El Proyecto Crescendo se creó en 2021 gracias a una iniciativa de la Fundación Amigos del Teatro Real, y este año son dieciocho los alumnos que han sido seleccionados de un total de 124 aspirantes. Un éxito absoluto de esta quinta edición, que cuenta con dos profesores de lujo: la soprano Saioa Hernández y su marido, el tenor Francesco Pio Galasso. Pero no, Crescendo no es un Operación Triunfo de la ópera; es mucho más.
Durante tres meses, desde marzo hasta mayo, estos dieciocho jóvenes cantantes, pianistas y directores de escena podrán asistir a talleres de interpretación y de canto, celebrar encuentros con profesionales del Teatro Real sobre orientación para la creación de marca personal (redes, gestión de la comunicación, hablar en público, relaciones sociales, etc..), participar en un taller sobre bienestar emocional, acceder a ensayos de las producciones del teatro, conocer los secretos que solo se ven entre bambalinas y disfrutar de sesiones especiales con grandes voces de la actual temporada lírica del Real.
En la presentación de esta quinta edición estaban varios participantes de las anteriores. Y todos coincidían en lo mismo: en la importancia de estar en un teatro de estas características –de primerísima división a nivel mundial– codeándose de tú a tú con todos los grandes artistas y profesionales que pasan durante tres meses por el Teatro Real. «Estar en el descanso de las clases, bajar a tomar un café a la cantina y encontrarte allí con gente con la que ni te podías imaginar…», nos dijo el bajo-barítono Mauro Pedrero, uno de los participantes de esta edición.
Alberto Trijueque, Joaquín Alducin, ayudantes de dirección de escena; Mauro Pedrero, bajo-barítono; Lucía Iglesias, soprano; Álvaro Martín, pianista, maestro repetidor; Luz García, soprano; Pablo Martínez, tenor; Saioa Hernández, soprano; Francesco Pio Galasso, tenor (ambos padrinos de esta V edición de Crescendo; Lourdes Sánchez-Ocaña, directora gerente de la Fundación Amigos del Real; Anna Cabrera, soprano; Eduardo Pomares, tenor; Laura Orueta, mezzosoprano; Olga Syniakova, mezzosoprano y Joan Matabosch, director artístico del Teatro Real, en el imponente escenario del coliseo. Foto: Javier del Real.
Y lo dice ahora, que en el Real están en plenos ensayos de Mitridate, re di Ponto, con un repartazo de antología en sus dos casts: Sara Blanch, Franco Fagioli, Juan Francisco Gatell, Elsa Dreisig, Ruth Iniesta, Marina Monzó, Sabina Puértolas… «Cruzarte con ellos en los pasillos es un sueño», asegura Pedrero, en la cantina del coliseo, mientras en la mesa de al lado están Saioa Hernández y Francesco Pio Galasso tomando algo.
Eso es lo que tiene Crescendo: durante tres meses, los participantes no solo reciben clases magistrales de cantantes, sino que también de otras disciplinas vinculadas al mundo de la lírica como son los maestros repetidores y la dirección de escena. Pero el programa de formación también se ha diversificado abarcando un campo mucho más amplio de formación profesional y personal, asesoramiento profesional y seguimiento por parte del profesorado y de los profesionales del Teatro Real. Es decir, es el mejor trampolín posible para su futuro profesional.
Se realiza a través de varios proyectos que tiene el teatro. Desde el Real Teatro del Retiro a la Carroza del Teatro Real que recorre España desde hace varios años. Pero también en galas y conciertos que se realizan en la sala principal. «Lo bueno de todo esto es que es un tránsito controlado al mundo profesional. Es decir, cuidamos lo que hacen en esos momentos iniciales, que son tan peligrosos si no se está bien asesorado», asegura Joan Matabosch, director artístico de la casa, que está muy involucrado en Crescendo. «No voy a decir nombres, pero se ha dado el caso de querer llamar a un ‘crescendo’ para una producción y no ha podido hacerlo porque ya estaba pillado por otro teatro», aseguró en la presentación.
«En España no existen los ensembles en los Teatros de Ópera, que son esas compañías estables para óperas de repertorio, que es una de las formas de comenzar a nivel profesional. Pero Crescendo es mucho mejor que eso, porque en los ensembles te seleccionan por tu tipo de voz, pero no siempre por los papeles que van a ir bien para tu voz. Por eso creo que este trampolín es mucho mejor», afirma Saioa Hernández, una de las cantantes españolas con mayor repercusión internacional, que arrasa en los principales coliseos líricos de todo el mundo.
Lourdes Sánchez-Ocaña, directora gerente de la Fundación de Amigos del Teatro Real, responsable también de la carroza que recorre España llevando la ópera a lugares donde es complicado poder disfrutar de ella, asegura que «en más de una ocasión han terminado firmando autógrafos después de su actuación».
En la pasada temporada, el Teatro Real ha contado con ellos para el estreno de la ópera Tenorio, de Tomás Marco –en donde un coro madrigal estuvo integrado, casi en su totalidad, por artistas procedentes de todas las ediciones de Crescendo–, La liberazione di Ruggiero dall’isola d’Alcina y Luisa Fernanda. En lo que llevamos de esta temporada, han colaborado en el programa doble de La vida breve y Tejas verdes y, el próximo mes de mayo, formarán parte del elenco de El cuento del zar Saltán y Don Juan no existe; esta última se estrenará en colaboración con los Teatros del Canal con una escena dirigida por Bárbara Lluch.
Mauro Pedrero, bajo-barítono; Luz García, soprano; Lucía Iglesias, soprano; Pablo Martínez, tenor y Joaquín Alducin, ayudante de dirección de escena, algunos de los participantes de esta V edición de Crescendo. Foto: Javier del Real.
En el Real Teatro de Retiro han configurado los elencos de La cenicienta, A.I.D.A., El barbero de Sevilla, Amahl y los visitantes nocturnos, Mozart Revolution, Pinocchio ¿dónde estás? y El niño y los sortilegios, y también han participado en el ciclo de talleres familiares Todos al Real Teatro de Retiro.
Lo dicho, Crescendo, en el Teatro Real, es mucho más que un Operación Triunfo de la ópera. Los participantes de otras ediciones que estaban hoy allí para contarlo dieron buena fe de ello.
