La historia de un niño de cinco años al que le encanta pintarse las uñas está siendo viral estos días en Twitter. La usuaria @vsaasv2 ha contado que cada vez que tiene que cuidar a su sobrino de cinco años, este le pide que le pinte las uñas. Ella decide darle gusto al niño y maquillárselas, pero la madre del niño y hermana de la tuitera le echa la bronca y se las quita corriendo. El niño no cede en su intención de pintarse las uñas y, cada vez que se queda con su tía, le pide que vuelva a coloreárselas.
Pero la sorpresa de esta historia es que la tuitera descubre a su padre y abuelo del niño con las uñas pintadas. Ante esta extraña e inesperada situación, le pregunta por ello y su padre le responde que se las ha pintado él también para sacarle de la cabeza al niño y a su madre que pintarse las uñas es solo cosa de niñas…
Probablemente sudéis pero necesito compartirlo.
A mi sobrino le gusta pintarse las uñas y esto es lo que pasa:
(Dentro hilo)
— Perrónika (@vsaasv2) July 22, 2018
El hilo de la historia acumula ya más de 8 mil retuits y 13 mil favs, junto a otras miles de interacciones. Muchos tuiteros han deducido la homosexualidad del niño tan solo por el simple gesto de pintarse las uñas. Esos ataques y críticas se basan en un machismo, sexismo y homofobia estereotipados tan solo por unos prejuicios estéticos de los clichés que responden a los patrones de masculinidad y feminidad.
Son muchos los hombres que se pintan las uñas, y no tiene nada que ver con la sexualidad que guarden o desarrollen a lo largo de su vida. Por ello, este hilo ha demostrado que la libertad de los niños para sentirse como quieran es fundamental para su crecimiento y liberación de prejuicios estúpidos que tan solo encasillan en la inservible clasificación de masculino y femenino.
Recordad: ¡Pintarse las uñas a nadie hace maricón!