Madonna no le tiene miedo a nada ni a nadie, está claro. Y lo demuestra día a día en sus redes sociales, en que vuelca todas sus preocupaciones y reivindicaciones, sin cortarse un pelo. Ya sea para defender su derecho a mostrarse tal cual es o a dar visibilidad a todas aquellas injusticias que quiere contribuir a erradicar. Y hace muy bien.
Madonna ha sido aliada fiel de la comunidad LGTBI desde los inicios de su carrera, y siempre ha estado ahí para dar visibilidad a aquellas cuestiones que más duramente nos han afectado, empezando cómo no, con su revolucionaria manera de visibilizar la crisis del sida en los 80. También tiene claro Madonna que no se va a dejar amedrentar por mandatarios homófobos, y siempre ha apostado abiertamente por la libertad de expresión, sin rehuir polémicas, que las ha vivido de toda clase a lo largo de su carrera.
Hoy nos sorprende Madonna recordando que, hace ocho años, durante la gira de presentación de MDNA, fue multada en San Petesburgo por un discurso en que defendió el derecho de todes a ser libres y a amar libremente, y reivindicó la diferencia. Un discurso que dio la vuelta al mundo, y que hoy vuelve a publicar en sus redes, con un texto en que recuerda que el Gobierno ruso le puso una multa de un millón de dólares por mostrar abiertamente su apoyo a la comunidad gay. «Nunca la pagué», concluye. Menuda es Madonna.