Ciccio estrena ‘Bueno o malo’: “Mi pecado más recurrente es probar cosas prohibidas”

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Menudo 2019 el de Ciccio, que cierra por todo lo alto con nueva canción y vídeo, Bueno o malo. Es el tercer lanzamiento de este emergente artista de nuestra escena urbana en lo que va de año, tras Qué estás diciendo y Barrio La Alegría junto a Mueveloreina. Y no podemos olvidar su espectacular actuación en Proud Bling! en julio, dentro del Orgullo LGTBI de Madrid.

Bueno o malo nos descubre una vertiente más electrónica de Ciccio, nos hace bailar de una manera muy distinta a las de Maurike o Pa mí, y es que el cantante y productor procura ajustar el mensaje de cada tema que publica –como su corte de pelo– a lo que le pide musicalmente. “Esta es otra faceta mía”, dice. “Para hablar de que el bien y el mal son relativos, y de que no creo en el bien que dictan la Justicia o la Iglesia, me parecía que esta rítmica se ajustaba mejor que la latina o la reguetonera”.

“Defiendo la libertad de cada uno para elegir que quiere hacer con su vida, sin que nadie le juzgue”

Una apuesta electrourbana para hablar de un mundo lleno de hipocresía, algo que le inquieta, y para mostrar su defensa de la libertad a toda costa. “Quiero defender la libertad de cada uno para elegir qué quiere hacer con su vida, sin que nadie le juzgue. Tengo un pensamiento muy anárquico en ese sentido”, explica. “Lucho contra la hipocresía de esa gente que dice ‘Yo soy buena persona’, que es lo que normalmente decimos todos…”. Pero es algo que no le convence. “Porque si todos fuéramos buenas personas, ¿dónde están las malas? En la canción he querido plantear esa cuestión: seré mala o buena persona según quien me juzgue y depende de la verdad…, de un Dios, si quieres; no de lo que digan las leyes, la Iglesia o Pepito”.

En Bueno o malo afirma que son sus santos quienes le han hecho como es. ¿Cuáles son los santos de Ciccio? “Mis vivencias, mi familia y mis amigos. Me ha tocado vivir en distintos países, moverme entre distintas clases sociales, entre la riqueza y la pobreza, y de eso hablo en la canción, de que nadie me puede decir nada, solo yo sé lo que he visto y he dejado de ver”. ¿Se define como un gran pecador? “Más bien, me defino como un gran vividor”, afirma. “Si eso está relacionado con pecar, seré un gran pecador. Mi pecado más recurrente es probar las cosas que están prohibidas, y ya decido, según mi criterio, si van conmigo o no”.

No tuvo que resultar un pecado viajar a Hong Kong a grabar el vídeo de Bueno o malo, que firma su colaboradora habitual y amiga íntima Clara Asouik. “Buscábamos un sitio con mucho neón, a ser posible en una ciudad asiática. Dada la problemática que se estaba viviendo en Hong Kong en ese momento, como por la estética que ofrecía, nos pareció el lugar perfecto”. Y allá que se fueron. “Decidimos hacernos un viaje aprovechando que podíamos y que tenemos confianza el uno en el otro para embarcarnos en una aventura así, dado que no dependíamos de una productora”. Este es el magnético resultado.