Eso es lo que se preguntan los medios de todo el mundo. Fue el primer teatro en abrir sus puertas tras el confinamiento, y el único que prácticamente no alteró su programación la pasada temporada. Y no, no ha sido nada fácil. ¿Qué está pasando en el Teatro Real que todo el mundo mira a él? Los tenores Michael Fabiano y Xabier Anduaga, y su director artístico, Joan Matabosch, nos lo explican.
“Mantener el teatro abierto en plena pandemia ha sido duro y complicado, pero también muy gratificante. Ha sido un ejercicio de coordinación para todos los departamentos del teatro, y de puesta a prueba de la cohesión de sus equipos artísticos y de gestión. Tuvimos la determinación de encontrar fórmulas creativas, de abrir garantizando la seguridad de sus trabajadores, artistas y público. Y el resultado ha sido artísticamente brillante y, sobre todo, hemos logrado reforzar la institución, tener equipos más eficientes y obtener un reconocimiento internacional unánime”, nos dice Matabosch.
[Vídeo: Carlos Savignano]
El 20 de septiembre vuelven a levantar el telón con La Cenerentola, una de las óperas más populares de Rossini, y del gran repertorio. El Real ha tenido una vida azarosa y ha estado durante muchos, demasiados, años cerrado a la lírica. Se inauguró en 1850 y ahora se celebra la temporada número 100 desde aquella que presidió Isabel II.
Estuvo cerrado desde 1925 hasta 1966, cuando se reabrió, pero como sala de conciertos. Ahora lleva 25 temporadas desde su reapertura en 1997, de nuevo como teatro de ópera. El actual equipo que lo lidera (Gregorio Marañón como presidente, Ignacio García-Belenguer como director general y Joan Matabosch como director artístico) lo ha consagrado a nivel internacional. El pasado 10 de mayo fue premiado como ‘Mejor Teatro de Ópera del Mundo’ en los International Opera Awards, que son como los ‘Oscar de la ópera’.
El tenor Michael Fabiano ha vivido en primera persona el momento histórico por el que atraviesa el Teatro Real: protagonizó la primera Traviata, inauguró temporada con Un ballo in maschera y la cerró con Tosca. La próxima temporada está en La Bohème. [Fotos: Carlos Villarejo]
“El premio no tiene que ver con la pandemia, porque se refiere a la programación del teatro a lo largo del año 2019. Pero la ceremonia de entrega de los galardones se tuvo que retrasar en dos ocasiones. En ella se destacó mucho el ejemplo del Teatro Real, que estaba siendo capaz de adaptarse, de luchar por mantenerse abierto y por respetar la mayor parte de su programación. La pandemia nos ha enseñado que a veces no queda otra alternativa que cancelar. Pero que no siempre es así cuando la institución ha sabido dotarse de un protocolo sanitario preventivo, capaz de establecer procedimientos eficientes para ensayar, normas para interaccionar social y profesionalmente, adaptar los espacios del teatro, implantar reglas para poder ejecutar las diversas actividades, adaptar el foso de la orquesta para que se puedan mantener distancias, etcétera”, nos asegura Matabosch.
La primera ópera que se vio en el planeta tras la pandemia fue en Madrid. Y fue una ya histórica Traviata. La primera temporada en arrancar, también a nivel mundial, fue en ese mismo escenario, con Un ballo in maschera. Ambas protagonizadas por el tenor Michael Fabiano, quien se siente tan cómodo aquí que insiste en hacer la entrevista en español. Tras cerrar hace unas semanas la temporada con Tosca, el año que viene regresa con La Bohème.
Por ello, si hay alguien que sepa que lo ha está pasando en el Real, es él: “Lo que diferencia a este teatro de otros es el público. Sienten especial cariño por los artistas. En otras ciudades es por ver un espectáculo, pero en Madrid gustan los artistas. ¿Escenografía, una buena producción? Sí, es importante; pero no más que los artistas. Eso es una ‘droga’ para nosotros. Fue muy emocionante participar en esa obra, que tiene a la muerte como protagonista, en un momento como ese. Cuando la hice me sentía, no sé… muchas emociones. Que la primera ópera que se volviera a escuchar [en el mundo] fuese esa Traviata de Madrid… Fue algo increíble”.
Michael Fabiano y Xabier Anduaga, recientemente galardonado como Mejor Cantante Joven del Mundo en los que están considerados los ‘Oscar de la ópera’. Ambos posan en exclusiva para la portada de Shangay de agosto en el imponente escenario del Teatro Real y en la sala principal. [Foto superior: Michael Fabiano, a la izquierda, con pantalón de Guess, camiseta y americana de García Madrid y deportivas Adidas y Xabier Anduaga con Pantalón, camiseta y americana de García Madrid y deportivas Nike. Foto inferior: Fabiano con pantalón de Antony Morato y camisa de Mango; Anduaga, pantalón de Sandro y polo de García Madrid]
En la temporada 21/22 vuelve con otro título de gran repertorio, de esos en los que los aficionados siempre tienden a comparar con las leyendas. “Mi obligación es cantar, y saber la música que canto en cada minuto. Cuando estoy en el escenario no estoy pensando en otros que hayan cantado ese título, sino en mi compromiso con el público, con las personas que pagan por ver este espectáculo. En este caso, por los que vienen al Real, este gran teatro del mundo”, nos dice este tenor estadounidense (de origen italiano) que es una de las estrellas más solicitadas del planeta. “No sé. No me siento así. No creo en la palabra estrella o divo. Sé cuál es mi compromiso. Me siento muy orgulloso de estar en el Real, de cantar aquí tres óperas en un año. Es extraño y estoy muy emocionado en esta gran ciudad, cuando muchos de los teatros del mundo han estado [algunos aún están] cerrados. Sé lo importante que esto ha sido para la ópera en el mundo”.
