Carolina Durante: "¿Qué hacemos cuatro heterazos como nosotros en Shangay?"

Temas: Alaska, Carolina Durante, Los Javis, Orgullo, OT

Todavía no han terminado de grabar su primer álbum y Carolina Durante ya se han convertido en uno de los fenómenos indiscutibles del indie pop nacional este año. Y ya cuentan con un par de himnos de esos que corea todo el mundo, los Javis incluidos. Así da gusto empezar una carrera.

“¿Qué hacemos cuatro heterazos como nosotros en Shangay?”, dice entre risas el carismático líder de Carolina Durante – y estudiante de INEF–, Diego Báñez, de 24 años. ¿Y por qué no? Además, en lo suyo son lo más parecido a una boy band. “Ahora te decimos que no componemos nuestras canciones…”, sigue en plan de coña Martín Vallhonrat, de 26, estudiante de filosofía, historia del arte, interpretación y bajista autodidacta. Son los dos pilares del grupo a la hora de dar entrevistas.

Cuando nos citamos en la madrileña plaza de las Comendadoras, el rubio guitarrista Mario Waldren falta –estudia diseño de moda–, y el batería Juan Pedrayes –el único que no es de Madrid, sino de Asturias–, que iba para cocinero, solo escucha atentamente, y de vez en cuanto mete alguna pulla graciosa. “Sería gracioso que fuésemos el resultado del conjuro de las grandes cabezas de la Movida, que han decidido crear una boy band”, imagina Diego. “Pero no”.

Todo el rato les dicen que son herederos de aquel momento glorioso del Madrid de los 80, pero ellos de la Movida no quieren saber nada. Porque en realidad saben poco de ella. “Como fenómeno moló, pero hay muchos grupos de esa época muy sobrevalorados”. Y se sorprenden cuando les comparan también con grupos como Los Nikis… y Hombres G. “A mí de ellos me mola una canción solo”, confiesa Diego. “Bueno, es que no creo que haya casi nadie a quien le gusten más de tres canciones de Hombres G…”. Martín reflexiona sobre el porqué de esa asociación. “Creo que la gente que nos compara solo ha escuchado dos canciones nuestras, Cayetano y La noche de los muertos vivientes”.

Esta última es para Javi Ambrossi la mejor de 2018, según ha confesado en sus redes sociales. Una promoción, además, impagable. “Fue subir ese post y llamarnos de Elle para entrevistarnos”. A Diego ya le habían comentado lo mucho que les gustaba el grupo, y no pueden estar más agradecidos. Cuando hizo lo mismo Amaia [OT 2017] hablando de Himno titular [su celebrado himno alternativo del Mundial de Rusia], la repercusión en redes aseguran que fue explosiva. “Se lio parda cuando tocamos en el MadCool y en el BBK justo después”, recuerda Martín.

Ellos ni habían escuchado cantar a Amaia, aunque supiesen de su existencia. Ahora ya han cantado juntos en una ocasión, en Razzmatazz, y cuentan con un featuring suyo en su single Perdona (Ahora sí que sí). Y Diego conoció a los Javis de casualidad. “Acabé un día de rebote de after en su casa”. Sí, él también. “Entonces creo que no teníamos ni el grupo aún. Más adelante, cuando publicó eso, le escribí para darle las gracias, y como somos vecinos, un día quedamos a tomar unas cañas”.

“Sería gracioso que fuésemos el resultado del conjuro de las grandes cabezas de la Movida, que han decidido crear una boy band. Pero no».

A la salida de un concierto de Belako, en pleno subidón, Diego le propuso a Mario que montaran un grupo. “Ver a gente joven generando lo que ellos en tantas personas fue lo que me llevó a decírselo. Y sin tener ni dea de nada, nos metimos en el estudio y dijimos ‘vamos a tocar algo”. Llegaron antes las primeras canciones que el nombre. “Lo pusimos in extremis dos días antes del primer concierto. Salió de rebote, es una chavala que se fue en su día de mi colegio. Le pregunté si le importaba y dijo que no, que encantada”. Martín añade: “Debió pensar que nadie se iba a enterar, que éramos cuatro mataos de mierda…”. Pues no. “Ahora está flipando”, revela Diego. “Esta es la primera vez que contamos la verdad, siempre nos inventamos historias…”. Pues tendremos que creerles, será que Shangay les da confianza…

A principios de noviembre se metieron en el estudio para grabar su primer álbum, que esperan lanzar en el primer trimestre de 2019 –su primer tema lo publicaron en diciembre del año pasado–. Sin estrés. “Ahora que estamos ganando dinero, nos agobia menos la posible presión. Y también hemos puesto límites a lo que va a suponer el grupo para nosotros. Porque somos conscientes de que cuando esto se agote, volveremos a nuestra vida fuera de la música”.

Sí se han marcado plazos y están componiendo sin parar; no dejan de ser conscientes de que hay muchos ojos, y oídos, puestos en ellos. “Estamos conociendo a mucha gente que en algún momento nos puede ser de ayuda si seguimos con la interpretación o la moda”, verbaliza Diego. “Claro, ¿y yo qué hago?”. De momento, la buena forma física la puede utilizar para quitarse la camiseta en sesiones de fotos y demás. “De profesión, ídolo generacional”, suelta Martín. Y el cantante retoma: “Bueno, puedo hacerme entrenador personal de ricos y famosos. Esa puede ser mi aspiración”, y venga risas.

“No vamos de ‘mira qué bien tocan’, ni de ‘mira qué bien canta’. Lo que hacemos es pasárnoslo bien”

El caso es que nos estamos adelantando mucho, porque ahora mismo está claro que lo que les da la vida es Carolina Durante. “Estamos saliendo cada finde de Madrid a tocar, viajando a tope y conociendo a todos los grupos que llevamos escuchando años y que idolatramos: Perro, Los Punsetes, Joe Crepúsculo…”. Diego contagia la ilusión cuando lo cuenta. Como contagia su energía que parece inagotable como frontman, tanto en vídeos como en directos. “Pues tenías que haberle visto en los primeros conciertos”, desmitifica Martín, “con las manos en los bolsillos”. Y también lo hace con su grupo: “No vamos de ‘mira qué bien tocan’, ni de ‘mira qué bien canta’. Lo que hacemos es pasárnoslo bien”. Lo suyo es el pop sucio, como lo define Martín, “y sí, las melodías pop siempre están ahí”.

Con casi sesenta conciertos a sus espaldas este año y menos de diez temas editados, lo mejor sin duda está por llegar. Les planteo una hipótesis: que el año que viene tocan en el Orgullo de Madrid, como hace dos años hicieron Hinds, en plena Plaza de España. Sueltan un “uf” colectivo al unísono. Y les pido que piensen una versión que harían para un show tan especial. “Algo de Alaska, como Mi novio es un zombi, aunque sea una versión de Los Vegetales”, dice Diego. “O Me gusta ser una zorra de Las Vulpes”, apunta Martín. “Porque Joe Crepúsculo ya nos pisó la versión de Marica de Los Punsetes”. Diego nos enseña entonces un tatuaje en homenaje a ellos, que reza ‘155’, como su canción. Ya puestos, y jaleado por sus compañeros, nos enseña otro en la espalda, a ras de la goma del boxer, con la palabra “siu”, ese chillido infernal que suelta Cristiano Ronaldo cuando se viene arriba. ¿En serio? “Fue por una apuesta”. Ya a punto de despedirnos, dice: “Ay, a las ocho hay partido en la tele”. No es el típico comentario que haría un miembro de boy band, la verdad.