“Spain is different”, no cabe duda. Y en los pactos que se han producido esta mañana del sábado 15 de junio a lo largo y ancho de la geografía española para elegir a los alcaldes y alcaldesas de nuestros pueblos y ciudades ha quedado patente. Pactos entre PP y Ciudadanos –algunos, como en Madrid, han necesitado de los votos de Vox para que surtieran efecto, y ya hay nuevo alcalde del PP, con Begoña Villacís como vicealcaldesa–, entre Ciudadanos y PSOE, entre Barcelona en Comú, PSOE y Ciudadanos –para que Ada Colau siga otros cuatro años como alcaldesa–, y hasta el PP y PSOE han pactado en algunos consistorios, como en Cartagena. Pero quizás uno de los pactos más surrealistas es el que le ha llevado a revalidar su título como alcalde al socialista José Ortiz en Torremolinos.
José Ortiz llegó a la alcaldía de Torremolinos hace cuatro años tras pactar con Ciudadanos y Podemos y desbancar al polémico candidato del PP, Pedro Fernández Montes, que llevaba 20 años ostentando el bastón de mando de la ciudad de la Costa del Sol. Una de las primeras acciones del nuevo alcalde fue la de apoyar el turismo LGTBI que, siendo una de las ciudades pioneras del movimiento LGTBI en España –su primer bar gay abrió en 1962–, durante el mandato de Fernández Montes había sufrido su desprecio y acoso.
En estos cuatro últimos años, Torremolinos ha recuperado su estatus de destino LGTBI favorito para muchos gays y lesbianas nacionales e internacionales, y su Pride Torremolinos, que se celebra el primer fin de semana de junio, es ya el mayor de Andalucía y uno de los principales de España.
Pero la continuidad de José Ortiz en Torremolinos no estaba tan clara. El PP ganó las elecciones por menos de 600 votos al PSOE, y el pacto a nivel nacional entre PP y Ciudadanos hacía presumir que, con el apoyo de los concejales de Vox, la popular Margarita del Cid se convertiría en la nueva alcaldesa.
Se daba la circunstancia de que uno de los dos concejales que obtuvo Ciudadanos, Nicolás de Miguel, es abiertamente gay, y la comunidad LGTBI de Torremolinos seguía muy de cerca cuáles serían los pasos del concejal –que el jueves pasado cerró un acuerdo con el PP–. Todo auguraba que José Ortiz no iba a poder continuar con su proyecto progresista en Torremolinos.
Hace unas semanas, se celebró el que se intuía como último Pride del gobierno de Torremolinos. En el acto de colocación de la bandera LGTBI en el balcón del ayuntamiento estaban, además de asociaciones y activistas, los concejales de los partidos políticos con representación, incluida –para sorpresa de much@s– la recién elegida concejala de Vox Lucía Cuín, que lo hacía a título personal por su apoyo al colectivo LGTBI.
La lluvia de quejas e insultos que recibió de votantes de Vox de toda España en las redes fue tal que la dirección nacional del partido decidió darle de baja y reclamarle el acta de concejal. Pero Lucía, tan divina ella como su apellido, no entregó su acta y se ha mantenido como concejala no adscrita. Vox perdía un concejal para apoyar la candidatura de Del Cid.
El mencionado Fernández Montes, por desavenencias con el PP, había abandonado la formación y decidió apoyar la candidatura del partido con el bonito nombre de ‘Por mi pueblo’, que obtuvo un concejal en las pasadas elecciones. Pues bien, José Ortiz es de nuevo el alcalde de Torremolinos gracias a una exconcejala de Vox y al concejal del partido del anterior alcalde a quien le quitó el puesto… De película de Almodóvar, vamos.
Desde la redacción de Shangay no podemos más que celebrar la noticia y darle la enhorabuena a José Ortiz y su equipo, y ojalá que continúen con su labor en una ciudad que es ya una de las más LGTBI de España.