Blas Cantó denuncia una escena de homofobia que presenció (y le hizo llorar) y se gana a la comunidad LGTBI

Temas: Blas Cantó, Eurovisión, Historia LGTBIQ+, Homofobia

Nuestro representante de Eurovisión 2020 ha contado a través de un hilo de Twitter el desgarrador momento que vivió en el aeropuerto entre un padre y un hijo, y ha lanzado un mensaje a favor del amor libre.

A pesar de no haber sido la víctima, el exintegrante de Auryn se ha visto muy involucrado en este episodio, que le ha dejado bastante tocado, y ha querido desahogarse para que este tipo de cosas no vuelvan a repetirse.

«Hoy en el aeropuerto he presenciado algo muy feo», ha comenzado a decir el cantante murciano. Según cuenta, había una pareja con sus hijos un poco nerviosa por un vuelo, y a pesar de que no estaba muy atento de la conversación, escuchó algo que le partió el corazón. 

Cuando la madre se retiró de la discusión, el hijo se dirigió a su padre y le preguntó: «Papá, cuando lleguemos, ¿podemos llamar a Ángel?». Ángel debía ser un amigo suyo de su edad, unos once o doce años, explicaba Cantó. El padre, lejos de ser agradable con el niño, le contestó: «Joder, ya estamos. ¿Es que estás enamorado de él? ¡Siempre estás igual!». El pequeño puso cara de terror y tras quedarse paralizado le dijo: «Déjame en paz…».

Blas ha contado que se le quedó grabada a fuego la mirada del niño: «Yo no sabía qué hacer, y realmente me siento culpable por no haber hecho nada. Pero a mí también me ha invadido el miedo«. Sin embargo, afirmó que cuando llegaron al avión le regaló su gorra, y luego no pudo evitar ponerse a llorar de la impotencia.

El primer ganador masculino de Tu cara me suena ha querido lanzar un emotivo mensaje para todos aquellos padres que, sin darse cuenta, acomplejan de tal forma a sus hijos: «No soy padre, pero alcanzo a saber lo que está bien y lo que está mal. Eduquemos a nuestros hijos desde el amor y la libertad. Esas cosas se quedan en nuestro corazón para siempre, y nos hacen prisioneros del miedo».

Queremos aplaudir este bonito acto de empatía de Blas Cantó ante esta situación tan desagradable, que por desgracia, sigue ocurriendo día a día, y que provoca que los más pequeños crezcan con prejuicios y falta de la libertad.