Ese chico –inspirada no solo en la serie, también en el libro Mansos– cerraba el último capítulo de Maricón perdido, de Bob Pop. Christina Rosenvinge consideraba que ese tema merecía más recorrido, y decidió encargar dos remezclas, que firman Hidrogenesse y DJ Coco.
Acaba de publicarlas no solo en plataformas, también en una edición especial en vinilo de 10 pulgadas que sale a la venta coincidiendo con el Record Store Day, que se celebra el 23 de abril. Hablamos con Christina sobre esta canción tan especial para ella, su compromiso LGTBI, su presente inmediato y su futuro, que incluye su deseo de consagrarse como diva gay.
SHANGAY ⇒ ¿Qué te ha llevado a publicar un vinilo con nuevas versiones de Ese chico?
CHRISTINA ROSENVINGE ⇒ Pensaba que debía tener una vida más larga. Y que se le podían dar unas vueltas. Aunque fue un encargo para la serie de Bob Pop, no me lo tomé como tal, sino como una excusa para escribir una canción que me apetecía escribir desde hace mucho, por varios motivos. Para mí era muy necesario a nivel personal grabarla.
Me dieron referencias y pautas para hacerla, porque tenía que entrar muy suave e ir creciendo hacia los créditos finales de la serie. Encontré la manera de hacerlo, pero me parecía que se podía plantear de otra manera, para que estuviese arriba desde el principio.
«La música bailona es una asignatura pendiente para mí»
SHANGAY ⇒ De ahí que hayas querido apostar por remezclas bailables…
CHRISTINA ROSENVINGE ⇒ Sí. Inmediatamente pensé en Hidrogenesse, y también en DJ Coco, porque él había vivido el proceso desde el principio.
SHANGAY ⇒ ¿Por qué fue Hidrogenesse tu apuesta inmediata?
CHRISTINA ROSENVINGE ⇒ Porque me gusta mucho. Aunque aparentemente no estemos cerca estilísticamente, les sigo desde hace tiempo. Pensé que podían darle perfectamente ese toque bailón que necesitaba la canción para llevarla a la pista.
SHANGAY ⇒ Un registro en el que nunca te escuchamos, porque salvo en clubs indies tu música no suena en las pistas…
CHRISTINA ROSENVINGE ⇒ Es verdad. Y eso que yo bailo mucho, pero no hago música para bailar [risas]. Tiene que ver con cómo hago las cosas. Compongo en casa con guitarra acústica o piano normalmente, y escribir sentada, en un lugar en el que no puedes hacer mucho ruido, te lleva a hacer música introspectiva. Cuando lo hago en el local de ensayo sí me salen cosas más rockeras, es verdad, pero la música bailona es una asignatura pendiente.
SHANGAY ⇒ Ahí tienes un filón por explotar…
CHRISTINA ROSENVINGE ⇒ En la propia canción lo digo, que aspiro a ser una diva gay. Pero no para cuando me escuchan en casa un domingo por la mañana, sino para el sábado por la noche [risas]. Y eso que tengo muchísimos seguidores LGTB. Llevo viendo a chicos gais que vienen a mis conciertos… Algunos, aún siendo adolescentes, me han llegado a contar cómo había sido su salida del armario. Muchos han crecido conmigo, y eso es muy bonito.
SHANGAY ⇒ ¿Qué te hace falta entonces para sentirte una diva gay en condiciones?
CHRISTINA ROSENVINGE ⇒ No sé… El otro día leí un comentario muy gracioso, no sé si era de Rufus [Wainwright], que decía que a cada hombre gay en la adolescencia se le asigna una diva a la que va a ser fiel toda su vida, pase lo que pase. ¿Es así de verdad? Qué bonito que eso sea parte de la identidad de una persona.
SHANGAY ⇒ ¿Tuviste alguna diva de referencia creciendo?
CHRISTINA ROSENVINGE ⇒ La mía fue David Bowie, al que siempre he seguido y que fue mi guía espiritual.
SHANGAY ⇒ ¿Te hacía ilusión lanzar este single tan especial como parte del Record Store Day?
