No le gusta ser el centro de la noticia, pero el cambio de programa y tener que dejar Viva la vida para incorporarse a Mujeres y Hombres y Viceversa la ha convertido en actualidad. Pero lo asume con la gracia que transmite en pantalla. Toñi Moreno quedó con la peña de periodistas Cuarto Poder para recoger el premio que le dimos. Como es lógico, la actualidad manda. Por eso comenzamos con la pregunta que nos hicimos en Shangay sobre si su reconciliación con Emma García en las redes había sido de verdad o era un tema de postureo: «Es que no pudo haber reconciliación, porque nunca hubo enfado. Esta es la verdad. Ahora os enseño los mensajes para que los veáis. Te lo cuento, si quieres, con pelos y señales», responde rotunda.
Este premio se lo concedimos en una reunión que hicimos mucho antes de verano, cuando este cambio de programas ni siquiera estaba previsto, algo que le gustó saber: «¡Ah!, ¿sí? Pues entonces me alegra aún más. Me hace más ilusión», nos dice entre risas.
La entrega se la hicimos en una comida en el mítico restaurante Casa Lucio, donde habitualmente nos reunimos este grupo de periodistas con personajes famosos a los que invitamos a comer. El trofeo es una escultura hecha en exclusiva por dEmo, el mismo artista que hizo los premios del WorldPride, como el que recogió Raffaella Carrà. Entre plato y plato, hablamos de todo.
En Shangay, como ya contamos, aprovechamos para preguntarle por el eterno tema del tronista gay, que nunca parece llegar a MYHYV. Toñi asegura que, aunque no se esperaba este cambio profesional, se lo toma como «un reto», como una «oportunidad de empezar en un espacio nuevo» y un formato que no controla, pues está habituada a magacines y no tanto a realities o date shows. Por ello, aún está tomando contacto con MYHYV hasta hacerlo algo más suyo.
La pregunta era obligada: ¿Para cuándo un trono gay en el mítico programa de citas? Ella nos responde sin rodeos: «A mí me encantaría. Este formato lleva en antena nueve años, y ese es un dato que no se debe menospreciar. Es un programa que es un éxito en Italia, y que aquí ha dado mucha gloria a la cadena. Que ahora está en un momento de audiencias televisivas bajas, pero que luego es el formato más visto en las descargas de Internet, que es otra manera de ver televisión hoy día. No lo puedo hacer mío, porque el formato está ya hecho. Yo, lo que tengo que hacer, es ponerle mi salsa, mi estilo. ¿Que para cuándo un trono gay? Pues me encantaría, es lo primero que pregunté cuando llegué. Pero no depende de mí, sino de los directores del programa y de la dirección de la cadena. Pero a mí me encantaría tener un trono de una chica que quiera buscar a chicas. O de un chico que quiera buscar a chicos. O de una chica que sea bisexual… Es que yo creo que todo ya se ha abierto tanto… Estoy aprendiendo mucho, ¿eh? Mira, esto es gracioso. Cuando me lo propusieron pensé: ‘Dios mío, si yo soy la más antigua del planeta’. Estudié en un colegio de monjas, creo en al amor para toda la vida, me ruborizo cuando veo escenas subidas de tono con mi madre delante, nunca he tenido aplicaciones de contacto. Y no lo veo mal… Pero creo en el amor de la poesía, de Benedetti. Pues ahora estoy metiendo poemas en el programa» [risas].
«Mediaset me necesita en ese nuevo programa y ahí estoy. Cuando estaba en el paro, el único que se acordó de mí fue Paolo Vasile»
Ante esa reflexión, le preguntamos si nunca ha estado enamorada de verdad: «¿Yo? Sí, claro que sí. Pero me refiero a lo que escucho; me llama la atención la manera que tienen ellos de relacionarse. Y cuando digo que estoy aprendiendo mucho, me refiero a eso, no a otra cosa. Estoy aprendiendo, pero sin juzgar. Yo no soy nadie para juzgar a nadie». Ella, sin embargo, no se ve como tronista: «Pues mira, no. No me veo. Pero sí soy una mujer que, cuando me enamoro, es de una persona y para toda la vida. Aunque, en realidad, lo de Mujeres y Hombres y Viceversa es, al final, lo que hemos hecho en las discotecas siempre».
No sabemos si llega a MYHYV enamorada, soltera o en qué situación. Y como fue ella quien sacó el tema, le preguntamos directamente: «Hay muy pocas cosas que te puedas quedar para ti, porque estoy en una cadena que es muy extrovertida, y los presentadores somos parte de la familia de la gente, que quiere saber cosas de nosotros. He tomado una decisión, que es marcar un poco, hasta donde yo pueda. En mi vida privada no tengo nada que ocultar, pero intento guardármela. Es lo único que tengo pa’ mí. Se la cuento a mis amigos y luego, si quieres, cuando pares eso [se refiere al móvil que está grabando la charla] te la cuento. ¿Que me han pillado entrando en un centro de inseminación en Sevilla para ser mamá? Pues nada. La vida es así. Te pillan, te cogen y le doy la enhorabuena al compañero periodista por conseguirlo. Pero yo no lo voy a contar. Eso es mío. Si me quiero quedar embarazada, eso es mío. Mi familia sabe quién soy, quién me gusta. Mi madre lo sabe todo. Hay que hablar y… ¡preguntarle a mi madre! [risas]
La audiencia de Viva la vida ha bajado un poco desde que ella no está al frente, pero no le da importancia al tema. No quiere entrar en una guerra de cifras. Según nos contó, lo único que le preocupa es hacer bien su trabajo y conseguir levantar las de su nuevo programa. Que ha subido unas décimas desde que ella está al frente. Y sobre el supuesto enfrentamiento entre ambas presentadoras, insiste: «Es que no hay nada, de verdad. Os puedo enseñar los mensajes que nos hemos mandado. Paolo Vasile [presidente de Mediaset] me necesita ahora en ese programa, y me voy a él. Nunca podré olvidar que cuando estaba en mi casa en paro, un año sin trabajo (eso sí que es un drama, y no cambiar de programa), el único que descolgó el teléfono para llamarme cuando nadie se acordaba de mí, fue él», zanja rotunda.