¿Qué sería de la ópera sin los mitos? Pero también podemos hacernos la pregunta al revés: ¿qué sería de los mitos sin la ópera? Porque si hay un arte (y un público) que retroalimente a los mitos, ese es el de la lírica. La nueva temporada 23/24 del Teatro Real está centrada en dos mitos: Medea, referente femenino, feminista y lésbico por excelencia, y Orlando. Pero hay mucho más.
Una vez consolidado como un referente cultural indiscutible (es la institución mejor valorada de nuestro país), Joan Matabosch, director artístico del Real, da un paso más con una programación que podríamos calificar como ‘gourmet’, extremadamente exquisita, que pone, de nuevo, a nuestro principal teatro lírico en el epicentro de la vida cultural del mundo.
Comienza temporada resolviendo otra de las asignaturas pendientes del coliseo: levantar el telón con una nueva producción de la casa, y no una alquilada. En este caso dirigida por Ivor Bolton y con escena de Paco Azorín. Se trata, nada más y nada, menos que de Medea, como homenaje a la Callas en el centenario de su nacimiento. Saioa Hernández, María Agresta y Maria Pia Piscietelli se alternarán en el papel que inmortalizó la diva entre las divas. Será el 19 de septiembre.
Fue, precisamente, Maria Callas quien recuperó esta ópera de Cherubini y quien la metió en el repertorio. Una obra, en palabras de Matabosch, «extremadamente compleja por los avatares de la historia de su creación, pues es muy complicado saber cuál es la versión más fiel a la original, y por la complejidad de su papel protagonista. Aquí la tendremos en la versión de Alan Curtis, muy vinculado a esta casa, y con un repartazo», nos dice.
Hay dos versiones del mito en esta nueva temporada. La Medea de Marc-Antoine Charpentier llegará en una versión semiescenificada con William Christie, Les Arts Florissants y un elenco encabezado por Véronique Gens.
Respecto al mito medieval de Orlando, inspirado en el poema de Ariosto, se estrenarán tres obras también inéditas en la historia del Real: La liberazione di Ruggiero dall’isola d’Alcina, de Francesca Caccini, primera ópera conocida firmada por una compositora, que dirigirá escénicamente Blanca Li, junto a Aarón Zapico, en la parte musical; Orlando, de Georg Friedrich Händel, en la que volverán a trabajar juntos Ivor Bolton y Claus Guth; y Orlando paladino, de Joseph Haydn, en versión de concierto con Il Giardino Armonico bajo la dirección de Giovanni Antonini.
Joan Matabosch, director artístico del Teatro Real; Gregorio Marañón, presidente; Ignacio García-Belenguer, director general, y Borja Escurra, director general adjunto, antes de la presentación a la prensa de la nueva temporada. [Foto: Javier del Real]
La temporada está estructurada en torno a una programación transversal que incluye estrenos absolutos, obras nunca vistas en Madrid (o en el Teatro Real) y títulos de repertorio. Pero toda ella con el denominador común de la calidad, tal y como indicaron tanto Gregorio Marañón, presidente de la Fundación Teatro Real, como Ignacio García-Belenguer, director general. En la presentación, ambos respaldaron la gestión de Joan Matabosch, que esa misma mañana había renovado por cinco años su puesto como director artístico.
La reivindicación del Arte Nuevo frente al Arte Viejo y la libertad del artista más allá de los preceptos académicos son otros dos vectores que entrelazan las óperas de la temporada: la ya mencionada Medea, de Cherubini, es un alegato contra las formas rígidas del modelo ortodoxo de Händel en Orlando; Rigoletto, basado en un texto de Victor Hugo, es una apología del Romanticismo contra el viejo arte neoclásico; y Los maestros cantores de Núremberg, de Wagner, defiende la libertad del artista frente a las normas y las tradiciones. Esta ‘comedia seria’, densa y luminosa traerá al Real grandes voces wagnerianas que actuarán bajo la batuta de Pablo Heras-Casado, en una nueva producción con puesta en escena de Laurent Pelly, que estos días ensaya Il turco in Italia –que pronto levantará el telón– con Lisette Oropesa.
