Marcos French es un artista que desafía cualquier etiqueta y planta cara a cualquier género. Lo vuelve a demostrar en su segundo álbum, grabado en directo: Marcos French desde Sala Villanos.
Argentino afincado en Madrid desde hace siete años, Marcos French se ha convertido en una prima donna por derecho, como ya dejó claro en su disco de debut, Confesiones de una prima donna. Inspirado por su alter ego, ha dejado de lado el pop más inmediato de sus inicios y se ha lanzado a una aventura que no deja de darle alegrías, apostando por sonidos atemporales que van del bolero al chachachá, pasando por la gran balada dramática.
SHANGAY ⇒ ¿Por qué este cambio en tu carrera?
MARCOS FRENCH ⇒ Nació de una necesidad de encontrarme. El concepto surgió en casa de amigos, y lo he ido presentando en el Café Berlín, en Noches del Botánico [en donde teloneó a Danna el verano pasado]… En el espíritu del proyecto está el mismo Marcos de antes, pero quise volver a la raíz de mi música, en la que siempre predominó lo vocal. El pop me encanta, pero me obligaba a contar historias muy cortas. En este disco me permito prolongar la historia de ese personaje, esa prima donna.
«Cantando mis nuevas canciones me siento María Dolores Pradera»
SHANGAY ⇒ ¿Cómo nace ese alter ego?
MARCOS FRENCH ⇒ Por mi admiración a las mujeres. Y porque tenía ganas de transitar otro tipo de historias y realidades, con un sonido más clásico. Cantando estas canciones me siento María Dolores Pradera [risas]. A veces, Rocío Jurado también. ¿Sabes que incluso me fui a su museo en Chipiona? Es que esas intérpretes son fantasía, por eso nos gustan tanto a las personas LGTBI.
SHANGAY ⇒ ¿Por qué un disco en directo cuando prácticamente estás en los inicios de tu carerra?
MARCOS FRENCH ⇒ Porque no canto igual en el estudio que en un concierto. Mi voz suena distinta sobre un escenario, la interpretación es más honesta y real. Por eso quise grabarlo en directo, como hacía Édith Piaf, por ejemplo. Me atraía capturar esa energía, y proponer toda una narrativa, inspirado también en esos programas de televisión de Judy Garland o Barbra Streisand, en los que hacían monólogos entre canciones. Como ves, grandes inspiraciones.
«Cuando empecé quería sonar cool y reprimía mi vibrato, lo hacía para encajar»
SHANGAY ⇒ Rebosante de energía femenina…
MARCOS FRENCH ⇒ El otro día me preguntaban si este era un proyecto LGTBIQ+, y me pareció insultante. Yo lo soy, pero el disco no es un statement. Y me sorprende que haya a quien le moleste verme, con mis looks, haciendo música tan clásica. Me parece bien [risas]. Siempre busco romper con lo que hasta un momento concreto me ha identificado; me aburriría tener que mantener siempre una misma línea. Eso es la muerte para un artista. Esto es lo que recorro en este momento; el año que viene, ya veremos.
SHANGAY ⇒ ¿Estás en un recorrido personal también en cuanto a género?
MARCOS FRENCH ⇒ Ni lo sé. Desde que empecé con el alter ego de la prima donna comencé a hacerme las uñas, y ya no puedo vivir sin mis manicuras [risas]. También, para explorar el personaje, empecé a maquillarme, y es algo que he incorporado a mi vida, para sentirme guapa. Son cosas que he naturalizado, pero que para mí no quieren decir nada. Mi tía, por ejemplo, piensa que estoy transicionando por verme así, y ya le dije que no. Si lo estuviera haciendo no tendría problema en decirlo; todo lo que hago me ayuda a expresarme y a crear como artista, nada más. Por eso me molesta que intenten reducir mi proyecto a una etiqueta. Soy mucho más que una persona LGTBIQ+, y es algo que tenemos que recordar continuamente los artistas de la comunidad. El pop nunca ha sido prejuicioso, es lo maravilloso que tiene. Y mis canciones son pop, porque son populares, y si tienes ganas de cantarlas, puedes. ¿Acaso no es Ese hombre de Rocío Jurado una canción pop? Solo que cada una la reviste de una forma. Y las de mi nuevo disco tienen, en cierto sentido, un punto sinfónico. Porque también me siento Maria Callas en muchos momentos, me inspira muchísimo.
«Si estuviera transicionando no tendría problema en decirlo, pero no es así»
SHANGAY ⇒ ¿Cómo está siendo el viaje desde que ejerces de prima donna?
MARCOS FRENCH ⇒ Me siento más genuino que antes. Y noto más interés por lo que hago que antes. El otro día me definieron como «Falete 2.0″. ¡Qué honor! Y no es que me compare con él, ojo, pero me pareció un halago increíble. Es un artista excepcional, y que nunca dio explicaciones de nada, nunca se hizo abanderado de nada. Eso es lo que me maravilló de él cuando lo descubrí. Y también compartimos el amor por el canto, porque menudo cantante… Fíjate que yo he estudiado canto toda mi vida, y ahora es cuando he logrado plasmar esa parte mía, que antes estaba contenida. Cuando empecé quería sonar cool y reprimía mi vibrato, por ejemplo, y lo hacía para encajar. Ya no, todo lo que tengo en la garganta es para usarlo.
«El pop nunca ha sido prejuicioso, es lo maravilloso que tiene»
SHANGAY ⇒ ¿Te ha costado aceptarte como artista en tu totalidad?
MARCOS FRENCH ⇒ Sí. Me costó integrar lo que más me gustaba de mí. Generalmente, lo que te hace único es lo que más te incomoda de ti mismo. Rechazaba esa parte mía tan teatral, tan intensa a la hora de cantar, que podía resultar antigua. Me negaba a explorar mi parte femenina más a fondo. Sigo teniendo un camino por recorrer, porque al final, siento como que estoy arrancando aún, liberándome de todas las etiquetas. Y esta prima donna que antes era un alter ego ya es parte de toda mi vida.