El artista Cachorro Lozano ha debutado con su libro Dilemas y cowboys. El bilbaíno es un creador imparable y multidisciplinar, toda su praxis gira en torno a la identidad queer, los dilemas, la sexualidad, la juventud y, de manera inevitable, el amor y el desamor. Sus procesos toman formas muy variadas, desde el dibujo hasta la pintura, pasando por la fotografía, el cine, la música y, siempre presente, la escritura. Si sus dibujos son descarados, efusivos y eróticos, sus textos son una analogía de sus creaciones plásticas.
El amor, el deseo, la amistad o el sexo son algunos de los temas que el artista Cachorro Lozano aborda de manera directa y desenfadada en Dilemas y cowboys, su primera obra narrativa, publicada por Dos Bigotes. Un libro en el que se alternan frases escritas con ceras de colores sobre fondo blanco y textos estructurados a modo de diario. El resultado es una especie de refranero generacional en el que se reflexiona sobre la forma en la que nos relacionamos con los demás y construimos nuestra identidad en este mundo hiperconectado.
Hemos entrevistado a Cachorro Lozano:
SHANGAY ⇒ ¿Cómo han recibido las personas fuera del colectivo LGTBIQ+ tu obra? ¿Has obtenido respuestas positivas?
CACHORRO LOZANO ⇒ Pues siempre me sorprendo con la gran acogida que hace el público heterosexual, especialmente las mujeres, con mi obra. Y en el fondo es puro prejuicio mío, porque evidentemente mi obra es la obra de un marica, pero las vivencias son puramente humanas y aplicables a cualquier persona. ¿Quién no ha vivido un desamor brutal? ¿Quién no ha tenido encuentros sexuales que han sido un circo y ha acabado riéndose de ello? Y así con un sinfín de experiencias. Me siento tremendamente afortunado de haber publicado este libro con la editorial Dos Bigotes, y de que la primera edición esté teniendo tan buena acogida y queden tan pocos ejemplares ya. Significa que está gustando mucho. Y es muy reconfortante que la gente se vea reflejada en tus vivencias. Es un libro igual de divertido que de triste, tiene lo mismo de trivial que de relevante; de hecho, las cosas triviales las trata con mucha importancia y solemnidad, y las cosas más importantes las trata con mucha ligereza. Creo que a eso se debe la magia del libro, a esa especie de equilibrio involuntario…
SHANGAY ⇒ En tu libro dices que necesitas amor, abrazos, aprobación, flores y dinero. ¿Qué necesitas ahora?
CACHORRO LOZANO ⇒ Menos aprobación, que su trabajito me ha costado dejar de necesitarla, pero sigo necesitando todo lo demás. Y salud ,evidentemente, mental y física, que no me falte nunca. Pero por encima de todo, lo que necesito es humor. Cuanto más pasa el tiempo, veo que es algo de lo que jamás podría prescindir, me resulta indispensable, tanto en mí como en las personas que me rodean. Es que el humor a fin de cuentas es amor, es inteligencia, y sin duda, es salud. Hay que reírse más de una misma. Hay que perdonarse más a menudo; de hecho, esa es la frase que termina el libro.
SHANGAY ⇒ ¿Qué pregunta estás deseando que te hagan acerca del libro? Respóndela.
CACHORRO LOZANO ⇒ Me encantaría que me preguntaran para quién está escrito este libro. Y oficialmente y objetivamente te respondería que para cualquier persona en la veintena o treintena que no tenga reparos en reírse de sí misma y en ironizar sobre la vida. Pero en el fondo, este libro era saldar una deuda con mi yo de la adolescencia, que tan acomplejado vivió y que tan mal lo pasó en algunos momentos. Es una especie de justicia poética que el tiempo me ha regalado.
SHANGAY ⇒ Aseguras que le pondrías un altar a Gutenberg y otro a Telecinco… ¿Cuáles han sido tus referentes indispensables para tu producción artística y literaria?
CACHORRO LOZANO ⇒ A nivel literario, sin duda Terenci Moix. Es de los pocos autores de los que me he leído más de la mitad de su bibliografía. Me parece la persona más increíble del universo, me habría encantado conocerle. Tengo con él ahora mismo un fenómeno fan enorme.
Cuando tenía 12 años, una profesora me recomendó el libro El guardián entre el centeno de Salinger, y tuve una epifanía. Con 16, leí The Philosophy of Andy Warhol .. y otra vez otra epifanía. A los 22, leí Chroma de Derek Jarman y, evidentemente, tuve otra epifanía. Hay libros y autores que me han enamorado radicalmente y me han modelado totalmente el estilo y la personalidad. Y lo mismo me pasa con la pintura, la música, cualquier creación artística. Funciono con epifanías. Pero no pienses que estas epifanías solo llegan de lo que comúnmente mal llamamos “alta cultura”, en absoluto. Mis referentes están en cualquier lado, de Lola Flores a Basquiat, de Esperanza Roy a Foucault, o del Sálvame a Hitchcock.
