En palabras de Chus Gutiérrez, su nueva película, Sin ti no puedo, es “un viaje a través de la culpa. Cómo gestionar la culpa, cómo perdonarse a uno mismo los errores para seguir viviendo, o por el contrario, negarse a aceptar que toda acción tiene consecuencias y, antes o después, la culpa viene a tu encuentro”.
Estrenada en el último Festival de Málaga, Sin ti no puedo está protagonizada por Alfonso Bassave, Mauricio Ochmann y Maite Perroni, y en el reparto les acompañan nombres como Pedro Casablanc, Elena Irureta y Rubén Ochandiano.
Basada en una idea original de Frank Ariza –cuya firma aparece en series de éxito internacional como Herederos por accidente y Mariachis–, su guion está escrito por el propio Ariza y Alicia Luna.
En Sin ti no puedo, David (Ochmann) es un empresario de éxito que vive una (aparentemente) feliz vida junto a su novio, Álex (Bassave), monitor en un gimnasio. Mientras se plantean la posibilidad de ser padres, reaparece Blanca (Perroni), hermana de David, de la que Álex no sabía nada.
Los hermanos dejaron de hablarse a raíz de un trágico incendio en el que perdieron a sus padres, y por el que Blanca fue encarcelada. Para ella es importante reconciliarse con el único familiar que tiene, y a raíz de su vuelta, el pasado comenzará a tensar su relación.
Nada tensa, sino todo lo contrario, es la relación personal entre los dos protagonistas masculinos, Alfonso Bassave y Mauricio Ochmann (criado entre México y EE UU), que tras mucho tiempo sin verse, se reencontraron en el Festival de Málaga y, posteriormente, en el Hotel Ocean Drive de Madrid para la realización de este reportaje.
La complicidad entre ellos es más que evidente desde el minuto uno. Y la necesidad de evitar spoilers al hablar de Sin ti no puedo, obvia. Ambos se muestran muy contentos de cómo dan en pantalla como pareja. “Me gusta lo que construimos”, dice Ochmann. Y continúa Bassave: “En Málaga gustó mucho cómo habíamos creado esa pareja. Que, obviamente, hubo que crear desde cero, porque no nos conocíamos de antes”.
En la película, David y Álex se llaman continuamente “amor” el uno al otro, y es algo que no les choca. Es más, Bassave cuenta: “Mi pareja y yo usamos todo el rato un par de muletillas. Y cuando uno de los dos está cabreado y llama al otro por el nombre de pila, suena como si le estuviera diciendo hijo de la gran puta… Y precisamente, la muletilla que más uso es ‘amor’, la verdad”.
Para crear una intimidad que necesita verse veraz en la pantalla, Alfonso dice que jugaron mucho mientras se preparaban para el rodaje. Y Mauricio destaca que esa química no la tuvieron que fabricar. “Tuvimos una conexión muy linda desde el primer momento”, recuerda. “Me siento muy afortunado por el compañero que he tenido”. Y Bassave asiente, “porque cuando esa química no se da, hay que tirar exclusivamente de profesionalidad”.
SHANGAY ⇒ ¿Cómo vivisteis el rodaje de las secuencias de sexo, que tanto morbo siguen dando si son entre dos hombres?
MAURICIO OCHMANN ⇒ No sé cómo eso sigue pasando a día de hoy, en que el sexo debería estar plenamente normalizado, independientemente del género. Pero es cierto que sigue pasando. Aunque a raíz de los primeros pases de la película surgieron comentarios muy positivos, porque en esta película son hombres los más expuestos en cuanto a desnudos, cuando normalmente no suele ser así.
ALFONSO BASSAVE ⇒ Y está plenamente justificado: la película está ambientada en verano, en Madrid, hace calor… Pero, claro, seguimos viviendo en una cultura patriarcal, y sigue faltando visibilidad. Yo, que he hecho varios personajes gais en mi carrera, he comprobado que se mide mucho en esos casos qué se enseña y qué no. Claro, los primeros los hice hace veinte años, y ya mostrar un beso entre dos hombres era un escándalo.
Hemos avanzado, afortunadamente, pero es algo que tenemos que enseñar mucho más. Qué bien que en Élite o en Euphoria la comunidad esté mucho más representada, por ejemplo. Normalicemos el sexo y normalicemos el cuerpo desnudo, siempre desde el respeto. Y la atención en nuestra película no está puesta en eso, no se está contando una historia gay, sino una historia a secas: la de una pareja con un pasado.
SHANGAY ⇒ Este es un thriller con un aire a los que se hacían en los año 90, en donde todos los personajes tienen cosas que esconder…
MAURICIO OCHMANN ⇒ Yo venía de hacer mucha comedia romántica y familiar, y desde que leí el guion me pareció una gran oportunidad para añadir un nuevo matiz a mi carrera, con un personaje más oscuro de lo habitual.
ALFONSO BASSAVE ⇒ Me recuerda mucho, y no sé por qué, a La mano que mece la cuna. A mí me encantan los thrillers de los 90… Maite, Mauricio y yo aportamos cosas a nuestros personajes, algo que nos permitió, y motivó, Chus Gutiérrez; y eso es lo que significa en realidad el trabajo en equipo.
MAURICIO OCHMANN ⇒ Fue una fortuna contar con una directora que no tiene ningún tabú en cuanto al sexo.