Dos de los títulos más populares de la temporada denuncian, a través de su dramaturgia, la violencia contra las mujeres: Rigoletto, en la concepción de Miguel del Arco, bajo la estela de la indignidad de los actos de ‘la manada’; y Madama Butterfly, que en la aterradora producción de Damiano Michieletto delata el turismo sexual (un intermediario vende una joven japonesa a un americano desconocido). Ambos títulos, con tres y cuatro elencos, congregarán en el Real a algunas de las mejores voces del mundo, bajo la batuta precisa y envolvente de Nicola Luisotti. Estas funciones de la ópera de Puccini estarán dedicadas a la figura de la maravillosa Victoria de los Ángeles.
Julie Fuchs y Xabier Anduaga estarán en uno de los tres espectaculares repartos de Rigoletto que dirige Miguel del Arco.
Dos excelentes óperas –también inquietantes y hondas– se estrenarán en España, con producciones de gran calado. La pasajera, de Mieczysław Weinberg –con la puesta en escena icónica de David Pountney y bajo la batuta de la prestigiosa directora Mirga Gražinyté-Tyla– es una partitura estremecedora y dolorosa que cuenta el viaje hacia Brasil de dos mujeres –una antigua carcelera de la Stasi y otra judía presidiaria– que aspiran a huir de su pasado, en el que están atrapadas.
La segunda, Lear, de Aribert Reimann, cuya música trágica, brutal y estridente nace de la esencia del drama shakesperiano, llegará al Real con la sobrecogedora producción dirigida por Calixto Bieito para la Ópera de París, en la que los instintos más básicos se encuentran a flor de piel y dominan a los personajes hasta llevarlos a la gran masacre final. La dirección musical será de Asher Fisch, que obtuvo un gran éxito con Capriccio, en el Real, en 2019.
Otro estreno en España será Halka, de Stanisław Moniuszko, una de las óperas polacas más populares, representante del nacionalismo romántico centroeuropeo, con un elenco encabezado por Piotr Beczala y Corinne Winters junto al Coro y Orquesta Titulares del Teatro Real, bajo la dirección de Łukasz Borowicz.
La mujer tiene mucho protagonismo en esta temporada. Dos mujeres solas, perturbadas y heridas afrontan el dolor, la rabia y la soledad con lenguajes estéticos y musicales muy distintos, unidos por la esencia de su drama interior. Ermonela Jaho protagonizará La voz humana, de Francis Poulenc, con libreto de Jean Cocteau; y Malin Byström interpretará el drama psicológico La espera, de Arnold Schönberg, sobre un texto de Marie Pappenheim. Descubrirán sus personajes de la mano de Christof Loy, responsable de la puesta en escena y el director musical Jérémie Rhorer. Otra obra que da voz a una mujer sola es Pierrot Lunaire, que Arnold Schönberg compuso sobre los poemas simbolistas de Albert Giraud, revolucionando el lenguaje musical del siglo XX.
Un momento de la presentación, que tuvo lugar en el Salón Carlos III del Teatro Real.
En el marco de su compromiso con la creación operística en España, se estrenará mundialmente La Regenta, tercera ópera de María Luisa Manchado Torres, creada mano a mano con Amelia Valcárcel (libreto), en la que los temas fundamentales y universales de la obra de Clarín se asocian a una variada gama de leitmotivs, que fluyen y se entrelazan al servicio del drama. Bárbara Lluch será la responsable de la puesta en escena, y Jordi Francés, de la dirección musical.
La segunda ópera española es Tenorio, de Tomás Marco que se presentará por primera vez en versión escénica, en una creación de la Agrupación Señor Serrano, con dirección musical de Santiago Serrate. La obra actualiza el mito de Don Juan a través de las figuras de doña Inés, doña Ana y Lucía, mientras un cuarteto de madrigalistas asume diversos personajes y comenta la acción, conformando, con el grupo de cámara, el continuo vocal-instrumental que sostiene la obra.
Una ópera, una zarzuela y una opereta en versión de concierto, con orquestas invitadas, completan la programación. Carmen, de Georges Bizet, en la singular lectura de René Jacobs al frente de B’Rock y el Choeur de Chambre de Namur, con Gaëlle Arquez en el papel titular; Luisa Fernanda, de Federico Moreno Torroba, protagonizada por Elīna Garanča, con la Orquesta de Filarmónica de Gran Canaria bajo la dirección de Karel Mark Chichon; y El murciélago, de Johann Strauss, con Marc Minkowski, Les Musiciens du Louvre y el Cor de Cambra del Palau de la Música Catalana.
Pero hay mucho más, conciertos, danza, programación infantil. Como decimos, la nueva programación del Teatro Real es un festín musical… y gourmet.
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