Màxim Huerta es ya el ministro más breve de la democracia española. Apenas duró seis días en el cargo. El jueves 7 de junio juró su cargo en La Zarzuela ante Felipe VI, y el día 13 de ese mismo mes presentó su dimisión en La Moncloa a raíz del escándalo surgido por defraudar más de 200.000 euros a Hacienda entre 2006 y 2007.
Al exministro de Cultura y Deporte le correspondían 1.174 euros brutos por sus servicios prestados pero, tal y como ha informado el Ministerio de Presidencia, Huerta ha renunciado “expresamente y por escrito a los días de retribución compensatoria que le correspondían”.
Según el el artículo 10.5 en su disposición primera de la Ley 74/1980, de 29 de diciembre, introducida en los Presupuestos Generales del Estado de 1981, «los exministros del Gobierno y asimilados que cesen en el ejercicio de dichos cargos tienen derecho a percibir a partir del mes siguiente en que se produzca el cese, y durante un plazo igual al que hubieran desempeñado el cargo, sin que puedan percibirse más de 24 mensualidades, una pensión indemnizatoria mensual igual a la doceava parte del 80% del total de retribuciones asignadas al cargo respectivo en el presupuesto en vigor durante el plazo indicado».
Amigos del escritor y diferentes personalidades públicas se han hecho eco de esta notica y han celebrado su decisión. «Como no podía ser de otro modo ha renunciado a todo, es lo natural», decía Bibiana Fernández en su cuenta de Instagram.
Pero también han sido muchos los ataques y bulos vertidos en las redes en torno a su dimisión. Uno de los más sonados fue que gozaría como exministro de un sueldo vitalicio de 52.000 euros anuales. Algo totalmente falso y que fue desmentido por las instituciones.
Màxim Huerta fue elegido como Ministro de Cultura y Deporte por Pedro Sánchez tras ganar la moción de censura presentada contra Mariano Rajoy el pasado 1 de junio. Con su nombramiento, el conocido periodista se convirtió, junto con Grande Marlaska, en el primer Ministro abiertamente homosexual de la democracia española.