CHRISTINA ROSENVINGE ⇒ Sí, era la manera de hacerlo, y lo teníamos pensado desde hace meses. Cuando la grabé lo hice con Solo Astra, que son la parte instrumental de Cupido. En ese momento no estaban tocando, y además, su guitarrista ha estado mucho tiempo tocando el bajo en mi banda. Por eso es bonito ver que esta canción ha pasado por tantas manos fantásticas y que varias personas han jugado con ella.
SHANGAY ⇒ ¿Conocías a Bob Pop ante de involucrarte en su serie, que ganó recientemente el premio GLAAD a la mejor serie de ficción en español?
CHRISTINA ROSENVINGE ⇒ Sí, somos amigos desde hace tiempo. Por eso surgió de una manera natural mi colaboración. Me parece importantísimo lo que cuenta esa serie. Porque es una temática que han abordado ya series anglosajonas, pero no de la misma manera. En algunas se ha tratado de una manera edulcorada y en otras, de un modo más sufriente. Me gusta la sensación que se te queda tras ver Maricón perdido, de celebración de la existencia del protagonista y de sensualidad. Es muy necesaria.
SHANGAY ⇒ Decías antes que quisiste escribir la canción por varios motivos personales. ¿Se pueden conocer?
CHRISTINA ROSENVINGE ⇒ La quise hacer porque historias de bullying a chicos gais las he vivido muy de cerca y recurrentemente, en familiares y amigos, y siempre resultan dolorosísimas. Lo peor de todo es que sigue pasando, y es algo que he hablado con Bob. Es un problema a nivel nacional muy grave.
«He vivido historias de bullying a chicos gais muy de cerca, en familiares y amigos, es dolorosísimo»
SHANGAY ⇒ Se te ve en redes celebrando los 30 años de tu debut en solitario, Que me parta un rayo. ¿Alguna vez te apetecerá celebrar un aniversario del clásico de Álex y Christina ¡Chas! y aparezco a tu lado?
CHRISTINA ROSENVINGE ⇒ [Risas] Sería muy difícil hacerlo, no sabría dónde encuadrarlo. Y con Álex [de la Nuez] perdí un poco el contacto. Creo que es muy bonito que esa canción pertenezca al momento en que salió. Si hubiera seguido tocándola en mis conciertos no habría tenido el mismo encanto. Porque, ¿me imaginas con las medias llenas de agujeros y un sombrero cantándola? Pasada la treintena, eso no tiene ninguna gracia [risas]. Habría sido una cosa patética que os he ahorrado, os queda la imagen bonita de la veinteañera.
SHANGAY ⇒ ¿Qué tipo de recuerdos te trae ese jitazo?
CHRISTINA ROSENVINGE ⇒ Muy buenos, porque le tengo mucho cariño a esa canción. De hecho se la cantaba mucho a mis hijos de pequeños por la noche.
SHANGAY ⇒ ¿Te ha provocado vértigo comprobar que llevas ya treinta años como artista en solitario?
CHRISTINA ROSENVINGE ⇒ Da mucha alegría. Porque cuando lancé Que me parta un rayo ni me podía imaginar que treinta años después estaría celebrando este aniversario. Seguir haciendo música es un privilegio total.
SHANGAY ⇒ ¿Y qué te hace sentir ese respeto que sabes que se te tiene?
CHRISTINA ROSENVINGE ⇒ Presión por no decepcionar, y por seguir haciendo cosas que sorprendan y emocionen. También tengo obsesión por no repetirme.
SHANGAY ⇒ ¿En qué trabajas ahora?
CHRISTINA ROSENVINGE ⇒ En la música para un proyecto escénico sobre Safo, la poeta griega, que mezcla teatro, performance y música. Estoy adaptando sus poemas a canciones. Se estrenará en el festival de Mérida y luego irá al Grec.
SHANGAY ⇒ Has hecho casi de todo, porque incluso has trabajado como actriz. Así que solo te queda ejercer de diva LGTB…
CHRISTINA ROSENVINGE ⇒ Totalmente. Y eso que ahora me estoy aproximando a una diva lésbica como Safo [risas]. Algunas de las canciones para ese proyecto podrían dar para buenas remezclas también, por cierto. Pero tienes razón, lo siguiente, por lógica, tendría que ser mi momento Cher… Lo veo, lo veo.