Fernando González Molina fotografiado por Miguel Ángel Fernández
Una pareja de novios gays rusos muy comprometidos con los derechos del colectivo LGTBI, una activista lesbiana de Uganda, un deportista gay francés sordo, una joven transexual de un pueblo de Almería y una actriz y dramaturga de Madrid ven cómo sus vidas confluyen en pleno WorldPride de Madrid en 2017. No fue algo casual, sino provocado por el equipo que está detrás de The Best Day of My Life.
Un proyecto concebido para conmemorar esa gran fiesta, pero también para recordar que hay muchos países en el mundo en que el Orgullo no es un acto tan festivo, y tanto el activismo como las libertades básicas de las personas LGTBI están coartados e incluso perseguidos, tal y como se muestra en las partes grabadas en Rusia y Uganda. Al frente del proyecto, Fernando González Molina, en un cambio de registro muy interesante tras firmar películas como Palmeras en la nieve y El guardián invisible. Un documental que asegura que le ha cambiado la vida, y con el que confía en contribuir a cambiar la de muchxs más.
SHANGAY ⇒ ¿Qué pensaste cuando te ofrecieron dirigir este documental?
FERNANDO GONZÁLEZ MOLINA ⇒ Que me apetecía mucho, aunque no me ve veía dirigiendo un documental al uso, no quería solo testimoniar un evento, sino contar historias de personas, llevarlo a mi terreno, el de la emoción. Llegamos a la conclusión de que sería interesante utilizar el WorldPride de Madrid como una especie de tierra prometida, para reflejar las historias de personas de diferentes lugares del mundo y problemáticas distintas, aunque todas en torno a la identidad de género y la orientación sexual.
SHANGAY ⇒ ¿Cómo elegisteis a los protagonistas?
FERNANDO GONZÁLEZ MOLINA ⇒ Con la colaboración de mucha gente: de los organizadores del WorldPride, de los Juegos de la Diversidad… Empezamos a ver perfiles de activistas de todo el mundo y contratamos a documentalistas para buscar historias interesantes. Queríamos incluir personas valientes y activistas que se encuentran con una problemática importante en países como Uganda y Rusia solo por ser homosexuales, pero que no se esconden por serlo, para evitarles problemas.
“Soy homosexual y hago películas, y cuento las historias que debo contar en cada momento. Aquí ha sido el momento de posicionarme”
SHANGAY ⇒ Tu planteamiento narrativo es similar al de tus películas de ficción, ¿verdad?
FERNANDO GONZÁLEZ MOLINA ⇒ Sí. Incluso a veces me da miedo pensar que sea tan película [risas]. Pero no hay ninguna manipulación; más allá de haber recreado algunas situaciones, contamos sus vidas. A raíz de todo lo que nos contaron previamente al rodaje, creamos un guion para reconstruir sus vidas y mostrar sus rutinas, sus experiencias con personas cercanas a todos ellos. Son historias potentísimas, en ocasiones durísimas, y mostramos pinceladas, huyendo del amarillismo.
SHANGAY ⇒ ¿Te identificas especialmente con alguno de ellos?
FERNANDO GONZÁLEZ MOLINA ⇒ Me tocan las historias de todos. Y por mucho que pensemos que vivimos en un país muy evolucionado, te enteras de cosas como el reciente suicidio del joven transexual Ekai y te das cuenta de que documentales así siguen haciendo mucha falta. Acostumbrado a rodar películas románticas y thrillers, este aterrizaje en la vida real me ha removido mucho.
SHANGAY ⇒ ¿Cómo fue la experiencia del rodaje, que aseguras que te ha cambiado la vida?
FERNANDO GONZÁLEZ MOLINA ⇒ Imagínate, éramos un equipo de cinco personas viajando por el mundo, nos detuvieron en Rusia, en Uganda fue complicadísimo rodar… Y grabando el desfile también disfruté muchísimo, porque ver a los protagonistas vivirlo tanto subidos en carrozas fue muy especial. Es la vez en que más he sentido que lo que hago sirve para algo, que merecía la pena contar estas historias.
