La artista argentina Romina Bernardo se hace llamar, cuando graba y cuando se sube al escenario, Chocolate Remix. Hace principalmente reguetón, y es lesbiana, de manera que a su estilo se le ha adjudicado una etiqueta obvia, la de ‘reguetón lésbico’. Y ella la defiende orgullosa, faltaría más. Está de gira por Europa, y actúa este fin de semana en Madrid y Barcelona.
Su propuesta musical une diversión, subversión y activismo con gran originalidad. Chocolate Remix es una luchadora orgullosa que no solo busca hacerte bailar y perrear. “La historia siempre ha estado comandada por varones heterosexuales, y quienes hemos quedado segregados tenemos que formular nuestras estrategias para empoderarnos y crear una sociedad más justa”, afirma. Su estrategia de coger el reguetón y darle la vuelta a los mensajes transmitidos tradicionalmente le ha permitido lograr un importante eco a nivel internacional. “Cuando empecé hace seis años apenas había referentes femeninos en el reguetón. Faltaban voces en el género, no solo femeninas, también de disidentes sexuales”.
Sigue habiendo una alarmante escasez de artistas lésbicas visibles, y Chocolate Remix lo atribuye a tantos y tantos años de opresión. Hasta cierto punto, entiende que haya algunas que no quieran renunciar a ciertos privilegios que quizá perderían si se muestran abiertamente como son. Pero no es su actitud. “Necesitamos representación, y crear nuevos espacios para nosotras. Y para eso estoy aquí”. Recuerda que, al principio de su carrera, cuando decidió apostar por el reguetón como vehículo de su discurso reivindicativo y empoderador, recibió reacciones de todo tipo. “Hubo quien no entendía que hiciese lo que ellos entendían que era propio de un macho tradicional. Hasta que vieron que en mi música hay varios niveles de lectura”.
“Es muy importante que haya chicas en la escena del reguetón, el neoperreo y el trap”
En cierto modo, comenzó parodiando al reguetonero típico, y no se cortaba –sigue sin hacerlo– a la hora de objetivizar a las mujeres en sus vídeos, aunque desde un lugar distinto al habitual. “Cuando se puso de moda el término ‘empoderamiento’ fue cuando más gente me empezó a respetar, porque ya era algo que molaba”, dice entre risas. También ironiza en sus letras sobre tópicos lésbicos como el de que todas son, o deben ser, camioneras. “Me gusta utilizar el humor para despertar reacciones inesperadas en quien me oye. Todos esos tópicos son parte de nuestra identidad y nuestra historia, pero nuestras identidades van cambiando, y eso hay que reflejarlo”.
Gente de su entorno le decía que, si quería utilizar ritmos tropicales para su música, debía haber apostado por géneros como la electrocumbia, que desde hace años tiene un reconocimiento importante, pero ella decidió vehicular su pasión por el reguetón, por denostado que estuviese. “Es un estilo que ha tenido una evolución rica musicalmente”, explica. “El reguetón ha ido mutando y mira, ahora mismo es el ritmo más universal, con todo el dinero del mundo y los mejores productores enfocados en él”. Confiesa que le provoca sensaciones encontradas que no haya estrella pop actual que no se acerque al reguetón. “Me gusta que se interesen por un estilo que surgió de los suburbios, pero claro, también hay un componente oportunista… Bueno, en el mercado lo que se busca es vender”.
“Faltaban voces en el reguetón de disidentes sexuales”
A Chocolate Remix le ha venido muy bien que el mercado se haya ampliado de la manera que lo ha hecho, porque sin duda tiene hoy más oportunidades y espacios en los que presentar su música. “No me interesa tanto acercarme al reguetón-pop de ahora. Y utilizaré un tono reivindicativo cuando me apetezca, tampoco me cierro a otras cosas. Ya es un hecho político que una mujer lesbiana cante, porque comparte su experiencia en el mundo, muestra otra mirada. No creo que sea necesario que en todas mis canciones hable de que soy lesbiana”. Y agradece que cada vez sean más visibles las mujeres que se acercan al reguetón, de Tomasa del Real a Ms Nina. “Es muy importante que haya chicas en la escena del reguetón, el neoperreo y el trap, es fantástico, y además las suyas son propuestas muy frescas”.
Su reciente single Te dije que no muestra que ella también se ha implicado en campañas como la de ‘No es no’, tan relevantes en la lucha feminista de hoy día. “Para mí es importante crear representaciones culturales del momento en que vivo, igual que en otras canciones siento que debo partir de sentimientos muy personales”. Al final, todo en torno a Chocolate Remix es una ficción artística, empezando por el hecho de que Romina se ha creado un alter ego para hacer música y defenderla en directo. “Me gusta jugar con eso, porque la gente tiende a creerse mucho esos personajes que muestras. Y yo no estoy en casa rodeada de chicas en shorts bailando reguetón”, dice entre risas. Ese personaje, además, nos confiesa que le ayuda a ligar más. “Canto tanto sobre sexo, y me expongo tanto, que luego pasan cosas…”.
CHOCOLATE REMIX ACTÚA EL 13 DE JULIO EN MADRID (FIESTA TSUNAMI GENDERFLUID EN LA SALA MARAVILLAS) Y EL 14, EN BARCELONA (FIESTA FURIA QUEER EN SIDECAR).