Nova Coronel, en 'Vestidas de azul': "Gracias a la ficción, salí del armario como persona trans"

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Comenzó su transición Nova Coronel hace cinco años, y asegura que el proceso, tanto a nivel personal como profesional, no ha sido fácil. Guerrera nata, no tiene intención de dejar de luchar por sus objetivos.

En estos últimos meses, Coronel ha vivido a caballo entre su México natal y España. Los astros se alinearon y consiguió un papel en la serie Vestidas de azul, la continuación de Veneno, en la que retoman sus papeles Paca la Piraña, Lola Rodríguez, Álex Saint, Goya Toledo, Juani Ruiz, Ángeles Ortega y Desirée Vogue.

Nova Coronel está feliz y orgullosa de formar parte del proyecto, producido por Los Javis, que próximamente estrenará Atresplayer Premium. De su viaje hasta llegar a la serie nos habla en esta entrevista.

SHANGAY ⇒ ¿Qué hace una actriz mexicana como tú en España?
NOVA CORONEL ⇒ Estoy encontrando realmente mi camino como actriz y como persona. Madrid me ha acogido de una manera muy noble. Amo mi país, pero allí las cosas que he vivido aquí nunca me habían pasado. Por eso quise regresar a España después de haber estado de vacaciones el pasado noviembre. En enero ya estaba de vuelta [risas].

«Siempre fui la rara, la loca, el maricón, el joto… He tenido más apodos que amigos»

SHANGAY ⇒ ¿Qué cosas te pasaron aquí?
NOVA CORONEL ⇒ Estaba cansada de la los problemas relacionados con el género que sufría regularmente en México. Fui al Museo Reina Sofía sintiendo que todo era nuevo para mí en España, y lo vivía con mis inseguridades. Iba mona, maquillada, y al pasar el filtro de seguridad pita. No entendía por qué y la guardia de seguridad me pidió que volviera a pasar. Ya me dejó seguir, y yo no entendía qué podía haber pasado, me quedé parada.

De nuevo, me dice la guardia «¡señora, pase ya!», un poco molesta. Pero cuando escuché «señora» quería abrazarla realmente, cuando ella me estaba regañando [risas]. No me podía creer que una persona que trabaja para el gobierno me reconociera como lo que soy. Esa fue la señal. Porque son detalles muy importantes para personas como yo.

SHANGAY ⇒ ¿Cuántos años llevas trabajando como actriz?
NOVA CORONEL ⇒ Diecinueve. Empecé a los 16, haciendo anuncios. Estudié interpretación, danza y comedia musical. Fueron siete años preparándome, y mientras vivía de la publicidad. Y bastante bien, por cierto [risas]. Pero decidí dejarla y centrarme en el cine y la televisión.

SHANGAY ⇒ ¿Has tenido que luchar de más por ser como eres?
NOVA CORONEL ⇒ Sí. Lo más duro es que empecé mi carrera con un disfraz de hombre; no dejaba de ser el afeminado que actuaba muy bien. Era difícil venderme; nadie me entendía, ni yo misma. Como le comentaba hace poco a un amigue de México, veía difícil tener un futuro en la actuación porque no veía a nadie como yo en la profesión. Hasta que vi Veneno [risas].

Tuve que escuchar cosas tremendas como «tienes que ser más masculino, que no se te note que eres puto». No se valoraba mi capacidad interpretativa, sino mi masculinidad, que era nula. Tengo un lado masculino, claro que sí, pero mi energía fluctúa más entre lo femenino y el no género.

SHANGAY ⇒ ¿Fue complicado ir encontrándote a ti misma?
NOVA CORONEL ⇒ Mucho. Tardé treinta años. No soy una de esas personas trans que sienten que perdieron el tiempo por no haber empezado antes su transición. Lo hice cuando estaba lista. Todo mi entorno siempre fue heterosexual cisgénero, donde reinaba un binario brutal y yo era siempre la rara, la loca, el maricón, el joto… He tenido más apodos que amigos.

No encontraba a qué agarrarme para sentir el valor que necesitaba. Y eso que, estando en el colegio, una profesora nos puso una vez la película Mi vida en rosa, y fue la primera señal de que yo era igual que la protagonista. Ella lo hizo con la mejor intención, pero a partir de ese momento toda mi clase comenzó a insultarme… «Espérate a que crezcas, y grítalo muy fuerte», le dice la abuela a esa niña trans. Eso he hecho yo. Cuando he tenido la fuerza he gritado «soy trans, pendejas» [risas]. Y eso que en Latinoamérica no es fácil para nosotras visibilizarnos, porque el terreno es machista y violento, y nuestra representación es continuamente caricaturizada en los medios.

Es muy difícil que siendo trans, alguien en el supermercado te respete, porque están acostumbrados a reírse de ti. No te trata como a una mujer trans, sino como a un maricón. En Madrid sí se me trata como a una chica trans. Porque hay grandes personalidades como Carla Antonelli que llevan décadas luchando por los derechos de las mujeres trans. Y Los Javis hacen una labor exhaustiva por la inclusión y por la visibilidad digna de nuestras personalidades e identidades.

