La vida va volviendo poco a poco a las calles. Y en la ‘nueva normalidad’ parece que algunas de las cosas que nos gustan de la vieja normalidad se van manteniendo. El Gato con Jotas lleva sus electrojotas a las calles de Madrid, en lo que el mismo artista define como la ‘ronda queer‘. Un maravilloso toque travesti para las jotas extremeñas, perfecto para relajar la tensión que divide a la sociedad en unos momentos tan duros.
Ayer nos los volvimos a encontrar en Malasaña, esta vez con una jota adaptada a temática COVID-19. «Te quisiera ver la cara, pero sin mascarilla. Te quisiera ver la cara, por ver si te mantenías tan hermosa como estabas. Tan hermosa como estabas pero sin la mascarilla. Como esta ronda no la habrá habido , que son los **** muy divertidos. Muy divertidos, con mucho rumbo, se van llevando la voz del mundo».
Sergio Gómez es El Gato con Jotas. Lleva años reivindicando el folclore extremeño con ritmos nuevos. Lo ha bautizado como electrojotas. En esta cuarentena, y sobre todo en la desescalada, el artista se ha ‘asociado’ con otro Sergio, de apellido Adillo, que es su primo.
Estos días, Sergio Gómez y Sergio Adillo han decidido volver a los clásicos y, botella de anís en mano, le dan un toque travesti a las más típicas jotas extremeñas.
Van por barrios y te los puedes encontrar a la ‘hora del deporte’, que es también la del paseo. Lo dicho, la vida va volviendo, poco a poco, a las calles. En este caso, hasta nos dedican una jota para los lectores de Shangay.
Los conocimos hace unas semanas en la Plaza de Cascorro, en el Madrid más castizo, en medio de la desescalada.
Cuando empezó la cuarentena por el COVID-19 comenzamos en Shangay un balcón travesti para que todas las drags, transformistas y travestis que quisieran se asomaran a él. Nuestro objetivo era –y es– dar visibilidad a un mundo que está sufriendo en primera persona las consecuencias de la pandemia.
Hoy comprobamos que poco a poco vuelven a las calles. El Gato con Jotas es la mejor prueba de que es un mundo tan amplio como diverso. Comparando su look con este cuadro de Sorolla, vemos cómo este artista se inspira en la tradición para llevar el folclore de su tierra extremeña.
Sergio Gómez Sergio Gómez y Sergio Adillo en la Plaza de Cascorro con atuendos muy similares a los que vemos en el cuadro de Sorolla, El Mercado, donde las mujeres de Plasencia llevan los mismos sombreros.