Son casi incontables la cantidad de amigxs que en Shangay hemos ido acumulando a lo largo de nuestros 25 años de vida, y costaría horrores elaborar un ranking. Ahora bien, una cosa tenemos clara: en los puestos más altos de la lista estaría Octavi Pujades. El actor, siempre dispuesto y comprometido, tuvo a bien acompañarnos en nuestra carroza de Shangay Skittles el pasado sábado durante la marcha del MADO Madrid Orgullo, donde pudimos volver a disfrutar de su indudable atractivo.
Con él hemos compartido trucos de belleza y entrenamiento –«No hay ningún secreto: la constancia a la hora de entrenar y de comer bien. Es más fácil compartirlo que seguirlo»–, confesiones sobre cómo la medicina ha aparecido una y otra vez en su vida –«Yo hice la carrera del 92 al 98 y lo tengo todo muy oxidado, pero ahora me ha venido muy bien para interpretar a un personaje de médico que tiene que utilizar una terminología bastante complicada y refrescar viejos conocimientos de medicina»–, recuerdos de sus inicios como actor –“Me sigue viniendo gente que se acuerda, y dice ‘¡el de Al salir de clase!’.Marcó a muchos adolescentes, claro. Y yo era relativamente mayor cuando empezamos a grabarla, tenía veintisiete… Es bonito formar parte de la memoria de tantas personas. Y nos seguimos encontrando aquí y allí muchos de los actores que trabajamos en ella. Siento mucho orgullo de haber formado parte de esa serie”–viajes a Sitges, un rincón de la costa catalana en donde el turismo gay tiene una enorme fuerza, todo un ejemplo de diversidad que a Octavi, cuyos vínculos con la comunidad LGTB son muy fuertes, siempre la ha admirado –«Me parece mal que no sea así en todos lados. Sitges es un sitio privilegiado, un islote de tolerancia y buen rollo desde hace muchos años. Ojalá su ejemplo se siga expandiendo”–y un constante mensaje de tolerancia, siempre implicado en la causa por la igualdad.