Así ha sido el pregón más drag del MADO Madrid Orgullo 2021

Temas: Drag, Drag Race España, La Prohibida, La Terremoto de Alcorcón, Nacha la Macha, Orgullo, Paco Clavel, Supremme De Luxe

Desde la Plaza de Pedro Zerolo, el pregón del MADO Madrid Orgullo 2021 ha querido homenajear al mundo drag por brindar color y alegría a todo el colectivo LGTBI. Las pregoneras han sido algunas las mejores travestis de nuestro país, que han llenado el escenario del MADO de looks de infarto, coloridas pelucas y mucha lentejuela.

Entre estas estrellas se encuentra la presentadora del fenómeno televisivo Drag Race España, Supremme De Luxe, nuestra queridísima La Terremoto de Alcorcón, Chumina Power, Nacha La Macha, el drag king Marcus Massalami y el histórico Paco Clavel.

El pregón lo ha comenzado La Plexy recordando a todas las personas que han luchado por los derechos de nuestro colectivo, y en especial, la lucha de las travestis. “Estuvimos entre los primeros que nos expusimos públicamente en locales, muchas veces clandestinos, frente a un público no siempre amable, y teniendo que soportar hasta maltratos policiales. En cambio, nosotras desde el humor y el arte conseguimos romper barreras a base de apropiarnos de aquello que era utilizado para insultarnos o anularnos”.

Le siguió Chumina Power, que recordó cómo fueron los primeros años en los que surgieron los transformistas y las travestis. “Durante la Segunda República, Derkas, Mirko y Freddy, entre otros, fueron habituales de los teatros y cabarets de la época. La dictadura franquista los borró del mapa, como a todos los disidentes del orden sexual, a los que solo les quedó elegir entre el exilio, la cárcel o hacerse invisibles. Este Orgullo va también por todas ellas y ellos”.

“El exilio de Miguel de Molina en la postguerra simbolizó el silencio de unos artistas que no cumplían con los requisitos de virilidad que exigía el Régimen. Fueron valientes, poco a poco ganaron terreno y son los antecedentes de lo que vino después. Quizás no tuvimos gay power, pero sí un folkie power con mucho poderío. ¡Olé por todos ellos!”, proclamó Diossa en el pregón.

Después, se puso de relieve a los primeros travestis que volvieron a hacer acto de presencia en España a principios de los años setenta. “Con Barcelona a la cabeza, aparecieron leyendas como Madame Arthur, Violeta La Burra, Pierrot o Paco España. Les tenían controlado el vestuario, el maquillaje, el repertorio, la palabra… Pero no se amilanaron e hicieron su propia revolución a golpe de micro, contando chistes de mariquitas o cantando. ¡Guerra pa mi cuerpo!”, concluía Nacha La Macha con la mítica frase de Paco España.

Sandra Love reivindicó la discriminación que han sufrido el colectivo, y en especial los transformistas en el cine. “Éramos invisibles en el cine. En 1960, la película Diferente fue todo un alarde de la provocación. Pero fue unos años más tarde cuándo comenzamos a aparecer de manera más frecuente en el cine español; primero como bufones, como objeto de burla e insulto, igual que ocurría en la calle. Luego, otros directores, guionistas y actores se acercaron con respeto y nuestro cine se abrió a la homosexualidad, al travestismo y la transexualidad, informando y dando referentes a personas que no los tenían y los necesitaba”.

Seguía La Terremoto de Alcorcón, que lucía un gran cardado afro con los colores arcoíris. “A finales de los setenta, tras el cambio político, las cosas comenzaron a ir un poco mejor. Las discotecas de ‘ambiente’ eran ya una realidad y lugares de encuentro para personas tan necesitadas de reconocerse y conectar para hacerse más fuertes. Los travestis se pusieron de moda en los espectáculos de casi todo el país. El ‘vamos a ir a ver a los maricones’ estaba en boca de la gente de la calle, que se acercaba a locales como el Gay Club de Madrid o El Molino de Barcelona con curiosidad y morbo”.

Continuaban Paco Clavel y Psicosis Gonsales (el actor Norberto Di Giorno) haciendo balance de cómo fueron los años ochenta para el colectivo. “Los ochenta nos trajeron color, alegría, aunque también hubo algunas sombras en aquellos eufóricos años. Decidimos vestirnos, maquillarnos, peinarnos como nos daba la gana para salir, para actuar o para fregar las escaleras. En la música, aparecieron grupos y solistas que pusieron patas arribas el panorama nacional. Y el público empezó a disfrutar con aquella nueva ola que venía con mucha energía y ganas de pasarlo bien, aunque siempre había algunos que preferían insultar y criticar a aplaudir”. Además, “con la explosión ochentera, la figura del travesti en España, muy apegada a la de las folklóricas Lola Flores, Sara Montiel y Rocío Jurado, se moderniza. Se abre a otros personajes más contraculturales y a influencias que vienen del mundo de Andy Warhol, de las películas de John Waters o de la música de David Bowie. En esas influencias se mezclaba el glamour con el punk y el trash, Alaska de toda la vida… ¡Vive como creas! ¡Haz lo que te dicte el corazón! ¡Haz lo que sientas! Una vida es una obra de teatro que no permite ensayos”.

Supremme De Luxe habló de cómo la televisión ha tratado al colectivo. “La televisión tardó en abrirnos sus puertas y cuándo lo hizo, primero fue para escandalizar, cuestionarnos… Poco a poco nos fuimos incorporando en debates, en series, en programas de entretenimiento. Ahora somos reinas de la televisión en programas como Drag Race España, pero también artistas, activistas y reivindicativos con nuestra imagen y nuestra palabra, y no estamos dispuestos a que se nos haga callar, sea en el medio que sea”.

El drag king Marcus Massalami añadió: “Los nuevos tiempos han traído visibilidad a las realidades existentes, permitiendo que las personas puedan encontrar su sitio sin tanta presión como en otros tiempos. Las palabras son necesarias para reconocernos, pero no deben limitarnos. Transformistas, travestis, drag queens, drag queers, drag kings… Sintámonos libres para ser lo que queramos. Nuestra comunidad está abierta a todos, todas y todes”.

Y finalmente, La Prohibida concluyó el pregón del MADO Madrid Orgullo de este año. “Han pasado más de cincuenta años desde aquellas primeras apariciones de travestis en los años setenta. Nos han llamado de todo, bueno y malo; hemos sido reinas de la noche y den las fiestas del Orgullo de nuestras ciudades. Estamos en la televisión, el cine, la prensa, la música… Ahora nuestra presencia quizás deja de extrañar, pero que nunca deje de provocar, divertir, emocionar y, sobre todo, de decir al mundo que queremos ser libres para mostrarnos como queremos y sentimos. Y estamos orgullosas de ello”.