Cualquier día es bueno para celebrar la Navidad con Mariah Carey

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La vida para Mariah Carey, más que un cabaret, es una dulce fantasía. Un universo de –aparentemente eterna– felicidad en donde solo hay espacio para las sonrisas, el glamour, el champán… y la música.

Porque, ojo, a mucha gente se le olvida que es una creadora e intérprete fundamental para entender el pop de las últimas tres décadas. Empezó como virtuosa –en ocasiones, algo cargante, sí– y se reinventó hace dos décadas a la vez que presentó su propia fusión de r’n’b, hip-hop y pop en Butterfly, marcando una tendencia que sigue estando de plena actualidad a día de hoy.

También se unió al exclusivo grupo de artistas que han hecho de su libertad una bandera por la que pelear con uñas –largas– y dientes cuando publicó en 2005 The Emancipation of Mimi. Un punto de inflexión a partir del cual, más que nunca, ha hecho lo que le ha apetecido en todo momento. Siempre con una sonrisa y una copa en la mano. Por norma. Porque lo vale.

Lo fácil es reírse de ella, porque cómica es un rato. Habrá quien lo haga con sorna y desprecio, pero Mimi sabe que está muy por encima de la burla fácil. Su manera de reírse de sí misma es de lo más inteligente y calculada, porque en todo momento sabe las reacciones que va a provocar. “Ande yo caliente…”, parece pensar cada vez que aparece en público. Ríete con ella, que es más sano. Y si eres de los que piensan que artísticamente se ha quedado desfasada, quizá sea el momento de que prestes atención a las joyas que incluye su último álbum hasta la fecha, Me. I Am Mariah… The Elusive Chanteuse.

Sí, hay vida para Carey más allá de su resurrección anual con All I Want For Christmas Is You. Lo ha demostrado con los dos anticipos hasta la fecha de su inminente nuevo álbum, GTFO y With You, impecables. Aunque está claro que su megahit navideño –junto con todo lo que conlleva– es, y va a ser por siempre, su principal fuente de ingresos. La que le permite vivir en una fantasía constante con sus hijos, y sentir que es de las pocas personas para las que es Navidad todo el año. En su caso, real.

Este año también va a poder compartir esa sensación con sus fans españoles, porque el 17 de diciembre se planta en Madrid con su show navideño. Una oportunidad única para dejarse contagiar por esa inagotable artista que cree firmemente en Papá Noel, que no celebra cumpleaños sino aniversarios, y que se pasaría el año cantando villancicos (que a saber si no lo hace).

Mariah Carey, como Michael Jackson, cree en la necesidad de alimentar continuamente a nuestro/a niño/a interior. Como tantos psicólogos y coaches. Se lo toma al pie de la letra, y es evidente que esa actitud vital le funciona. ¿Veremos de nuevo a esa ‘mini Mariah’ aflorar en su nuevo -decimoquinto– álbum? Saldremos muy pronto de dudas. Ha estado trabajando –y bebiendo mucho champán– con Nineteen85, Jermaine Dupri, Johnta Austin o Bobby Avila, y seguramente, cuando visite España, ese disco ya habrá visto la luz. Sería un regalo navideño perfecto.