Hace no tantos años, cuando cualquier españolito de a pie iba al Covent Garden de Londres, al Metropolitan de Nueva York o a la Ópera de París se moría de envidia. No solo por la calidad de su programación –base fundamental del prestigio cualquier teatro de ópera– sino por cómo se habían adaptado a los nuevos tiempos en todo tipo de servicios. En los veinticinco años dede su reapertura, el Teatro Real ha conseguido posicionarse, sobre todo en los últimos años, en la vanguardia musical, escénica y tecnológica.
Ahora, tras romper moldes al demostrar al mundo que se podía levantar el telón tras la pandemia [recordemos que fue el primer teatro del mundo en abrir y recuperar su programación], ha decidido meter las narices en la nueva realidad del metaverso. En concreto, La nariz, la ópera de Dmitri Shostakóvich, que por fin se ha estrenado en su escenario, casi un siglo después de que viera la luz en San Petersburgo, entonces Leningrado.
La producción escogida para estrenarse en ese nuevo universo virtual es una ópera «tan surrealista como las nuevas opciones que ofrece el mundo digital», en palabras de su director artístico, Joan Matabosch. Podrá ser vista gratuitamente a través de Uttopion, el primer metaverso creado en España.
Ese día, será gratis entrar en el Real, porque en esta función virtual se ofrecerá en una réplica en 3D de la sala principal. Como si se tratara de un universo paralelo, los espectadores de cualquier parte del mundo podrán acceder con su avatar y sentarse en el patio de butacas para disfrutar de la ópera e interactuar con otros asistentes.
Y hay mucho más: durante la emisión en directo de La nariz, el público que la siga virtualmente podrá entrar en diferentes contenidos multimedia, como vídeos, entrevistas con artistas o personal técnico, y en un chat en el que se comentarán fragmentos de la ópera en tiempo real y se dialogará con los metaespectadores.No cabe duda de que las nuevas tecnologías abren infinitas posibilidades en el mundo de las artes. Las plataformas digitales, como My Opera Player de este mismo teatro, tienen un extensísimo catálogo a la carta de las mejores producciones no solo del Real, sino de los teatros del mundo que están asociados a él. Y ahora, con la entrada en el metaverso, se crea una interacción entre los usuarios similar a la que puede haber en un patio de butacas cuando los abonados (que se conocen porque siempre ocupan las mismas localidades) o los espectadores que compran sueltas las localidades hablan entre sí para intercambiar opiniones.
Sobre esto también se habló en la presentación de esta iniciativa, pionera en el mundo.¿Va a condicionar esta nueva realidad la creación artística? Matabosch lo tiene muy claro: «No hay, ni habrá, nada comparable a la realidad del directo. Y todo esto que estamos comentado no sería posible sin ese directo de ‘retransmitir’. Pero al igual que no hay nada comparable esa experiencia, también es cierto que una retransmisión televisiva, o una grabación, o ahora esta nueva realidad del metaverso, permite disfrutar de matices o detalles que en un teatro es imposible, salvo que estés en primera fila, o incluso estándolo«.
Presentación a la prensa de esta iniciativa del Teatro Real. En la mesa, Miguel Ángel Fito de Uttopion, Natalia Camacho, directora de estrategia y proyecto audiovisual del coliseo; Ignacio García-Belenguer, director general del Teatro Real, y Joan Matabosch, director artístico.
Esta primera experiencia se la toman como un experimento, «en el que todos estamos aprendiendo sobre la marcha». Por ello, ¿cabría plantearse un ‘abono en el metaverso’ como uno más de los que existen a la venta? Todo es posible, nos dicen.
Para entrar al metaverso de Uttopion y disfrutar de la función de La nariz, el público podrá conectarse desde un ordenador o tablet, de forma sencilla e intuitiva, a través de WWW.UTTOPION.COM y sin necesidad de ningún otro accesorio de realidad aumentada. Y de forma completamente gratuita