SHANGAY ⇒ Cada protagonista se enfrentan a múltiples barreras, y no solo por su opción sexual o por su género: por raza, por el país en que viven, por su incapacidad…
FERNANDO GONZÁLEZ MOLINA ⇒ Y saltan esas barreras todo el tiempo. Mira el ejemplo de Ruth, negra, lesbiana y de Uganda. Pero todos son muy valientes. Fue muy bonito ver lo que supuso para todos ellos venir a Madrid al WorldPride y cómo terminaron cargados de motivación para seguir luchando.
SHANGAY ⇒ Nunca habías contado una historia gay en tu cine… y ahora cuentas seis.
FERNANDO GONZÁLEZ MOLINA ⇒ Es que huyo de esa idea de que por ser gay tienes que hacer cine gay. Yo soy homosexual y hago películas, y cuento las historias que creo que debo contar en cada momento. Aquí, de manera natural, encontré seis que me interesaba compartir, y ha sido el momento de posicionarme. Tengo la suerte de que mi vida es plena: vivo mi homosexualidad en libertad, tengo una familia que me entiende, una pareja…, pero todo eso siento que debe resonar en mi faceta personal, no en la profesional. Si mi cine hasta ahora ha sido siempre muy escapista, en esta ocasión he sentido que debía significarme y reclamar derechos para la comunidad LGTB en general.
SHANGAY ⇒ ¿Por qué has querido dar tanta relevancia a la emotividad, que transmite desde tu manera de rodar hasta la música de Lucas Vidal?
FERNANDO GONZÁLEZ MOLINA ⇒ Porque no quería hacer un En portada o un Documentos TV, con un tono sórdido y dramático. Quería que el documental mostrase un claro camino hacia la luz. Ojalá transmita a la gente ganas de pelear por los derechos de todxs, porque mi intención principal es lanzar un mensaje de que hay que luchar por ser uno mismo.
“Si mi cine hasta ahora ha sido escapista, en esta ocasión he sentido que debía reclamar derechos para la comunidad LGTB”
SHANGAY ⇒ ¿Descubriste algo inesperado al vivir el año pasado el Orgullo desde otra perspectiva?
FERNANDO GONZÁLEZ MOLINA ⇒ Muchísimas cosas. Hasta este último año había sido un espectador frívolo, simplón y ramplón. Porque sí, el Orgullo es fiesta, música, celebración, emborracharte y saltar, y eso se combina con la reivindicación. Pero este año pasado descubrí, al tener que cubrirlo completo, la programación cultural tan rica que se ofrece, viví el Summit, la conferencia de derechos humanos, la programación deportiva… El nivel y la complejidad de lo que se programó era importante. Y también me quedo con lo peleona y trabajadora que es la gente de las asociaciones.
SHANGAY ⇒ ¿Tuviste claro desde el principio que rendirías homenaje a los activistas patrios?
FERNANDO GONZÁLEZ MOLINA ⇒ Sí. Porque hay que destacar el trabajo de gente tan guerrera gracias a la cual se llegó a este WorldPride. Por eso están Boti García, Mili Hernández de Berkana, Carla Antonelli, Pedro Zerolo… y hasta Zapatero. Porque si vino tanta gente de todo el mundo al Orgullo mundial fue porque hay una gran historia detrás de lucha que quería reflejar. Ese viaje en el que se embarcó muy poquita gente hace pocas décadas también había que homenajearlo.
EL DOCUMENTAL THE BEST DAY OF MY LIFE SE ESTRENA EL 13 DE MARZO EN CINES.
Los seis protagonistas del documental:
Nick y Max son pareja, y activistas LGTBI rusos.
Timo, homosexual francés, es sordo, y acudió al WorldPride a competir en salto de trampolín en los Juegos de la Diversidad.
Geena es una joven transexual de un pueblo de Almería que tiene claro que quiere hacerse un hueco como actriz.
La actriz y dramaturga transexual Abril Zamora conectó de inmediato con la almeriense Geena.
Ruth es una activista lesbiana de Uganda, que quedó impactada por el ambiente de libertad que encontró en el WorldPride de Madrid.