En los citados ‘Oscar de la ópera’ hay otro español, Xabier Anduaga, que fue elegido Mejor Tenor Joven del Mundo. También habla y posa para Shangay en este reportaje exclusivo que celebra el hecho de que Madrid se haya convertido en la capital mundial de la lírica: “Para mí ya, simplemente, fue alucinante estar en la lista de los diez nominados. Luego, cuando me dieron el premio, no sabía si creérmelo. Solo sé que fue un subidón para seguir trabajando”.
Tiene 26 años, y recibió la noticia del premio viendo la gala, que tuvo que celebrarse en streaming, en el Teatro Real. Nosotros vivimos con él ese momento tan especial. Dos semanas después, se subió a ese escenario con Viva la mamma. Y la crítica se rindió a sus pies: “Debuté en 2016 en Pésaro, con 20 años. Llevo seis años haciendo cosas, algunas bastante importantes [dice tímido, en voz baja, como avergonzado]. Pero es verdad que debutar en el Teatro Real lo veía como un sueño. Para cualquier español, esta sala es el templo de España. Y de todo el mundo. No solo por lo que haya dicho el jurado de los Opera Awards, sino por lo que supone trabajar aquí, con gente que siempre está dispuesta a ayudar en todo. Para que cantar sea fácil y te olvides de todo lo demás”.
¿Esto podría ser un ‘compromiso de por vida’ con el teatro? “No sé si compromiso, pero sí que nos hemos unido de alguna manera. Creo que nos queremos. Yo al teatro, sin duda. Pero siento que ellos también me quieren de verdad. Como artista y como persona. Espero que dure años. Tengo muchas cosas que voy a hacer aquí, y espero que sea para toda mi vida. Hay muchas óperas previstas. No se pueden decir títulos, pero es ‘real’ que volveré a Real muchas veces”. La primera de ellas, en marzo de 2022 con Lakmé, de Léo Delibes.
Tanto Fabiano como Anduaga son dos tenores muy queridos en Madrid. El primero, con una larga trayectoria en la capital; el segundo, ya ha creado ‘mono’ con un solo título. Son dos de los cantantes que estarán en una temporada pensada al milímetro por Matabosch. Abarca casi cinco siglos de ópera –desde el barroco hasta dos estrenos absolutos– y consolida al coliseo 25 años después de su reapertura: “No me preocupan los titulares, sino el rigor en la programación y en la gestión. No hay nada más fácil para un teatro que conseguir un titular rimbombante. Lo inteligente es comprender que lo que hace crecer a una institución no son los titulares, sino una estrategia callada que permita desarrollar un proyecto artístico ambicioso, estratégico, adaptado a la realidad del teatro y a las lagunas culturales de su historia y de su tradición. Cuando esto se hace bien, ya vendrán titulares sin forzar las cosas. Y esos titulares sí que van a repercutir a favor de la institución, porque van a expresar algo ‘real’. El Teatro Real tiene todavía muchas asignaturas pendientes en cuanto al repertorio, porque ha tenido una historia muy accidentada con cierres prolongados por obras, o por dejadez. Queda mucho por hacer. Y lo vamos a hacer. Paso a paso, pero con una determinación implacable. Afortunadamente, mi equipo es insuperable y junto a él se puede llegar donde nos propongamos. Me refiero a Konstantin Petrowsky, Justin Way, Nuria Moreno, Dani López, Natalia Camacho, Carlos Abolafia y todos sus departamentos técnicos, además de un coro y una orquesta que están afianzando su calidad y su prestigio gracias al trabajo de Ivor Bolton, Nicola Luisotti, Pablo Heras-Casado y Andrés Máspero. Y, desde luego, es un privilegio tener a Gregorio Marañón como presidente; y a Ignacio García-Belenguer como director general. Sin su apoyo decidido, este año espectacular habría sido tan irrelevante como lo ha sido para tantos otros teatros internacionales”.
