta el final yo creo que ella no se da cuenta de que le falta. Ella no es una persona que sienta.
SHANGAY ⇒ Es una obra de un periodo muy concreto, muy francesa y muy del romanticismo del siglo XIX, pero con un toque retro dieciochesco, entre la grand opéra y la opéra-comique francesa, dos géneros muy diferentes.
LISETTE OROPESA ⇒ ¡Y también tiene ballet! [risas] ¡Tiene de todo! Y textos hablados, es como una zarzuela, más ballet, más grand opéra… ¡tiene de todo! [La soprano Beverly] Sills dijo que Manon era como la Isolda francesa, un papel wagneriano, cinco actos, como una dama de Shakespeare. Y no tiene una estructura del bel canto, porque vocalmente está escrita de una manera completamente diferente. Para mí, la dificultad de Manon es eso mismo; y esos cinco actos. Y cada uno de ellos está escrito con diferente registro de voz, un aria de coloratura, al principio, luego un aria dramática, muy baja; luego otro aria de coloratura… Al final, en sus últimos días, se siente un poco arrepentida de como ha hecho sufrir a Des Grieux. Es vocalmente es muy diferente a lo largo de la obra.
LISETTE OROPESA ⇒ ¡Y tanto! Mira mi querida Ermonela Jaho, que es una de mis mejores amigas, me ha dicho que el teatro es estupendo, que la acústica es muy buena. Yo solo he hecho un concierto ahí, en el Palau de Les Arts. Entonces no conozco muy bien la acústica desde el escenario con orquesta en el foso. Pero si Ermonela me dice que es muy buena, me fío. Ella es una de mis más grandes amigas y mi inspiración.
SHANGAY ⇒ Hay mucha expectación con esta Manon tuya allí.
LISETTE OROPESA ⇒ ¿Qué quieres decir?
SHANGAY ⇒ Que estamos todos deseando verte y escucharte…
LISETTE OROPESA ⇒ Ay, no. ¡Gracias! [vuelve a salirse su acento cubano] ¡Qué responsabilidad! Voy a intentar hacerlo lo mejor posible.
SHANGAY ⇒ Es un maravilloso momento este, el que estamos viviendo, de grandes cantantes mujeres; grandes divas y estupendas actrices. Unos años dorados…
LISETTE OROPESA ⇒ Me siento súper afortunada de tener colegas así, tan especiales, distintas, pero que tienen algo especial. Cada cantante es diferente. Y sí, tienes razón, tenemos muchas cantantes ahora que son estupendas, que tienen de todo. Y mejor así, es muy bueno para la ópera.
SHANGAY ⇒ Te has convertido en una soprano que tiene una legión de seguidores que viajan solo por verte. Eso debe ser un peso añadido al habitual que ya hay por afrontar cada rol y cada estreno.
LISETTE OROPESA ⇒ Claro que queremos, quiero, que todo el mundo se quede satisfecho, contento, con el trabajo que hacemos. Que haya gente que viaje para escuchar ópera, para seguirme, algunas muy largas distancias para oírme cantar…, pues me hace mucha ilusión, me hace feliz. Solo puedo estar agradecida. Por eso, si tengo que cancelar alguna producción me produce una grandísima lástima. No cancelo si no estoy verdaderamente mal. Pero sí, da mucha ilusión tener a tus fans, a gente que te sigue y que, sobre todo, te apoya en momentos de dificultad. Eso da fuerza y ayuda a sostener un poco, cuando pasas por tiempos difíciles.
«No creo que me vaya a quedar siempre en el mundo de la ‘qui-qui-ri-quí’, ¡porque no soy una ‘qui-qui-ri-quí’!, pero no quiero mandar el mensaje de que estoy dejando los papeles de coloratura»
SHANGAY ⇒ ¿Hacia dónde quieres dirigir tu carrera en el futuro próximo? ¿Hay algunos nuevos roles que nos puedas adelantar?
LISETTE OROPESA ⇒ Bueno sí. Ya se sabe que este diciembre, en Madrid, voy a hacer mi primera María Stuarda, va a ser mi primera reina donizzetiana. Y estoy mirando si quiero afrontar la Norma, porque es un papel al que quiero llegar con mucho cuidado. Estoy mirando también roles más líricos, Liu, por ejemplo, a ver si me va. Pero tampoco quiero mandar el mensaje de que estoy dejando atrás los papeles de coloratura para meterme en el lírico dramático, porque creo, también, que mi voz todavía no es de esa amplitud. Tengo aún un poco la voz de [soprano] ligera, y quiero mantenerme lo más posible en esos papeles. Para entonces, ojalá, durar más años de carrera [risas]. Porque hay mucho tiempo por delante para cantar los papeles de lírico dramático. Pero tampoco creo que me vaya a quedar siempre en el mundo de la ‘qui-qui-ri-quí’, ¡porque no soy una ‘qui-qui-ri-quí’! ¡Nunca lo he sido! [más risas] Hasta me cuesta, ahora que tengo 40 años, cantar los papeles de coloratura pura, o con gran parte de ella, porque ya siento el peso de la voz de una persona un poco mayor. Entonces ya estoy dejando la Lucia, hemos hecho un grabación este verano, y será la última; mis mejores Lucias son las que he cantado ya [risas], y no las que podría cantar en el futuro.
SHANGAY ⇒ ¿Dar el paso al verismo?
LISETTE OROPESA ⇒ Verismo de estilo, probablemente no. Pero quiero seguir en el mundo del bel canto, en el de la ópera francesa, estoy mirando si hacer Thais. Pero hablo de aquí a cinco años, no mañana ni pasado mañana. Veremos si me toca otro papel de las reinas, creo que ya después de Maria Stuarda se sabrá…
SHANGAY ⇒ Pues habrá que hacer todas las reinas Tudor, ¿no?
LISETTE OROPESA ⇒ Todas no, como mucho Anna Bolena. Pero también depende. Puede ser que dentro de cinco años, el peso y la amplitud de la voz sea suficiente. Y también depende del teatro. A lo mejor no en el Metropolitan, en Chicago o en París; pero tal vez en Viena, o en un teatro un poco más pequeño donde haya un director más sensible, con colegas de voces más ligeras. También depende de eso.
SHANGAY ⇒ Cambiando completamente de tema, ya hemos contado que te cuidas mucho y controlas la alimentación. Pero es que además eres una activista vegana. Te dejamos estas páginas de Shangay para que hagas el activismo que quieras…
LISETTE OROPESA ⇒ Graaaacias… Sí, sí. Hace muchos años que soy vegana; aunque te puede dar acidez, ¿eh? Hay que tener cuidado, como con cada dieta. Casi todo depende de la hora en la que comes, y de la hora en la que te acuestas a dormir. Pero no soy una vegana que empuje a los demás [risas]. Yo solo hago lo que para mí sirve, lo que me conviene. Todo el mundo es diferente. Y tenemos que comer lo que tenemos alrededor. Y si uno vive en un campo en el que hay pollos y huevos, pues claro que vas a comer huevos y pollos. No vas a comer aguacates donde no hay aguacates [carcajada].
SHANGAY ⇒ Bueno, ya sabes que aguacates ricos no te faltan cuando estás en España, porque te los llevamos siempre tus amigos de Shangay…
LISETTE OROPESA ⇒ Ay, sí; gracias [muchas risas]. Me acuerdo aún de los últimos…
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