Qué difícil es conocer de verdad a los artistas a los que admiramos. Curiosamente, en estos tiempos de sobreexposición debido a las redes sociales y otros muchos artefactos de marketing, casi más que cuando las estrellas ponían, décadas atrás, a buen recaudo su vida privada.
Porque a día de hoy, en muchas ocasiones, sentimos que todo aquello que nos muestran y comparten es básicamente irreal, o engañoso.
Me parece genial que los documentales se hayan convertido en un instrumento promocional más, en lugar de aprovecharse para permitirnos bucear en lo que debería ser lo fundamental: los procesos creativos de los artistas, o la importancia de su obra. Pero cada vez es más complicado acceder a obras así protagonizadas por artistas pop.
Ya lo vimos con Taylor Swift o Lady Gaga tiempo atrás, y ha vuelto a suceder ahora con el pseudocumental que ha estrenado Laura Pausini, Un placer conocerte –título que termina resultando más irónico que otra cosa tras verlo–.
En él, su experiencia vital hasta hoy aparece algo desdibujada, se pasa por su música casi de puntillas, hechos que se intuían relevantes no son tratados, y se dejan entrever –da la sensación que de manera involuntaria– situaciones, sobre todo personales, incómodas, que rompen en cierto modo con la mágica empatía que transmite la italiana en todo momento (mejor obviamos la parte de pseudoficción, pelín bochornosa). Se siente una oportunidad perdida de indagar en su interior, de descubrir los porqués de su mágica personalidad, y también su creatividad, en condiciones.
Algo similar ha sucedido con el documental que lanzó a bombo y platillo recientemente Janet Jackson. Anunciado como la ocasión para descubrir su verdad, lo cierto es que no es la sensación que deja al terminarlo.
Con una trayectoria musical excelsa que no queda lo bien reflejada que debería, sentí que se ha perdido una oportunidad de oro de ahondar en su creatividad de verdad; de poner realmente en valor su arte –muchas veces cuestionado– como intérprete y autora, en lugar de dar pie a momentos de un amarillismo innecesario y de silencios incongruentes. Una pena de verdad.
En breve llegarán documentales nuevos tan apetecibles como los protagonizados por George Michael, Lola Índigo, Jennifer Lopez, Tino Casal o Locomía (!). Ojalá estén a la altura del hype. Y sobre todo, ojalá sepan poner pausas allí donde sea realmente necesario.