SHANGAY ⇒ Te leemos un tajante “si no es tu cuerpo no opines”. ¿Qué te han parecido las declaraciones desde el PSOE sobre las personas trans en los últimos días? ¿Qué mensaje les mandarías?
CACHORRO LOZANO ⇒ He tratado de entenderlas, he leído el argumentario, he leído respuestas y comentarios al argumentario, he consultado y debatido esto con amigas, de ideologías muy variadas, y la conclusión a la que llego es que todo está fundamentado en un miedo irracional. Las mujeres trans son mujeres, vamos a dejarnos de bobadas ya. Lo repito, para que cale más, las mujeres trans son mujeres. Porque este enfrentamiento no puede traer nada bueno. De hecho, está fragmentando una lucha que es común. El enemigo es otro, y está ahí fuera viniendo a pasos agigantados hacia nosotras. Me cuesta entender la virulencia con la que se está gestionando este debate. Y el feminismo, a mi modo de ver, el feminismo que yo he aprendido, vivido, experimentado, practicado…, si no es inclusivo, transversal, no es un buen feminismo, no es un feminismo provechoso para nadie. El feminismo ha de ser interseccional. La teoría queer, además, lo bueno que tiene es que es increíblemente plástica y moldeable, y se va construyendo en tanto se vive. Hay debate para rato.
SHANGAY ⇒ En tu libro hablas sobre la necesidad de crear espacios de seguridad. ¿Cuál es ahora mismo tu zona de confort?
CACHORRO LOZANO ⇒ Madrid se ha convertido en mi zona de confort, y eso solo significa una cosa: que hay que salir de ahí.
SHANGAY ⇒ Dices que la cuarentena ha cambiado tu escala de valores. ¿Qué cambios en ti han sido más notorios?
CACHORRO LOZANO ⇒ Soy muy cascarrabias para la edad que tengo, recurro a la queja con mucha facilidad. Y es porque soy enormemente exigente conmigo mismo y con lo que me rodea, y créeme que esto no te lo digo como algo bueno… Al comenzar la cuarentena estaba que me tiraba de los pelos, pero me he relajado, he soltado lastre. Me he vuelto más empático. Más paciente. Y creo que, al haber pasado tanto tiempo lejos de la familia, he aprendido a valorarla más si cabe aún, porque siempre he sido una persona muy familiar.
SHANGAY ⇒ Tú obra artística se caracteriza por la irreverencia y lo explícito. ¿Cómo relacionas el sexo con tu obra artística? ¿Has recibido mensajes que te han violentado ? ¿Te sientes muy ‘sexualizado’ en Instagram?
CACHORRO LOZANO ⇒ La sexualidad, que no el sexo en sí como práctica, es fundamental en mi obra. Porque vertebra absolutamente todo en esta vida. Y tendemos a huir de ello despavoridamente, nos aterra todo lo sexual. Yo he perdido algún contrato incluso por tener una imagen demasiado sexualizada. Por eso me parece increíble esta vuelta al puritanismo tan terrible que estamos viviendo. Mucho de lo que yo hago con mi obra es un ejercicio de exponerlo, de situarlo sobre la mesa para hablar de ello. Hablemos de follar, del cuerpo que seduce, hablemos de las caricias. Como decía Manuela Trasobares, ¿por qué no vestirte con toda tu lujuria? Hace falta. Y por supuesto, existe el problema de que, al sexualizarte voluntariamente, se da a entender que estás ofreciéndote. Y nada que ver. Es un ejercicio de autoaceptación, de reivindicarte como ser sexual, sexuado, del disfrute y la belleza del cuerpo, del juego de la provocación, de la seducción… En definitiva, del deseo, que es lo que nos mantiene vivos. El deseo es el motor de absolutamente todo.
SHANGAY ⇒ ¿Qué hay de El Puñal Dorao, volverá a ver la luz ? ¿Cómo afrontará la nueva normalidad?
CACHORRO LOZANO ⇒ Vamos a utilizar toda esta nueva normalidad para hacer de El Puñal Dorao un club divertido y moderno, adaptado a las circunstancias. En agosto tenemos una sorpresa preparada, pero de momento no podemos decir nada. Y tenemos la esperanza, si el Gobierno nos deja, de volver en septiembre con más ganas que nunca. De momento lo que sí estamos haciendo es utilizar nuestra plataforma para generar acciones solidarias, como el Colgante Benéfico que hemos creado desde El Puñal Dorao, y cuya recaudación va íntegra a la Fundación 26 de Diciembre. Es el momento.
SHANGAY ⇒ Mencionas en varias ocasiones a tu terapeuta. ¿Crees que tu libro tiene mucho de terapia y de autoayuda?
CACHORRO LOZANO ⇒ Sin duda. Creo que cualquier libro tiene algo de terapéutico. Este, específicamente, habla de una manera de enfrentarse a la vida, es un relato individual, con mis pensamientos y mis opiniones, pero a la vez podría ser considerado un retrato generacional. Y por lo tanto, puede haber algo de luz y de ayuda en él. Si eso es así, me sentiré enormemente feliz.