«Ha sido duro construir una nueva vida a partir de mi verdadera identidad»

SHANGAY ⇒ ¿Te preocupó lo que pudiera pasar con tu carrera cuando empezaste tu transición?
NOVA CORONEL ⇒ Por supuesto. ¡Con mi carrera, con mi familia y con mi vida! Pero sobre todo con mi carrera, sí. Pensé «nadie me va a dar trabajo ya». Pues fue todo lo contrario. Todo se acomodó para que las personas adecuadas me vieran en el momento indicado.

SHANGAY ⇒ ¿Te dio eso mucha fuerza?
NOVA CORONEL ⇒ Mucha seguridad. Gracias a la ficción, fui saliendo del armario y cogiendo fuerza a nivel personal. La primera vez que me vi peinada, maquillada y producida fue un impacto. Y ya le cogí el gusto [risas].

SHANGAY ⇒ ¿Cómo llega la llamada de Vestidas de azul?
NOVA CORONEL ⇒ Vi Veneno en la pandemia y en ese momento decidí que iba a comenzar con las hormonas y lo que fuese necesario. Y pensé lo increíble que sería trabajar en algún momento con los creadores de la serie. Cuando vine de vacaciones a Madrid le dije a mi representante que sería interesante que me consiguiera algún casting. Y logró que accediera al de Vestidas de azul. Hice lo de siempre, hacer la mejor prueba posible para que quedase claro que soy buena actriz.

En el momento en que aterrizo en México, mi repre me dice que me vuelva, porque me habían dado el papel. Literalmente, me colé en la serie. ¿Una mexicana en Vestidas de azul? [risas]. Sentí que La Veneno me había escuchado. Porque, independientemente de lo que la gente piense, para mí es una santa.

«Independientemente de lo que la gente piense, para mí La Veneno es una santa»

SHANGAY ⇒ ¿Cómo ha sido la experiencia?
NOVA CORONEL ⇒ Dura. Sobre todo por el frío que pasé grabando siempre de noche… La realidad es que me llevo una experiencia increíble, sería muy complicado de olvidar. He aprendido muchísimo. Y nunca había estado en un proyecto en donde en el departamento de dirección la mayoría fuesen mujeres. La energía era completamente distinta a lo que estaba acostumbrada.

SHANGAY ⇒ ¿Cuál es tu personaje?
NOVA CORONEL ⇒ Sandra es una trabajadora sexual trans. Es muy observadora y sarcástica, parte de un grupo de mujeres que sueñan con salir adelante. Una superviviente, en plenos 80, que se mueve en un entorno brutal.

SHANGAY ⇒ ¿Conocías Vestida de azul?
NOVA CORONEL ⇒ Claro, la vi para preparar otra serie que hice en México. Me quedé impactada con el documental, tanto o más que con Paris is Burning. Porque en Vestida de azul hay algo de esperanza y de color. Sigue impactando porque no envejece, sigue teniendo vigencia. Porque, lamentablemente, seguimos teniendo problemas parecidos, queda mucho por hacer.

SHANGAY ⇒ Es evidente que ibas teniendo señales…
NOVA CORONEL ⇒ Efectivamente. Creo muy en las energías y las señales, y vi claro que todo me había llevado, en un periodo de tiempo muy corto (porque empece la transición con 30), hasta Vestidas de azul.

SHANGAY ⇒ ¿Qué ha sido lo más duro que has vivido en los últimos cinco años?
NOVA CORONEL ⇒ En los grupos de apoyo que visité me avisaron de que iban a cambiar muchas cosas en mi vida, y no solo en mi cuerpo, también en mi entorno. Ahora te puedo decir que todo lo que yo tejí con ese disfraz de hombre ha desaparecido. Mi entorno, las amistades… ¡kaput! Empecé a sentir que me estaba quedando sola, mucha gente me dejó de hablar. Eso ha sido lo más duro: construir una nueva vida a partir de mi verdadera identidad. También el proceso que he vivido con mi novio a nivel sexoafectivo.

SHANGAY ⇒ ¿Qué puedes avanzar de la serie Tengo que morir todas las noches, en la que también te veremos próximamente?
NOVA CORONEL ⇒ Está inspirada en el libro de Guillermo Osorno [Tengo que morir todas las noches: Una crónica de los ochenta, el underground y la cultura gay]. Es una crónica de lo que se vivía en los 80 en la llamada zona rosa de Ciudad de México. Uno de los bares que había en ella, El Nueve, era un gran espacio de libertad y de encuentro de artistas. Una directora de casting me contactó cuando estaba empezando la transición y me dijo que tenía un personaje para mí. Mi personaje se llama Nova, como yo, y fue creciendo según se fue escribiendo la serie. Esa Nova de ficción me ayudó a convertirme en la Nova que soy ahora.