No se entiende el teatro español de las últimas décadas sin la contribución de Gerardo Vera. Que también amaba el cine, y lo demostró. Creador polifacético e incansable, Vera ha fallecido a los 73 años, víctima de la COVID-19.
El teatro fue siempre, como él reconoció, su principal pasión, aunque fue en el cine donde comenzó a labrarse un nombre, como director artístico y escenógrafo. De hecho, logró dos Goyas a la mejor dirección artística por El amor brujo (1986), de Carlos Saura, y por La niña de tus ojos (1998), de Fernando Trueba. Trabajos que compaginaba con proyectos teatrales, como Macbeth, dirigido por José Carlos Plaza en el Teatro de la Zarzuela, o el inolvidable espectáculo musical Azabache, creado especialmente para la Expo 92, con Rocío Jurado, Juanita Reina, Imperio Argentina, Nati Mistral y María Vidal.
En los primeros 90 comenzó una trayectoria paralela como director de cine con Una mujer bajo la lluvia (1992), a la que siguieron La Celestina (1996), Segunda piel (1999) y Deseo (2002). De hecho, Javier Bardem fue portada de Shangay cuando se estrenó Segunda piel, un drama que contaba una intensa historia homosexual, y que merece ser revisado como homenaje al gran Gerardo Vera, que dirigió a los más grandes de nuestro país a lo largo de su carrera.
En 2004 fue nombrado director del Centro Dramático Nacional, puesto que mantuvo durante los siguientes ocho años. Para inaugurar el Teatro Valle-Inclán dirigió precisamente una obra suya, Divinas palabras. Y fueron mucho más montajes los que firmó durante este periodo, como Agosto, de Tracy Letts, o Platonov, de Anton Chéjov.
Una vez dejó el CDN creó su propia productora, desde la que lanzó funciones como Los hermanos Karamazov o Reina Juana, dirigida por Ernesto Caballero y protagonizado por Concha Velasco. Uno de sus más recientes trabajos como escenógrafo fue en El curioso incidente del perro a medianoche, estrenada en el Teatro Marquina de Madrid en 2019.
Gerardo Vera, reconocido con el Premio Nacional de Teatro, iba a regresar al Centro Dramático Nacional para estrenar Macbeth, su primera obra tras superar una enfermedad coronaria que le obligó a abandonar temporalmente su gran pasión. Esta nueva versión del clásico de Shakespeare la firmó junto a su marido, José Luis Collado.
Desde aquí, enviamos nuestro pésame a toda su familia. Se nos ha ido un hombre que es ya leyenda de nuestro teatro y nuestro cine. Un creador infatigable que deja un legado inolvidable.