Para querer mostrar un carácter conciliador, el Vaticano no alecciona del todo bien a sus sacerdotes. O al menos manda mensajes contradictorios a la comunidad LGTB. Semanas después de conocer nuevas declaraciones homófobas del obispo de Alcalá de Henares y comentarios igualmente ofensivos del cardenal Raymond Burke pidiendo que se aleje a los niños de las parejas gays, el Vaticano ha anunciado que la Iglesia debería dar la bienvenida a los homosexuales. ¿Gesto aperturista o ciencia ficción?
Ha sido este lunes en Roma después de que 200 obispos debatieran sobre la familia en una asamblea extraordinaria durante una semana que ha terminado con la publicación de un documento que dice que los homosexuales tienen «dones y atributos que ofrecer a la comunidad cristiana». El informe Relatio post disceptationem (Relación tras el debate) se cuestiona además si el catolicismo podría llegar a aceptar a la comunidad gay y los aspectos positivos de las parejas del mismo sexo garantizándoles un espacio de fraternidad. «Las personas homosexuales deben ser respetadas, como es respetada la dignidad de toda persona independientemente de su tendencia sexual», ha expresado la Santa Sede en el documento que los obispos tienen previsto entregar al Papa Francisco a finales de mes.
De momento, no hay conclusiones inmediatas, pero ¿será este el primer paso para que la Iglesia deje de ser cuna de instigadores homófobos y deje de expulsar a sus miembros por su condición sexual?
¿Qué esperas de este acercamiento de la iglesia al colectivo LGTB?
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