ALFONSO BASSAVE ⇒ Yo tenía más tabú que ella [risas]. En algunos momentos le decía “rebaja, Chus, rebaja”… Y eso que en mi vida sexual yo siempre me he sentido muy moderno y bla, bla, bla. Ahora veo a las nuevas generaciones y sus paradigmas, tanto en la ficción como en la vida real, y me siento antiguo. Compruebo que tengo mucho que aprender, y es bueno que estemos constantemente revisado qué es “lo normal”. Pero, ¿por qué tengo yo que normalizar algo que para mí es normal?
SHANGAY ⇒ Mauricio, ¿crees que en México la película generará más morbo que aquí?
MAURICIO OCHMANN ⇒ ¡Si ya está escandalizando! Cuando subí el tráiler se empezó a generar directamente una polémica. Porque la gente está muy acostumbrada a verme en otro tipo de papeles, y empecé a leer comentarios del tipo “me decepcionaste”, “no te pega”… Es una homofobia que de repente se ha destapado. Cuando hice de narcotraficante, todo bien; si interpreto a un hombre que resulta que es gay…, mal. ¿En qué mundo vivimos? Aunque que se genere un debate es positivo.
ALFONSO BASSAVE ⇒ Ni me había parado a pensar en que el hecho de que interpretemos a una pareja gay podría tener una repercusión de ningún tipo. Al hacerlo, he confirmado que sigue habiendo mucha homofobia: en España, en México…, en el mundo en general. Lo vemos incluso si un club de fútbol sube una imagen con el arcoíris: son miles los mensajes de asco y de rechazo. Y si a un homófobo le jode que con esta película le pongamos un espejo que le demuestre que lo es, pues está muy bien.
«Normalicemos el sexo y los cuerpos desnudos, siempre desde el respeto» (Alfonso Bassave)
SHANGAY ⇒ Me encanta que al principio de la película resultéis odiosos por lo felices que se os ve, el casoplón que tenéis… Aparentemente, la vida de la pareja que interpretáis es perfecta, hasta que empezamos a descubrir que no es oro todo lo que reluce…
ALFONSO BASSAVE ⇒ Como la vida misma [risas]. Vivimos en el momento del marketing de las personas a través de las redes sociales. Todos vendemos nuestra mejor imagen, y la película indaga en eso. Porque todos tenemos un reverso más o menos tenebroso, secretos, un pasado, envidias, celos, odios… Y la pareja perfecta no lo es tanto.
MAURICIO OCHMANN ⇒ Además, los dos hermanos tienen muchas cosas que resolver relacionadas con su pasado, que terminan por pasarles factura.
SHANGAY ⇒ Alfonso, interpretas a un monitor de gym que, además, se pasa media película sin camiseta… ¿Te obligó a entrenar más de la cuenta?
ALFONSO BASSAVE ⇒ No es algo que me estresara porque, para bien o para mal, no es la primera vez que tengo un personaje así. Y no lo digo haciéndome la víctima. Me encantaría que me llegasen personajes de yonqui, pero el actor es responsable en una parte muy importante de la imagen que proyecta, y de los proyectos que acepta. Cuando me llego el guion y vi que se pasaba media película sin camiseta, y yo con poco tiempo de preparación…
MAURICIO OCHMANN ⇒ Pues ayuno intermitente [risas].
ALFONSO BASSAVE ⇒ Más que por el ego y por salir mejor o peor, la historia es la que es, y mi personaje se dedica a lo que se dedica, así que le iba bien un físico determinado. También por ese componente de sensualidad que tiene la película, en donde mi personaje está entre uno [su pareja] y otra [la hermana], cuanto mejor estuviera, mejor… Así que hice lo que pude en el tiempo que tuve.
SHANGAY ⇒ ¿Qué poso os ha dejado este trabajo?
ALFONSO ⇒ Gozoso, porque fue un rodaje intenso, con el noventa por ciento en una única localización, y en solo cuatro semanas. Nada que ver con cuando ruedas una serie como Hispania, por ejemplo, en la que a lo mejor para rodar tres minutos has estado tres meses en diferentes localizaciones.
MAURICIO OCHMANN ⇒ A mí también me ha dejado con ganas de trabajar más en España.
SHANGAY ⇒ Ya que has nombrado antes a tu pareja, Alfonso, no quería dejar de preguntarte por una publicación tuya reciente en Instagram, cuando estuviste nominado a los premios de la Unión de Actores, una de las pocas veces en que has compartido fotos con tu chico. ¿Te sorprendió que llamase tanto la atención ese hecho?
ALFONSO ⇒ No es la primera vez que subo una foto de él, pero es verdad que no me gusta poner el foco en mi vida personal, prefiero protegerla, y tampoco creo que a nadie le interese. Peleo por las causas que considero importantes, que son muchas, desde mi humilde posición, porque lo hago como un ciudadano más, no como una figura pública.
Las reacciones a esa publicación fueron muy buenas, la verdad. Pero no le presto demasiada atención a eso. En ese post hablaba del amor que nos rodea a los seres humanos, y a los actores. Y cuando te nominan a un premio como ese, lo que pensé fue en lo contenta que se iba a poner la gente que me quiere. Y amor es lo que recibí de vuelta.
FOTOS: SALVA MUSTÉ
VÍDEO: PABLO CARRASCO DE JUANAS
ESTILISMO: ZARA GARO
MAQUILLAJE Y PELO: ÁLVARO SANPER PARA I.C.ON. SPAIN
AGRADECIMIENTOS: HOTEL OCEAN DRIVE MADRID (Pza. Isabel II, 7 • Madrid)
LA PELÍCULA SIN TI NO PUEDO SE ESTRENA EN CINES EL 3 DE JUNIO