Agoney: "Me pone volver a empezar de cero las veces que haga falta"

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Agoney llega a al entrevista arrasando. «Han pasado muchas cosas últimamente: he ganado Tu cara me suena, he sacado Bangover y llevo de promo semanas sin parar y sin casi dormir«. Entonces ya toma aire. «No dormir lo llevo mal, así que aprovéchate, porque estoy tan cansado que te voy a contestar a cualquier cosa que preguntes».

Pues así da gusto estar cara a cara con un artista fatigado que tiene una actitud tan a favor de la entrevista. Aunque lo cierto es que Agoney, con mayor o menor falta de sueño, nunca se corta, y su sinceridad se aprecia. De repente, le están pasando muchas cosas buenas de golpe y está encantado. «Estoy en un momento de cambio. He cambiado de equipo, estoy haciendo música diferente…, todo se va alineando».

SHANGAY ⇒ Bangover ha llegado subidita de tono…
AGONEY ⇒ Un poquito. ¿Sabes que significa «resaca sexual»? Es una canción que habla de cómo dominar a la otra persona, de atarla de pies y manos y de jugar toda la noche. Y claro, al día siguiente te levantas con un bangover…

«Grabando el vídeo de ‘Bangover’, mi chico y yo nos dejamos llevar mogollón»

SHANGAY ⇒ ¿Está basada en una experiencia real?
AGONEY ⇒ En realidad no. Está basada en una fantasía, y es una declaración de intenciones. Y está inspirada también en Angel, el personaje de Pose. A veces, cuando compongo, me gusta crearme películas en la cabeza, y así nació Bangover. Inspirándome a nivel musical en los sonidos funky; me apetecía probar con ellos en la producción.

SHANGAY ⇒ Un aire a Jamiroquai tiene…
AGONEY ⇒ ¡Exacto! Me empapé de Jamiroquai para crearla, le admiro mucho. Me puse a experimentar con estos sonidos en Tenerife, con la idea de grabarlo, mandarlo a mezclar y sacarlo tal cual. La cosa se fue demorando porque llegaron las grabaciones de Tu cara me suena. Un día, sin querer, se me cayó una botella de litro y medio de agua sobre el ordenador… No me lo podía creer, se me borró todo. Así que tuvimos que rehacerla, le añadí un punto más electrónica y ya dejé que Kasem [Fahmi, el productor del tema] la rematara.

SHANGAY ⇒ ¿Es un single aislado?
AGONEY ⇒ Me gusta sacar singles para pasarlo bien. Es cierto que prefiero que los discos tengan un concepto, y este podría formar parte del próximo, pero aún es pronto para saberlo… Tengo listas otras canciones que son muy intensas; a nivel vocal, a nivel lírico… Voy muy a tope con lo próximo, probando cosas nuevas y dejándome llevar.

SHANGAY ⇒ El vídeo de Bangover es el más explícitamente sexual que has grabado hasta ahora. ¿Lo tenías claro?
AGONEY ⇒ Sí. Quería que fuese, como la canción, muy directa. Básicamente dice «Vamos a brindar por el amor, nos quitamos el reloj, que no exista el tiempo y vamos a follar». En el vídeo ves a una persona que está a la caza de su presa, y va a por él. Y debo reconocer que grabándolo nos dejamos llevar mogollón. Parábamos de rodar y se escuchaba «¡madre mía!» [risas].

«Gente de mi antiguo equipo llegó a decirme que a nadie le interesaban mis ‘mariconadas»

SHANGAY ⇒ ¿Ibas a lo que ibas?
AGONEY ⇒ Hombre, es que todo es más fácil si en lugar de rodar con un actor lo haces con tu pareja [el bailarín Marc Montojo]. Ya estábamos juntos entonces, y prefería mostrar algo de verdad, porque eso le llega a la gente. Como cuando grabé Ángel caído para mi anterior disco. Después de grabarlo en el estudio no me convencía, y lo acabé grabando en mi casa, de madrugada y cachondo, para que saliera bien.

SHANGAY ⇒ ¿Por qué no lanzaste Ángel caído con un vídeo, ya que está inspirada en un sitio mítico de cruising en Madrid?
AGONEY ⇒ Tenía que haberlo hecho. Pero, ¿sabes qué? La detestaban personas que formaban parte de mi equipo de trabajo en aquel momento. Me llegaron a decir cosas como «a nadie le interesan tus ideas sobre el sexo, el cruising, la Iglesia y el resto de tus mariconadas»… Pues a mí me sigue pareciendo un temazo [risas]. Y habría podido grabar un vídeo muy potente, sí.

