Hasta el 14 de abril, Galería Azur acoge las 35 obras que conforman la última exposición fotográfica del artista israelí-español Rani Bruchstein.
Su lente captura la belleza del mundo natural, la geometría de la arquitectura y de los paisajes urbanos, y la humanidad de los momentos cotidianos a través del retrato como metáfora discursiva.
Todas las obras de la exposición de Rani Bruchstein están a la venta: se entregarán impresas y con su NFT único.
Explorar la reinvención de imágenes de la vida cotidiana, incorporando guiños a la historia del arte, y haciendo uso de nuevas técnicas, pero sin recurrir a la ilusión, es la base sobre la que descansa In Side Out, la nueva exposición del fotógrafo Rani Bruchstein (Tel Aviv, 1973).
En las 35 imágenes expuestas, el fotógrafo cuestiona y rechaza las convenciones estéticas y las sustituye por una visión más analítica de componentes culturales e ideológicos. Es una muestra que permite descubrir las posibilidades que existen en torno a la creación y la experimentación fotográfica, y que van más allá de una imagen estática que captura un instante de la realidad.
Se trata de composiciones estilísticas que exhiben escenas detalladas, desiertas y silenciosas. Presenta retratos de mujeres, hombres y seres andróginos cargados de expresividad, que interactúan con referencias del modernismo y algunos elementos étnicos.
A partir de una memoria tradicional y a través de modelos y maquilladores, que le ayudan a transformar su visión en una realidad, Bruchstein transmite lo que sucede más allá de la escena capturada, abordando cuestiones como la identidad de género, la reconfiguración del cuerpo en respuesta a su entorno o el individuo como generador de cambio a través de sus reverberaciones físicas.
In Side Out es una ventana a un nuevo mundo donde la fotografía y la experimentación van de la mano, y permiten explorar nuevos sentidos y narrativas a través de las instantáneas. Presenta por un lado imágenes de la arquitectura y el urbanismo; y por otro, retratos cargados de expresividad. Despliega así dos líneas discursivas que se entrelazan difuminando los límites entre los paisajes urbanos y los retratos surrealistas.
Bruchstein, afincado en España, descubrió la fotografía por casualidad mientras realizaba el servicio militar: «Fue un periodo increíble. Fotografié y me desarrollé a través del ejército. Mejoré la técnica y desarrollé el lenguaje artístico”, recuerda el artista.
Con el tiempo, desarrolló un estilo personal que describe como “un estilo soñador, en constante movimiento y que busca impactar. Minimalista, pero lleno de color”.
En su lente, Barcelona se mezcla con sus sueños y su vida, y los tres se funden para generar un paisaje tanto físico como mental, con el que busca evocar sentimientos en los espectadores. “La fotografía expresa mi lado emocional. Vivo en Barcelona desde hace seis años, y las fotos de esta exposición describen principalmente mi mentalidad aquí, mi vida aquí, los lugares donde me gusta pasar el rato, mis sueños”.
La exposición de Rani Bruchstein se puede visitar hasta el 14 de abril