Joan Matabosch, director artístico del Teatro Real, y responsable de la programación por la que ha sigo galardonado como Mejor Teatro de Ópera del mundo en los International Opera Awards. [pantalón de Boss, camisa de Guess, chaqueta de García Madrid y zapatos de Martinelli ]
Son muchas las óperas que tienen una trama LGTBI que, en muchas ocasiones y por motivos obvios, está encubierta o disfrazada. A veces no tanto como parece. Pedimos a Matabosch que abra los armarios del Real y nos descubra lo que podremos ver a partir de este mes de septiembre: “Es evidente que Partenope [entre el 13 y el 23 de noviembre] tiene un subtexto lesbo-erótico que hará las delicias de los amantes de los dobles entendidos. Transcurre en una fiesta en casa de Partenope a la que acuden sus admiradores masculinos. Entre ellos destacan Arsace, un confuso amor romántico de la anfitriona; Armindo, un tímido pretendiente a amante; Ormonte, que es su mejor amigo; y Rosmira, la antigua prometida traicionada de Arsace, que está indignada por el abandono de su examante y que ahora ha decidido competir con él por el amor de su amante actual. Todo eso en el contexto de una comedia sobre amor, lujuria, traición y venganza. También los personajes de El abrecartas, [del 16 al 26 de febrero] de Luis de Pablo, sobre la novela homónima de Vicente Molina-Foix, son suficientemente elocuentes: Vicente Alexandre, Federico García Lorca y Miguel Hernández. Y, desde luego, hay que mencionar El ángel de fuego [22 al 31 de marzo], en la que Prokofiev mantiene, de la novela de Briusov, el personaje histórico del humanista del siglo XVI Agrippa von Nettesheim, una de las grandes referencias de la historia del ocultismo, autor también del célebre De nobilitate et praeccellentia faemini sexus, en el que en 1529 se pronunciaba sobre la superioridad teológica y moral de las mujeres en un texto revolucionario –muy utilizado por el feminismo– que escribió tras haberse atrevido a defender a una mujer en un proceso judicial por brujería”.
Luego está el sambenito de que la ópera es cara, elitista. Hay entradas desde 16 euros. Eso sí: hay que estar pendientes de cuando salen a la venta, porque vuelan. Y si ya eres joven, los chollos son impresionantes.
Xabier Anduaga regresa la próxima temporada con una de las óperas más esperadas, Lakmé, de Leo Delibes.
FOTOS: CARLOS VILLAREJO
ENTREVISTAs: NACHO FRESNO
video making: carlos savignano
ESTILISMO: ZARA GARO
MAQUILLAJE Y PELO: ÁLVARO SANPER PARA I.C.O.N. SPAIN
MAS INFO, TODA LA PROGRAMACIÓN Y VENTA DE ENTRADAS DEL TEATRO REAL
Un año histórico
Cuando el 1 de junio del pasado año presentamos, con estrictas medidas de seguridad sanitaria, la temporada 2020-2021, los teatros de ópera de todo el mundo se encontraban cerrados al público y el Teatro Real preparaba su ya histórica La Traviata, con la que reabrió las puertas después del confinamiento. Lo que entonces parecía una hazaña casi imposible de llevar a cabo, ha concluido con éxito y el Real ha presentado doce óperas: seis nuevas producciones (Rusalka, Peter Grimes, Norma, Viva la mamma y los estrenos mundiales de Marie y Tránsito); cuatro producciones invitadas (Un ballo in maschera, Don Giovanni, Siegfried y Tosca) y dos óperas en versión de concierto (Don Fernando, el emplazado y Orlando furioso), además de las producciones de danza, conciertos y la programación de El Real Junior.
Bajo las directrices de un comité médico propio y la implicación incondicional de trabajadores y artistas, 2020-2021 se ha desarrollado con constantes desafíos, que se afrontaron con soluciones creativas, coraje y firmeza. La concesión del International Opera Award al Real como mejor teatro lírico del mundo corona esta temporada tan especial, que no habría sido posible sin el respaldo del Gobierno de España, Comunidad y Ayuntamiento de Madrid, el apoyo del público, la confianza de los artistas, la implicación y entrega de los trabajadores y de su Coro y Orquesta Titulares, la generosa contribución de los patrocinadores y la colaboración de los medios de comunicación. A todos, nuestro más profundo agradecimiento.
Ignacio García-Belenguer, director general del Teatro Real
Crescendo, creamos ópera
El pasado enero de 2021, la Fundación Amigos del Teatro Real dio un paso al frente y puso en marcha la primera edición de Crescendo. Creamos Ópera. Es un programa que tiene como objetivo, por un lado, complementar la formación académica adquirida por los jóvenes cantantes de la mano de profesionales del Teatro Real y de artistas de primer nivel de la escena operística; y por otro, ofrecer oportunidades laborales que ayuden a los jóvenes talentos a encauzar los primeros pasos de sus carreras artísticas. Se presentaron más de 100 solicitudes y solo 20 cantantes fueron los afortunados, todos menores de 35 años, y de ocho nacionalidades, que han vivido de primera mano una experiencia inolvidable. Esta es la primera edición de un programa para jóvenes artistas que hasta ahora habían sido testigos de cómo las continuas y sucesivas crisis iban mermando sus posibilidades de desarrollo profesional. El programa Crescendo ha sido, para la fundación, la punta de lanza de su compromiso con el impulso del talento joven en España. Este proyecto ha sido recibido por los participantes como un sueño hecho realidad y una inyección de ilusión y de energía, la mejor herramienta para unas carreras que no estarán exentas ni de retos ni dificultades.
Borja Ezcurra, vicepresidente de la Fundación Amigos del Teatro Real