SHANGAY ⇒ ¿Inspirada en experiencias reales de cruising tuyas?
AGONEY ⇒ Te seré sincero. Llegué a Madrid con 23 años, y entonces iba en bici a todas partes. Iba de paseo por el Retiro con una amiga y nos encontramos con la zona de cruising… ¡No tenía ni idea! De primeras, pensé que allí se pasaba droga o algo así, íbamos temblando los dos, muertos de miedo. Hasta que nos dimos cuenta de lo que estábamos viendo era una orgía…. Me voló la cabeza aquello.

Fue una señora mayor que nos tropezamos después la que nos contó que siempre había habido cruising en la zona del Ángel caído. Me puse a investigar y así nació esa canción. A mí, que soy muy observador, me inspira todo lo que veo a mi alrededor.

SHANGAY ⇒ El hecho de que ahora estés enamorado, ¿te llevará a hacer un disco lleno de temas románticos? ¿O habrá más sexo que amor en tus próximas canciones?
AGONEY ⇒ [risas] Intento evitar escribir sobre el amor… Soy más de reivindicar otras muchas cosas con mi música. El amor puede ser a a veces aburrido como inspiración.

«Rasel es la primera persona a la que he pintado las uñas»

SHANGAY ⇒ Poco antes de entrar a Tu cara me suena, escribiste un tuit en que dejabas clara tu posición: que por el hecho de volver a estar tan expuesto no ibas a permitir ataques homófobos hacia ti…
AGONEY ⇒ Lo puse porque un día fui a Pasapalabra a promocionar el programa y nada más salir empezaron a llegarme mensajes privado en Twitter amenazantes. Incluso al anunciar un concierto en Bilbao alguien escribió: «Maricón, como te vea por allí te corto la cabeza». Esas cosas no me afectan, pero siempre pienso en aquellas personas a las que sí les pueda afectar.

Admito que mi mensaje también fue un poco amenazante, pero lo cierto es que sirvió. La gente se volcó tanto conmigo a raíz de ese tuit que se ve que muchas de esas personas prefirieron cerrar la boca. Hay gente que está muy malita y debería preocuparse más de su salud mental.

SHANGAY ⇒ ¿Qué tal ha sido la experiencia de Tu cara me suena?
AGONEY ⇒ Muy guay. Conocer a todos mis compañeros ha sido increíble. Me daba miedo saber que iba a estar junto a personas de tan largo recorrido profesional como Lydia Bosch. Al final, esa gente es la más humana y la que te da los mejores consejos. ¡Y cómo es María Peláe también, menuda artistaza! Además, no para de reivindicar los derechos del colectivo.

Reconozco que a algunos compañeros los prejuzgué… Cuando vi que iba a estar Rasel pensé «puf, ya tenemos un machirulo, el heterito básico de manual». Pues para nada; es un amor de niño, un corazón con patas y cero masculinidad frágil. Es la primera persona a la que le he pintado las uñas, por cierto [risas].

SHANGAY ⇒ ¿Estabas ya con tu novio durante el programa?
AGONEY ⇒ Sí. ¡Llevamos muy poco! Nos conocimos al coincidir en [el programa] La mejor canción jamás cantada, hace tres años, pero entonces no pasó nada. Nos reencontramos en septiembre en Tu cara me suena, poco a poco fuimos hablando… hasta que surgió el amor [y suspira].

«En ‘Tu cara me suena’ me veía a veces demasiado machirulo vestido de mujer’

SHANGAY ⇒ ¿Disfrutaste imitando a mujeres?
AGONEY ⇒ Claro que sí. Aunque reconozco que me veía muy machirulo cuando me vestía de mujer. Yo pensaba que iba a dar más femenino, y me cayeron varias broncas por eso. Jamás había andado con tacones, y suerte que nos pasaban las grabaciones de los ensayos, porque cuando los veía me parecía que era un mastodonte [risas]. Es que tengo unas piernas muy grandes, y físicamente no cuadraban, sobre todo cuando me sentaba.

SHANGAY ⇒ No en vano en un directo de Instagram, Miki Núñez dijo que eres «las piernas de España»…
AGONEY ⇒ [risas] También he subido fotos que han provocado reacciones de ese tipo, como cuando subí una con el bodi que iba a llevar en la imitación de Mónica Naranjo. Ahí es cuando me di cuenta de lo que realzan las piernas unos buenos tacones.

SHANGAY ⇒ ¿Cómo se presenta el resto del año para al flamante ganador de Tu cara me suena?
AGONEY ⇒ Me queda mucha música por sacar, voy a estar girando y ojalá pueda coger el avión que en su día no pude, debido a la pandemia, para visitar Latinoamérica. Porque solo he podido actuar hasta ahora en Argentina, y necesito volver y recorrerla entera. Me apetece volver a presentarme a la gente y que me descubran otra vez. Siempre tienes oportunidad de volver a empezar, de aprender de los errores del pasado y seguir creciendo. No me da ningún miedo empezar las veces que haga falta de cero; es más, me pone.